Era
muy frecuente en épocas de penurias y férreo control de la
moralidad católica, el abandonar a los recién nacidos en
instituciones de beneficencia llamadas casa de expósitos, inclusas u
orfanatos. Solía tratarse de niños procedentes de partos fuera del
matrimonio, o huérfanos de padres en situación de extrema pobreza.
En Cádiz existía una de estas casas, que entre su funcionamiento
estaba el dar temporalmente a algunos niños al cuidado de una madre
de fuera de la institución (“en crianza con amas esternas”), en
esta situación se encontraban 6 niños en CONIL. Repasando la reseña
reproducida, no tenemos más remedio que estremecernos por el
dramatismo de los datos que se aportan, sobre todo el referido al
número de muertos dentro del establecimiento, 11 solamente en el mes
de julio. También es muy llamativa la relación de donativos
realizados por “Señoras” de bien y, lógicamente, de buena
situación económica, que calmaban sus conciencias, en aquella
sociedad de acusadas diferencias sociales, supliendo una necesidad
que debería ser cubierta por organismos públicos.
Fuente:
“Diario Mercantil de Cádiz”, Núm. 4751, del jueves 6 de agosto
de 1829.
No hay comentarios:
Publicar un comentario