sábado, 27 de abril de 2024

CONIL DURANTE LA OCUPACIÓN FRANCESA (1810-1812), 2.

Como se decía en la anterior entrada con esta misma temática, una vez finalizada la ocupación francesa de la Villa de Conil, y tan solo a los dos meses de la retirada de las tropas invasoras, se abre un proceso contra los “colaboracionistas” durante aquella nefasta situación (legajo 281), personalizado en el Corregidor, cuatro Regidores y el Escribano. José Moreno Pacheco, o simplemente José Pacheco, el Corregidor, que en palabras de Francisco González Ureba, custodio y lector apasionado durante largos años de todo el legajo, lo define como “hombre de agrio carácter, de proceder despótico, insultante y retador se hizo blanco de todas las antipatías y odios del vecindario”, será el principal protagonista de las declaraciones de los reos y testigos, como se podrá comprobar en el texto que se transcribe hoy, en boca de uno de los afectados por el proceder de aquel personaje. 

[Ambientación] “Los desastres de la guerra: Así sucedió”, Francisco de Goya y Lucientes., Aguada bruñida, aguafuerte, buril, punta seca sobre papel avitelado, ahuesado, 156x209mm. Muestra a unos soldados franceses expoliando reliquias y objetos litúrgicos del interior de un edificio religiosos tras agredir a un sacerdote [ALGO SIMILAR DEBIÓ PASAR EN Conil, en el Convento de la Victoria]. Fuente: Museo del Prado, Madrid. 

TESTIMONIO DEL TESTIGO ANTONIO GARCÍA: « En la villa de Conil a cinco de octubre de mil ochocientos doce, de llamado del Aguacil Francisco Reina, ante el Señor Don Juan Francisco de Biscasillas, Juez Ordinario de Primera Instancia, en comisión en ella, fue comparecido Antonio García de su vecindario, de ejercicio ARRIERO, de quien su Merced por ante mí el Escribano [Antonio Vázquez Jaldón] recibió juramento que hizo según dijo y prometido decir verdad fue preguntado al tener de la cita que le hace Antonio Ortiz [otro testigo] en la declaración testimoniada en el que precede folio cinco, ENTERADO DIJO: 

[Ambientación] Gastronomía, tablas, música y danza en una fonda española, grabado de madera. Fuente: “alamy punto es”. 

Que es cierta la cita que de él hace Antonio Ortiz y que el pormenor de aquel suceso había sido que a fines de mayo último o principios de junio [1812] habiendo el declarante traído a su casa SIETE CARGAS DE BARRILES DE CONDUCIR VINO, de orden del Corregidor Don José Pacheco le TOMARON CUATRO CARGAS PARA EL SERVICIO DE LOS FRANCESES, pero noticioso el mismo Corregidor de que todavía le restaron tres cargas, SE LE MANDÓ TAMBIÉN ENTREGAR diciéndole que su valor le serviría por pago de los contingentes que devengare de contribuciones. Que García como que había comprado LOS BARRILES PARA GANAR SU VIDA CON EL TRÁFICO DEL VINO QUISO RESERVASE UNA CARGA HABIENDO ENTREGADO LAS DOS RESTANTES comprendidas en el último pedido, pero Pacheco, SIN LA MENOR CONTEMPLACIÓN, SE LA HIZO TAMBIÉN PRESENTAR. Que habiendo por fin querido hacer uso de la promesa de pago de sus barriles en contribuciones se abstuvo de pagar dos meses por los cuales DEBÍA OCHO DUROS según el reparto que se le había hecho, MAS PACHECO LE MANDÓ LLAMAR, y le APERCIBIÓ QUE PAGASE. Habiéndole hecho presente García la calidad con que le había exigido la entrega de las tres cargas de barriles, manifestándole HABERLE QUITADO CON ELLOS EL MODO DE GANAR SU VIDA Y LA DE SU FAMILIA Y ADEMÁS EL DINERO DE SU COSTO Y QUE TUVIESE EN CONSIDERACIÓN QUE ERA UN POBRE ACREEDOR A CARIDAD para que no se le exigiesen de nuevo una contribución que tenía ya pagada, le contestó Pacheco CON LA MAYOR SOBERBIA, que si había tomado los barriles era porque así lo hacía con todo lo que necesitaba, que no había arbitrio que pagase y callase la boca, QUE HASTA LAS ENTRAÑAS LE SACARÍA SI ERA MENESTER. Y habiéndose hallado García sin dinero a mano para hacer el pago, mandó Pacheco SE LO LLEVASEN A LA CÁRCEL, para donde salió de su presencia conducido por Antonio Vega, Sebastián García y dos soldados franceses, aunque no llegó a la prisión porque halló en la calle a un amigo que le prestó el dinero, el cual retrocedió a entregar a Pacheco quien lo recibió, habiendo tenido además el testigo que dar dos pesetas a cada soldado. 

[Ambientación] Transporte de barriles de vino. Fuente: “alamy punto es”. 

Preguntado si en alguna otra ocasión le maltrató o sabe lo hubiese hecho a alguna otra persona dijo: Que el testigo no tuvo otra ocurrencia con él pero que el CLAMOR DEL PUEBLO NO CESARÁ CONTRA SU MAL TRATAMIENTO, tanto en personas de su sexo como del otro, pues que a TODO EL MUNDO INSULTABA CON SU ALTIVEZ Y ORGULLO, y quitaba de su presencia a empujones, como así lo había oído decir de público y notorio y vio el testigo suceder repetidas veces, una de las cuales hace memoria fue en el mismo día en que sucedió a García el atropellamiento que tiene declarado, y la ejecutó Pacheco en la mujer del montañés José del Moral, y aun en la persona de este mismo a causa de haberse ido a suplicar sacase de la cárcel, adonde había mandado conducir a un hijo de éstos obligándose sus padres a pagar lo que él debiera a pesar de lo cual Pacheco los sacó A PATADAS Y EMPUJONES de la presencia echándolos a RODAR POR LA ESCALERA QUE HAY PARA SUBIR AL CUARTO DONDE TENÍA LA JUNTA. Que es cuanto sabe y puede decir en razón de Pacheco. 

[Ambientación] Barriles de vino. Fuente: “alamy punto es”. 

Preguntado si alguna o algunas personas tomaban parte y apoyaban la conducta del Corregidor Pacheco DIJO. Que sólo sabe eran sus íntimos Antonio Borrego y el Escribano Don Fernando Pantoja [ambos también incursos en este proceso]; que estos últimos ningún daño le habían hecho, pero que oía decir AL PUEBLO QUE TODOS TRES DEBÍAN SER QUEMADOS.

Preguntado en qué fundaba el pueblo estos clamores contra Borrego y Pantoja DIJO:

Que en TODOS TRES ERAN UÑA Y CARNE y de ellos comprendían derivarse también la aflicción con que se les trataba. Que es cuanto sabe y puede decir en razón de lo que ha sido preguntado, y la verdad en cargo de su juramento en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración, que es de edad de cuarenta años, que no firma por decir no saber. Lo hará su Merced, doy fe. Lo firman y rubrican Juan Francisco de Biscasillas y Antonio Vázquez Jaldón

Fuente: “Conil durante la ocupación francesa”, pp. 88-89, Jaime Aragón Gómez, Ana Souto Rodríguez y Jorge Paz Pasamar; Excmo. Ayuntamiento de Conil de la Frontera, 2004. 

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