lunes, 17 de febrero de 2020

CONIL Y LA GUERRA DE SUCESIÓN: 1700-1711 (I).


Esta guerra internacional fue causada por la muerte sin descendencia del rey de España Carlos II, de la Casa de Habsburgo, y la instauración de la Casa de Borbón en la persona de Felipe V. Duró desde 1701 hasta que se firmó el Tratado de Utrecht en 1713. En el interior se tradujo en una guerra civil entre borbónicos, Corona de Castilla, y austracista, Corona de Aragón, con pérdida de estos últimos. En el exterior, los principales escenrios fueron la cuenca del Rhin, Italia y Flandes; contra España y Francia, se enfrentaron, en distintas fases, Inglaterra, Países Bajos, Austria, Portugal, Prusia y otros estados alemanes, Ducado de Saboya, ... formando lo que se llamó la Gran Alianza.

Carlos II de España, último rey español de la 
dinastía Habsburgo, por Wilhem Humer.
(Wikipedia, la enciclopedia libre)

Destacaron entre los generales franceses Villars, Vendôme y el Duque de Berwick; mientras que los aliados contaron con el general inglés Malborough (el célebre Mambrú de las coplas española) y el prícipe Eugenio de Saboya.


Proclamación de Felipe V como rey de España, en el palacio de 
Versalles (París), el 16 de noviembre de 1700, por François Gérard.
(Wikipedia, la enciclopedia libre)

A pesar de las derrotas sufridas por los franco-españoles en los campos de batalla de Europa y de que el pretendiente don Carlos de Austria lograra entrar dos veces en Madrid, la guerra se decidió en España con los triunfos de Almansa, Brihuega y Villaviciosa, que dieron el trono español a Felipe de Borbón.

El fin de la guerra se aceleró con la muerte del emperador José I, hijo mayor de Leopoldo. El archiduque Carlos heredó entonces el Imperio, e Inglaterra se retiró de la lucha, y los demás se decidieron por la paz, pues no interesaba que el archiduque Carlos, ya emperador, fuera también rey de España.

La paz de firmó en Utrecht, y en ella se restauró el equilibrio europeo establecido en Westfalia y alterado después por la hegemonía francesa. Los Habsburgo de Austria perdieron la corona española, pero España tuvo que cederles sus posesiones europeas: Países Bajos del Sur, Luxemburgo y las posesiones italianas (Milanesado, Cerdeña, Nápoles), excepto Sicilia, que pasó al duque de Saboya. Inglaterra fue la más beneficiada, al quedarse con Menorca, y la plaza de Gibraltar, de las que se había apoderado durante el conflicto. Francia perdió, en beneficio de Inglaterra, Terranova y parte de Canadá a cambio del establecimiento de la dinastía Borbón en España.

Por su interés en la historia de CONIL, se reproduce el trabajo titulado “LAS REPERCUSIONES DE LA GUERRA DE SUCESIÓN EN UNA VILLA DEL DUCADO DE MEDINA SIDONIA: CONIL DE LA FRONTERA (1700-1711)”, de los autores FRANCISCO JAVIER HERNÁNDEZ NAVARRO, FRANCISCO JAVIER GUTIÉRREZ NÚÑEZ y PILAR YBÁÑEZ WORBOYS, los dos primeros de la Universidad de Sevilla y la segunda de la de Málaga.

Dada su extensión, se reproducirá en siete entradas, de manera continuada, a lo largo de la presente semana.

1. CONIL DE LA FRONTERA “TORRE DE GUZMÁN” A PRINCIPIOS DEL SETECIENTOS.

Bajo este apelativo la villa de Conil “Torre de Guzmán” de la Frontera, como aparece denominada en la documentación municipal de principios del s. XVIII, se caracterizaba por ser una ciudad en franca decadencia tras pasar la época dorada de la pesca del atún de mediados del Seiscientos. Se trataba de una urbe amurallada y abaluartada con cuatro puertas y asentada en una colina de suave pendiente, donde a intramuros se encontraba una parroquia, tres ermitas y una chanca cercana a la playa. Al lado de esta última se encontraba una pequeña fortaleza coronada con una torre de homenaje (llamada Torre de Guzmán), del s. XV 1, al parecer desartillada y sin guarnición. A extramuros, junto al punto más elevado de la muralla, se encontraba el convento de mínimos de Nuestra Señora de las Virtudes, fundado con el patronazgo del duque de Medina Sidonia en 1567; también se encontraban un conjunto de edificaciones permanentes como otras de chozas donde se alojaban la población más pobre y la procedente de otros lugares para la temporada de la almadraba2. A lo largo de la playa y de los acantilados cercanos también había chozas con huertas pertenecientes a los jabegueros y pescadores3. Comparado con las otras villas colindantes de Chiclana de la Frontera, Vejer de la Frontera y Medina Sidonia, y pertenecientes jurisdiccionalmente al señorío de los duques de Medina Sidonia, el término de Conil era reducido; aunque es difícil delimitar el municipio tierra adentro en esta época, sí por la costa donde en un trecho de poco más de tres leguas donde tenían sus límites por el norte en la torre del Puerco y por el sur la torre de Castilnovo4.

