sábado, 7 de diciembre de 2024

LAS ALMADRABAS DE TIRO Y BUCHE EN LAS COSTAS DEL DUQUE: un modelo de organización, Liliane M.ª Dahlmann y Eugenio Chicano; 21/24 (2022).

Nota: Todo el texto escrito en letra cursiva, itálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo. Las imágenes de ambientación que han sido seleccionadas por el transcriptor, estarán indicadas como tales, así como su fuente y autoría siempre que éstas hayan sido posible conocer. 

Eugenio Chicano. El copo. Mural. Portal del Edificio Cánovas del Castillo de Málaga. 

[VIENE del 29 noviembre 2024]

Continuación de Anexo II. TRANSCRIPCIÓN DEL EXTRACTO DE LOS EMPLEOS PERTENECIENTES A LA ALMADRABA.

Hay un BASTIMENTERO, que éste debe ser de toda satisfacción//(v) y conciencia para correr con la distribución de las harinas y pan/ que se da durante la temporada por ser en gran porción la que se le/ entrega, pues llegará a mil fanegas de trigo, más o menos, según/ la gente. Distribuye dichas especies según lo que a cada uno le toca,/ y para ello, por lo que toca a harina, se le da Libro por la contaduría/ de lo que cada plaza debe recibir, según las datas de cada semana./ Y para dar el pan se amasan los quintales que son competentes/ diariamente, que éstos se entregan a persona que se obliga/ con acrecentamiento de libras de harina a pan cocido, según/ el contrato. Y cada día se pesa la porción de quintales que/ se reparten para saber el consumo, y se le liquida la cuenta/ por la que para esto/ se le entrega porción de trigo de Maquilas blancas y ba/ sas, ensayando una fanega de cada género, y reconocido//(r) su peso, se apunta para el cargo del número de fanegas/ que se le han entregado. Y este ensayo lo hace la CONTADURÍA/ o CAPITÁN DE ALMADRABA por ante ESCRIBANO que da testimonio,/ el cual es instrumento que justifica el dicho ensayo.

Y/ dicho MAYORDOMO DE HARINAS debe dar cuenta del alijo/ que le queda al trigo al tiempo del ensayo, porque este no se/ pesa, y es necesario tener gran cuidado el que no lo vuelva/ a introducir. Abonase por cada quintal a los molineros, dos/ libras de harina de despolvoreo. Este mayordomo da cuenta/ en la contaduría con cargo y data. Dásele una ayuda/ de costa regular por su trabajo, que esta ha sido de doscien/ tos reales, encargándosele este cuidado al que fuere MA/ YORDOMO DE MOLINOS, por tener otro salario, y en el caso de haber/ de servir dicho empleo, otro se le habrá de adelantar que ha he/ cho el trigo para molerlo, y lo vuelve a traer en harina/ al almacén de Casa Blanca. Gana dada día cinco reales/ o algo menos, según lo que se puede ajustar./ 

[Fotografía no incluida en el artículo original] Interior de La Chanca, con los pertrechos de la almadraba, “Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz), entre mayo 1907 y julio 1908, Enrique Romero de Torre, publicado en 1934 por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Imagen “mejorada” por Juan Bermúdez, Scard Bermos

Hay un MAYORDOMO DE CARRETAS que las gobierna, y las tiene/ prontas para el acarreo de atunes desde la//(v) playa a la chanca, mandándolas. Y, por este trabajo, le dan/ cien reales por la temporada, y doce reales cada semana, y cinco pa/ nes blancos cada día./

Hay un AGUACIL MAYOR que asiste al CAPITÁN, y ejecuta las/ órdenes y mandamientos, hallándose a todo lo que es nece/ sario en la chanca, y para los llamamientos y otras diligen/ cias; goza de salario ciento cincuenta reales por la temporada,/ dos reales y medio cada día, y cinco panes blancos. Ha servido este/ empleo Don Thomás de Aguilar Jurado, escribano de rentas de/ Su Excelencia, de CONIL./ y Contaduría, según los dichos libros y distribuciones, com/ pensándolo con el cargo, que este se le forma por los recibos/ que ha dado al MAYORDOMO DE HARINAS, que asiste en Casa Blan/ca. Tiene de salario doscientos reales por la temporada, dos reales/ y medio diarios, y cinco panes blancos./ Hay un MAYORDOMO DE HARINAS en los molinos de Casa Blanca,/ que éste cuida de que se hagan de calidad, y las remite/ a los bastimentos de las almadrabas pesadas. 

