viernes, 27 de diciembre de 2024

“CONIL EN VÍSPERAS DE LA BATALLA DE TRAFALGAR”, 5 de 15. ANTONIO SANTOS GARCÍA, Licenciado en Historia Universidad de Sevilla.

2.2.- Ganadería.- De la ganadería estamos peor informados. Sabemos que proporcionaba materias primas, alimentos y que era imprescindible para la agricultura y el acarreo. A mitad del XVIII, había en Conil casi 8.000 cabezas, destacando el bovino y el ovino.

Rojas no dice nada de las DEHESAS, pero en 1.778 había en el término unas 4.000 aranzadas de “pastos adehesados y del común”, equivalentes a más de una quinta parte del término. Las dehesas eran seis: 2 boyales concejiles (Dehesa de la Villa y El Lanchar), para los ganados de labor de todo el vecindario, una de caballos y potros (El Prado), otra yeguar (Roche y Pradillo), una concedida como arbitrio permanente (Pamplina), que se arrendaba, y, finalmente, una particular (Jandilla). El sobrante de la Dehesa de la Villa (La Vega de la Dehesa) se arrendaba para labor en beneficio de los Propios; en El Pradillo también había tierras de labor, que se abrían al pastoreo recogida la cosecha; y había igualmente cultivo en El Prado, en llanuras y vegas. Las mejores tierras para el ganado eran la Dehesa de la Villa y El Prado. El terreno de la primera era “de toda bondad, llano, enjuto y el más pingüe en yerbas, adornado de monte pardo baxo”; y aunque el segundo era “bastante frío y desabrigado, por carecer de monte baxo y alto, la yerba que produce es sustanciosa y de particular virtud nutritiva, que se atribuye a las muchas sales”.

Dehesas ganaderas, baldíos y tierras de cultivo, hacia 1.800. 

Los datos de Rojas apuntan a una notable disminución de la cabaña ganadera a fines del XVIII, o a una fuerte ocultación. La expansión del cultivo entre 1.755-78 se había realizado a costa de una disminución parcial de la dehesa, como hemos visto, pero no parece creíble la desaparición del ganado lanar, ni tampoco la drástica reducción de la cabaña. ¿Contabiliza Rojas todo el ganado, incluido el que pastaba en Vejer?. 

Aunque los números sean cuestionables, Rojas ofrece como siempre interesantes datos sobre aspectos muy diversos, aportando completísima información sobre precios, que no recogemos. Entre el VACUNO, había 80 bueyes destinados a la labor en yuntas por parejas y “no los matan hasta que ya no pueden o no quieren trabajar: sólo se labraba con ellos”. Todos los años, desde Pascua hasta Todos Santos, se matan en el pueblo unas 200 reses, que se llevan al matadero de Cádiz, aprovechando también sus pieles. Las vacas huelgan para criar y les producen 50 terneras cada año, pero no sacan partido de su leche (sólo en casa y los vaqueros). El toro que guardan para Padre no trabaja y suele venderse luego para torearlo en las fiestas. 

Pesebres en El Prado. 

El ganado CABALLAR lo utilizan para la trilla y también lo venden junto a caballos y potros. Las yeguadas producen 20 potros cada año. Hay también 5 caballos “de regalo” (de monta) y 2 de arriería. Pero a esta actividad se destinaban principalmente borricos y mulas. Había 1.000 CABRAS divididas en 3 hatos, de las que matan algún macho y las cabras viejas que ya no crían, consumiéndose 150 reses de cabrío y sus pieles. De su leche sacan anualmente 20 arrobas de queso. Hay también 400 PUERCOS, de los que matan 100 por año. También tienen 600 gallinas, 200 palomas y 200 colmenas. 

Fuente: Boletines “LA LAJA” (Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil), núms. 5 y 6, 2.005-2.006. 

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