Esta
macro obra de Historia consta de 112 volúmenes, más uno de índice
parcial (hasta el tomo 61), contemplando cada uno de ellos un tema
específico de la Historia de España; así, los tres primeros
tratan, respectivamente, de “Documentos relativos a Hernán
Cortés”, “Proceso original que la Inquisición de Valladolid
hizo al maestro Francisco Sánchez de Brozas, llamado Brocense” y
“Correspondencia entre Don García de Toledo, cuarto marqués de
Villafranca y el Sr. Don Juan de Austria”. Esta magna colección
estuvo a cargo de varios autores, destacando los marqueses de Pidal
(1) y Miraflores (2), Miguel Salvà (3), Martín Fernández de
Navarrete (4), Pedro Sáinz de Baranda, José Sancho Rayón, … y
fue compuesta entre 1842 y 1895.
Pinchando
AQUÍ, se puede acceder a la totalidad de la obra, siendo muy
recomendable para los amantes de la Historia, y, particularmente,
para aquellos que deseen ampliar las escuetas referencias encontradas
de CONIL y copiadas aquí.
Buscando
las reseñas de CONIL, hemos seleccionado el Tomo XXXIX,
publicado en 1861, con documentos recopilados por los tres primeros
autores referidos anteriormente, y tiene por sugerente título:
“Crónica de los duques de Medina-Sidonia”.
Notas:
(1) Pedro José Pidal y Carniado (1799-1865), que fue marqués de Pidal y vizconde de Villaviciosa. También fue político, medievalista, historiador, crítico literario y diplomático, así como ministro de la Corona, senador, embajador en Roma, director de la Real Academia de la Historia y académico de la Real Academia Española, benefactor del Real Sitio de Covadonga y caballero de la Orden del Toisón de Oro. Wikipedia, enciclopedia libre.
Martín Fernández de Navarrete,
por Francisco Díaz Carreño, 1881, Museo del Prado (Madrid).
Wikipedia, enciclopedia libre.
(2) Manuel Pando Fernández de Pinedo (1792-1872), político e historiador español, marqué de Miraflores y de Pontejos, conde de Villapaterna y de la Ventosa, señor de Villagarcía del Pinar de Miraflores, caballero de la Orden del Toisón de Oro, caballero de la Orden de Carlos III y caballero de la Legión de Honor francesa y de la Orden de Cristo portuguesa. También fue presidete del Consejo de Ministros de España en dos ocasiones durante el reinado de Isabel II de España y también ministro de la Gobernación y de Estado y presidente del Senado. Wikipedia, enciclopedia libre.
Retrato de Manuel Pando
Fernández de Pinedo, 1879, reproducción fotográfica (óleo sobre
lienzo), colección Senado de España. Wikipedia, enciclopedia libre.
(3) Miguel Salvà y Munar (1791-1873), fue un religioso y académico español, bibliotecario mayor de Isabel II.
Miguel Salvà, grabado de Marcelo
París por dibujo de Daniel Perea, aparecido en la “Ilustración
Española y Americana”, año XVII, n.º XLV, 1 de diciembre de
1873. Wikipedia, enciclopedia libre.
(4)
Martín Fernández de Navarrete (1765-1844), marino, escritor,
político, biógrafo, geógrafo e historiador español. Gran Cruz de
la Orden de Isabel la Católica, miembro de la Real Academia Española
y de la Real Academia de la Historia. Wikipedia, enciclopedia libre.
Martín Fernández de Navarrete,
por Francisco Díaz Carreño, 1881, Museo del Prado (Madrid).
Wikipedia, enciclopedia libre.
La
“Crónica de los Duques de Medina-Sidonia”, escrita por el
Maestro Pedro de Medina (5) en 1561, se conserva, según los tres
autores referidos, “en el archivo del Duque de Medina-Sidonia,
en un códice (1) en folio, bastante voluminoso, pero tan
corroidas por la acción de la tinta algunas de sus hojas, que tal
vez dentro de poco será imposible su lectura. La letra es clara y
limpia, y en lo general tan esmerada su ejecución, que hay motivo
para sospechar que fué el ejemplar mismo que el autor puso en manos
de la noble señora á quien la dedicaba.
Leida
con toda atención esta Crónica, nos hemos convencido que con su
publicación se hacia un verdadero servicio á la historia nacional,
pues al teger el autor las vidas de los doce primeros individuos de
la familia Guzman, cuya serie toma principio en el siglo XIII,
entrelaza naturalmente, como se deja conocer, los hechos ocurridos
durante los tres siglos que recorre, periodo fecundo por cierto en
importantes y gloriosos acontecimientos.
(1)
La descripción de este códice y la copia que nos sirve de texto,
son de D. Martin Fernandez Navarrete, que hizo este trabajo en 1849.”
[se
ha respetado la ortografía original].
Nota:
(5)
Pedro de Medina (1493-1567), matemático, geógrafo, cartógrafo,
astrónomo, historiador y polígrafo español del Renacimiento.
Wikipedia, enciclopedia libre.
El Prólogo de la “Crónica”
es un ejemplo de exagerado tratamiento de respeto de un vasallo, el
maestro Pedro de Medina, para con su dueña y señora, no olvidando que estamos en 1561. Se reproduce sólo la primera página de las cinco
que consta, para tener una idea de la redacción tan respetuosa y
loable.
Para encontrar la primera
referencia de CONIL, que aparece en esta “Crónica” hay que ir al
Capítulo XL, último del “Segundo Libro”, titulado “Como la
villa de Conil entró en el estado de Sanlúcar en tiempo de D.
Alonso Perez de Guzman el Bueno, en la cual labró un castillo que
hoy tiene”.
En el capítulo
anterior, como se puede observar en la reproducción, está la
entrada de Chiclana en el señorío de Sanlúcar.
En
cuanto a CONIL, se describe que fue el rey Sancho IV el que hizo
merced al Conde, de poder calar las almadrabas aquí, iniciando éste
la construcción de un recinto amurallado, con una gran torre en el
centro, para la guarda de gente y pertrechos. Habrá
que recordar que, D. Alonso Pérez de Guzmán recibió esta merced
como premio por la defensa de
la plaza de Tarifa ante el
asedio de granadinos y benimerines, hecho
que tuvo lugar en 1294.
Otra
entrada de CONIL, en el Capítulo Primero, del Libro Cuarto, está
relacionada con la visita que hizo el joven rey Pedro I, de
Castilla, a Sanlúcar de Barrameda, y el proyecto que tenía de
“holgar” y visitar, junto con el también joven Don Alonso Pérez
de Guzmán, las almadrabas, pero un altercado con unas galeas del
rey de Aragón, comandadas por un catalán
y amarradas en el puerto de
aquella población, le obligó a cancelarla y CONIL se quedó, por
esta vez, sin una sonada visita real.
La
siguiente referencia se encuentra en el Libro Sexto, Capítulo
Primero. Don Enrique Alonso de Guzmán, quinto Señor de Sanlúcar, gracioso y gran gastador, con muchas ganas de
guerrear a los moros y rescatar Gibraltar, que había sido tomada de
nuevo por ellos, con lo que aseguraría las almadrabas de CONIL y
otras villas.
CONTINUA
EN LA SEGUNDA PARTE.
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