Conil demográficamente también estaba en plena decadencia. Rodrigo Méndez Silva en su Población General de España nos indica el dato de que poseía 600 vecinos (± 2700 hab.) entre los años 1645-1675, cénit de las grandes épocas de las almadrabas de la localidad; años después, en 1690, fray Gerónimo de la Concepción copia los mismos datos des anterior autor y nos proporciona el mismo dato5. Pero en las actas capitulares de los años que hemos estudiado nos proporcioan el dato de que Conil poseía en el año 1706 alrededor de 270 vecinos (± 1215 hab.)6, en un exhaustivo padrón del Archivo Ducal de Medina Sidonia datado en enero de 1708 nos proporciona el dato de 307 vecinos (± 1381 hab.)7, y en 1710, después de la crisis demográfica de 1709 que más adelante comentaremos, nos indica una bajada de la población cuando el cabildo indica tener 200 vecinos (± 908 hab.)8. Estos datos nos lleva a la conclusión de que hay claramente una ocultación de vecinos por parte del cabildo, algo normal en todos los consistorios de Andalucía en tiempos de guerra para minimizar todo lo posible la contribución de los mismos a la Corona, y el declive demográfico que padecía la villa a principios del XVIII rematada posteriormente por la crisis de 1709.

La importancia económica de Conil como territorio dentro del señorío era relativamente escas, lo observamos en las pocas posesiones territoriales que poseía el duque ya que el 80% de las tierras eran de Propios, comunales y de baldío, debido a su reducido término y escasa población. Pero en compensación a esta falta de interés por los terrenos conileños, poseía los beneficios directos de la pesca del atún, extraordinariamente altos media década antes9. Aunque la actividad pesquera del atún no había desaparecido totalmente de Conil era ya una mera sombra de lo que fue, el número de capturas fue sólo de 405 ejemplares pescados correspondientes al período 1700-1709, nada que ver con las épocas doradas de la almadraba conileña de mediados del siglo XVI cuando se pescaban en algunos años más de 62000 atunes10. La actividad económica era fundamentalmente agrícola y ganadera: alrededor de la quinta parte de las tierras de Conil se dedicaban al cultivo, teniendo el cultivo de la cebada y el grano su mayor exponente, y en menor medida las huertas y los árboles frutales; otra quinta parte de las tierras se dedicaban al pasto y a la ganadería; el resto, estaban formados por pinares, chaparrales y monte bajo de los cuales se sacaba algún aprovechamiento como los piñones y la bellota que era sacada a la venta todos los años11.

La villa de Conil estaba subordinada al corregimiento de Chiclana de la Frontera cuando esta se independizó de la localidad de Medina Sidonia en 1626, todas ellas pertenecientes a la jurisdicción de los duques de Medina Sidonia. Realmente no sabemos a ciencia cierta cuando se independizó la villa de Conil del corregimiento de Chiclana, aunque Bohórquez Jiménez indica el año de 1711 encontramos en las actas capitulares conileñas que en ese año se sigue todavía nombrando al corregidor de ambas villas a una sola persona, en este caso a Gonzalo Torres y Mendoza12.

Aunque compartían corregidor, el ayuntamiento de Conil tenía su propio y peculiar organigrama ratificado directamente cada año, en teoría, por el duque de Medina Sidonia. Se componía de un alguacil mayor, en el cual delegaba el corregidor la gestión del municipio; 3 ó 4 regidores, dependiendo del año con voz y voto en el cabildo, que se dedicaban a organizar y supervisar diversos servicios de la vida social y económica de la villa; dos alcaldes ordinarios, encargados de juzgar los pleitos civiles y criminales hasta una cifra específica; un síndico procurador, que velaba por la defensa de los intereses de la comunidad; un depositario general, encargado del manejo de los caudales de los depósitos municipales; dos alcaides, ambos con voz y voto en el cabildo, uno de la torre de Castilnovo, que no era más que un título honorífico heredero de años pasados, de cuando alrededor de dicha torre se organizaban las almadrabas del duque en Conil, y otro de la fortaleza de la localidad o de la “Torre de Guzmán”, cargo en el que se proyectaba la organización y la jurisdicción militar de las milicias de la villa; un padre general de menores que se encargaba del cuidado de los huérfanos menores de edad; un escribano de cabildo, cargo que durante décadas se compaginó con la escribanía de número de la localidad y en el periodo estudiado aglutinaba además el de capitán de guerra, máxima jerarquía militar de la compañía de milicias concejiles; amén de nombramientos cadañeros de los diputados y de los representantes gremiales locales13. Por supuesto, las personas que detentaban la cúspide de la pirámide local de Conil eran los que poseían los cargos municipales. El ayuntamiento o “regimiento” se financiaba en su mayor parte por los impuestos indirectos com las alcabala y las tercias que representaban el 50% de los ingresos; el arrendamiento de las tierras de propios daba escaso fruto por la mala explotación que se realizaba de las mismas, y por la escasez de tierra buena para el cultivo14.”
[continuará]

