Nos
cuentan Antonio Santos y Francisco Velázquez-Gaztelu, en su libro
“Conil de la Frontera”, que los jefes de la Milicia Nacional de
Conil, Pedro Moreno y Pedro Pestime, juntos a una gran parte de la
población, se concentran frente a las Casas Capitulares, exigiendo
el reparto de tierras. Un mes después, en octubre, temiendo algún
alboroto por el estado excitación de la gente, se procede a la
entrega entre los vecinos de tierras en Zorreras, Labrados y Tornos
del Duque. Los propietarios, entre ellos María Lobatón, viuda de
Gregorio Borrego, reclaman sus derechos, y, la Diputación Provincial
se pone de sus partes para que se respete el arriendo de aquélla, y
quede sin efecto el reparto realizado. El Ayuntamiento expone una
serie de argumentos en contra, que no son atendidos, y se impone la
orden de Diputación, con lo que muchas familias y jornaleros
agraciados deben abandonar las suertes de tierras, eso sí, por la
fuerza de las armas, de aquí y venidas de Vejer. La burguesía
propietaria y la nobleza, fuertemente aliadas, obtuvieron el fallo
que esperaban de acuerdo a sus intereses.
Fuente:
“El Castellano”, núm. 1388, del sábado 2 de enero de 1841.
Fuente: “El Correo Nacional”, núm. 1076, del domingo 3 de enero de 1841 .
Fuente:
“El Católico”, núm. 310, del lunes 4 de enero de 1841.
Fuente:
“El Correo Nacional”, núm. 1077, del lunes 4 de enero de 1841.
Fuente:
“Los pueblos de la provincia de Cádiz. Conil de la Frontera”,
pág. 117. A. Santos y F. Velázquez-Gaztelu. Diputación de Cádiz,
1988.
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