lunes, 24 de febrero de 2020

CONIL Y SUS SALINAS (1822).

Uno de los avisos contenido en este recorte se refiere a las salinas existentes en Conil, localizadas al otro lado del río Salado, y muy cercana a la playa, en una amplia zona baja, de marisma, donde hoy en día apenas se distinguen los muros de formación de las piscinas de evaporación. Esta actividad era muy importante, ya que la sal era imprescindible en el manejo del atún, como único sistema de conservación.



Fuente: “Diario Mercantil de Cádiz”, Núm. 2289, del domingo 10 de noviembre de 1822.


Plano de las salinas de Conil, para el 
Excmo. Sr. Duque de Medina Sidonia. Año 1777.

De la web de la Asociación Bahía de Cádiz, entresacamos: “En el tránsito de la Edad Media a la Moderna, El Puerto de Santa María, dependiente de la jurisdicción del duque de Medinaceli, era el principal foco productor de sal en la Bahía de Cádiz. Buena parte de la sal portuense se destinaba a las almadrabas emplazadas en la costa, principalmente a las de CONIL y Zahara, aunque también se abastecían de ella los pescadores de San Vicente de la Barquera (Cantabria) y los anchoveros de Málaga. Tal era el volumen de sal requerida por el sector pesquero y en especial el almadrabero que, a pesar de disponer de salinas propias en Tarifa, San Fernando, Rota y Sanlúcar de Barrameda, la casa ducal de Medina Sidonia, la principal titular de estas pesquerías, se veía obligada a comprar grandes partidas de sal en El Puerto de Santa María”.
Dibujo de las salinas de El Puerto de Santa María. Anton Van Den Wyngaerd, 1567.


Sal para las almadrabas del duque de Medina Sidonia 
(El abastecimiento de las pesquerías de atún y Zahara 
en la primera mitad del siglo XVI). 
Antonio Moreno Ollero.
De este completo y esclarecedor trabajo extraemos dos párrafos, dejando el enlace aquí, para la descarga completa del artículo.
En el abastecimiento de sal de las almadrabas de la Casa ducal también fueron importantes las salinas de Vejer - situadas en el término de Barbate y las de Conil, otras dos villas pertenecientes al mayorazgo de los Medina Sidonia. Al igual que ocurre con el caso de Sanlúcar, estas salinas empezaron a adquirir importancia a partir de los años treinta del quinientos. En ambos casos, dada la cercanía de las almadrabas a las salinas, la sal se llevaba en carretas tiradas por bueyes. El duque enviaba a los mayordomos de las carretas de las almadrabas para que cargaran y transportaran la sal.
Tanto en Conil como en Vejer las salinas eran propiedad de vecinos de estas villas de la Frontera que vendían prácticamente toda la producción de sal al duque, o al menos se procuraba. Ya en 1528 se tomó un concierto con un vecino de Vejer para que toda la sal que hiciere la llevara y pusiera en el cargadero para la almadraba de Zahara, a precio de dos reales el cahíz. Evidentemente, toda la sal de Vejer – ubicadas en el término de Barbate – iba destinada a esta almadraba de Zahara, situada a muy escasa distancia”.
Fuente: “CARTARE”, Boletín del Centro de Estudios de la 
Costa Noroeste de Cádiz. N.º 8, Año 2018.

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