1.- SANTOS GARCÍA, A., “La Torre de Guzmán en 1411”, Boletín La Laja, 3. 2003. Consultada la edición digital: http://www.lalaja.org/305.html.
2.- SANTOS GARCÍA, A., “El casco antiguo de Conil: evolución histórica”, Boletín La Laja, e. 2003. Consultada la edición digital: http://www.lalaja.org/302.html.
3.- SANTOS GARCÍA, A., y VELÁZQUEZ-GAZTELU,F., Conil de la Frontera, Cádiz, 1988, pp. 54-56; GONZÁLEZ UREBA, F., “La arquitectura religiosa de Conil: reflejo de la religiosidad popular e individual”, Revista de Feria y Fiestas en Honor de N.S. de las Virtudes, sep. 2001.
4,- GONZÁLEZ UREBA, F., Torre del Puerco: historia y actualidad”, Revista de Feria y Fiestas en Honor de N.S. de las Virtudes, sep. 1997. SANTOS GARCÍA, A., Defensas de Conil: Las torres vigías de la costa”, Boletín La Laja, 4. 2004. Consultada la edición digital: http://www.lalaja.org/articulos/405.html.
5.- SANTOS GARCÍA, A., y VELÁZQUEZ-GAZTELU,F., op. Cit., pp. 52-53. En un mapa de los dominios del Ducado de Medina Sidonia, presuntamente realizado durante la segunda mitad del s. XVII, señala que Conil tenía 670 vecinos (± 3015 hab.). Archivo Histórico Nacional, Secc. Nobleza, Osuna, doc. 127 (32): Descripción de los Estados del Excmo Señor Duque de Medina Sidonia, Conde de Niebla y de los lugares comarcados.
6.- (A)rchivo (M)unicipal de (C)onil de la (F)rontera, (A)ctas (C)apitulares, libro 9, s.f. Cabildo: 27 de enero de 1706. Agradecemos al personal del archivo, Carmen Gomar y María José Cabezas, toda la ayuda que han prestado a los autores en sus investigaciones.
7.- Agradecemos al historiador Antonio Santos García el haber compartido los datos de este padrón, fruto de sus investigaciones en el Archivo Ducal de Medina Sidonia.
8.- A.M.C.F., A.C., libro 9, s.f. Cabildo: 15 de abril de 1710. Alrededor del 60% de la población era jornalera y arriera. En otras obras, se indica, aunque hipotéticamente y a través de datos del Archivo General de Simancas, que en el periodo 1709-1718 en Conil hay una población de 104 vecinos, confirmando el nivel mínimo de habitantes aunque exagerado a la baja el dato (se refleja también una recuperación en años posteriores indicando que en 1725 hay 670 vecinos (PONSOT, P., Atlas de Historia Económica de la Baja Andalucía (siglos XVI-XIX), Granada, 1986, p. 107).
9.-SANTOS GARCÍA, A., y VELÁZQUEZ-GAZTELU,F., supra, pp. 60-68.
10.- URTEAGA, L. y MURO, I., “Una serie histórica sobre producción pesquera: las almadrabas de la bahía de Cádiz (1525-1763)”, Estudios Geográficos, 54/211, 1993, pp. 323-353; GUILLAUME-ALONSO, A., “Conil, año 1563: una almadraba espectacular”, Boletín La Laja, 7. 2006, pp. 29-38.
11.- SANTOS GARCÍA, A., y VELÁZQUEZ-GAZTELU,F., op. cit, pp. 80-85.
12.- “Se nombra como corregidor y capitán de guerra de las villas de Chiclana y Conil a Don Gonzalo de Torres y Mendoza” (A.M.C.F., A.C., LIBRO 100, S.F. Cabildo: 17 de junio de 1711); BOHÓRQUEZ JIMÉNEZ, D., Gobierno y Hacienda municipal en el Ducado de Medina Sidonia durante la Edad Moderna: Chiclana de la Frontera, Cádiz, 1995, p. 80.
13.- Ver Apéndice: Organigrama del Municipio de Conil. Se ha podido realizar gracias a los datos aportados por las actas capitulares de los Archivos Municipales de Conil y Chiclana, y por los Protocolos de Conil del Archivo Histórico Provincial de Cádiz.
14.- SANTOS GARCÍA, A., y VELÁZQUEZ-GAZTELU,F., supra, pp. 90-93.

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