[Fotografía no incluida en el artículo original] Entrada de La Chanca, “Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz), entre mayo 1907 y julio 1908, Enrique Romero de Torre, publicado en 1934 por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Imagen “mejorada” por Juan Bermúdez, Scard Bermos

Y, hay un ATALAYA MAYOR que rige y gobierna la torre que llaman/ de las «Attalaias», desde donde se vela el mar por donde vienen/ los atunes; y dicho atalaya manda la barca de segunda que/ está en el mar, con redes de esparto, haciéndole las señales con/ un lienzo de cinco varas que llaman la «toca» que, enten/d idas en el mar por el arráez de la barca, cala los atunes por/ el paraje que vienen, y también manda a todos los demás/ barcos que están en el mar, así con redes, como sin ellas,/ ayudado de los demás atalayas que tiene la torre, que/ los unos señalan con las CAPAS, y los otros con los SOMBREROS./ Y siendo infinitas y distintas las señales de que usan,/ que todas se entiendan en el mar, se omite el referido,//(r) y solo se hace presente que en la torre consiste en lograr/ matar golpes de atunes, si éstos los ven a tiempo, y/ que entran en el lance derechamente, siendo también/ preciso el que en el mar no se cometan «yerros» en que los/ arráeces sean prácticos e inteligentes como los proeles/ y caladores, pues cada uno de éstos deben observar las seña/ les y movimientos de la torre, así al tiempo de calar atu/ nes, como después de calados, observando los unos y los/ otros las experiencias practicadas en semejantes casos,/ y la oportunidad de las mareas de «jusente y montante»./ Y a este atalaya mayor le acompañan otras personas;/ atalayas, oficiales y aprendices, que si éstos fueren de ex/ periencia, vista e inteligencia, será conveniente./ Y estos empleos ha muchos años los ejerce Don Juan Ortiz/ Manuel de Mures, Ambrosio de Mures, Don Pedro Manu/ el, atalaya mayor de Zahara; Joseph Alarcón, Don Juan/ de Mures el menor, que es oficial, y otros dos hijos/ de Don Juan Ortiz Manuel de Mures, atalaya mayor, que son apren/ dices. Y todos ganan, cada día, un real y un medio de/ harina blanca cada uno, y por sus soldadas lo que consta/ ra en la contaduría en los asientos.//(v) 

[Fotografía no incluida en el artículo original] La torre de Castilnovo es la de mayor importancia en Conil después de la torre de Guzmán, ya que tenía doble misión: defensiva y de ayuda a la almadraba de su nombre. Formaba parte de un recinto amurallado, una pequeña fortaleza con alcaide, cargo de preeminencia con voz y voto en el cabildo de Conil. El recinto fue destrozado por el maremoto del 1 de noviembre de 1755. Fuente: “MonumentalNet”; fotografía de Antonio Leal, 27 abril 2020. 

Hay un ARMADOR MAYOR que rige y gobierna todas las redes,/ poniéndolas alistadas, y como deben estar para la pesca de/ atunes corrientes, y según arte, teniendo presente la altu/ ra del lance para que sean correspondientes las dichas redes, y/ que éstas, así las de cáñamo, como de esparto. Tengan las cruces/ correspondientes y peralto necesario, de forma que las plomadas/ vengan bajas y medio altas al centro, y que las bandas estén velan/do sobre el agua, dando así en estos, como en lo que toca a los «al/ xarfes», que son los copos. Las disposiciones para que entren bien enja/ monados, con igualdad, y poniendo en los alares los/ «Bollos de Barro» correspondientes en los claros, y que tengan el/ peso necesario, como también el que estén dichos «aljarfes» bien/ «enrrodettados» y juntos, para que éstos velen sobre el agua,/ y estén guardados los atunes, cuando estando cerca de la ori/ lla las redes de cinta, y acudan a oír de golpe; tocando a este/ empleo el que todos los barcos que pescan, se boten y varen/ a las horas que son precisas. Y, también, sale al mar con la/ barca de cita, y manda calar la red, habiendo visto/ los atunes dentro del esparto, y no en otra ma/ nera. Y, hallándose en el mar, gobierna desde el las/ manos, así de las redes de esparto, como las de cáñamo,//(r) haciendo las señales desde la proa de la barca con/ dos sombreros que lleva cada uno en su mano, cuyas se/ ñales se entienden en tierra por los ayudantes/ de capitán y armadores, que están en ellas go/ bernándolas para que no se cometan yerros por el mu/ cho gentío que tira de las cuerdas. Y dicho armador/ mayor debe celar y mirar los tiempos de mar y viento/ para que se pueda pescar sin arriesgar los barcos y/ redes. Y, en fin, es empleo que debe ejercerlo persona/ de toda experiencia y inteligencia; y han muerto en/ tres años dos armadores mayores, y se podrá encontrar/ otro que sirva este empleo que hoy vive en la villa/ de Vejer, llamado Antonio Jiménez, armador/ que ha servido en las almadrabas, conocido y de experien/ cia. Tiene cada semana una arroba de harina blanca/ y ocho reales para «minestras», y por la temporada se le dan/ veinte ducados, o lo que constare por la contaduría. Que/ los días que se ocupa en alistar las redes, antes de bo/ tar al mar la almadraba, se le da un real y medio/ de harina por cada uno para mantenerse.//(v) 

Fuente: Liliane M.ª Dahlmann, Directora-Conservadora del Archivo General Fundación Casa Medina Sidonia, y, Eugenio Chicano, Obra gráfica. Cuadernos del Rebalaje, N.º 50 / Enero-marzo 2022; publicado por la asociación cultural Amigos de la Barca de Jábega, ABJ, de Málaga. 

[CONTINUARÁ el próximo 14 diciembre 2022] 

No hay comentarios:

Publicar un comentario