GABINO ARANDA es otro, uno más, de los insignes titulares del callejero de CONIL que a todo el vecindario le “suena”, pero la cruda realidad delata que es un perfecto desconocido, sobre todo para las últimas generaciones de vecinos, muy alejadas de las vivencias que el personaje tuviera con esta Villa; se une así a otros personajes, tales como JOSÉ VELARDE, Capitán PÉREZ MORENO, PASCUAL JUNQUERA, …
Se pretende con esta serie de entradas en el blog (todoconil.blogspot.com), de una manera muy modesta, la recopilación y publicación de los datos biográficos de estos personajes, y conseguir con ello, que forme parte del acervo conileño.
Se aprovechará los pasajes de su vida para incardinarlos en el contexto histórico correspondiente, y, aprovechando la ventana que nos ofrece internet, dar a conocer y ampliar los hechos o acciones donde la figura hubiera participado.
Retrato del general español Baldomero Espartero (1793-1879), príncipe de Vergara y regente de España, obra del pintor Antonio María Esquivel. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
El período que abarca la vida del General GABINO ARANDA se caracterizó en España por la consolidación del liberalismo, la limitada industrialización, la inestabilidad política y el auge del nacionalismo, tanto nacional como periférico.
La población española creció significativamente, aunque el éxodo rural hacia las ciudades fue una constante.
La sociedad estamental del Antiguo Régimen fue sustituida por una sociedad de clases, aunque la aristocracia terrateniente mantuvo su influencia.
La industrialización fue más lenta en comparación con otros países europeos, con la agricultura como sector predominante y crisis de subsistencia frecuentes.
Las ciudades experimentaron un aumento poblacional, especialmente las industriales, aunque la falta de infraestructuras y servicios básicos, generó problemas sociales.
Se instauró una monarquía parlamentaria, pero con deficiencias democráticas, caracterizada por el turnismo entre partidos conservadores y liberales, con fraude electoral generalizado.
La Restauración borbónica, a partir de 1875, intentó estabilizar el sistema político, pero el caciquismo y la falta de participación ciudadana minaron su legitimidad.
El Sexenio Democrático, 1868-1874, fue un periodo de intentos de cambio político, con la proclamación de la Primera República, pero fracasó debido a la inestabilidad y los conflictos internos.
La pérdida de las últimas colonias españolas en América: Cuba y Puerto Rico, y Filipinas, en 1898, tras la guerra hispano-estadounidense, supuso un duro golpe para el país y un cuestionamiento del sistema político y social.
Óleo de militar y político Ramón María Narváez y Campos (1800-1868), capitán general del ejército español, primer duque de Valencia, Grande España y presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones durante el reinado de Isabel II, por el pintor Vicente López Portaña. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Se fortaleció el nacionalismo español, especialmente tras la pérdida de las colonias, con un deseo de recuperar la grandeza desaparecida. Surgieron, y se consolidaron, nacionalismos periféricos, como el catalán y el vasco, que buscaban mayor autonomía o incluso la independencia.
Durante este convulso período tuvieron lugar las Guerras Carlistas, con conflictos civiles y militares que enfrentaron a los partidarios de la dinastía Borbón (liberales) con los defensores de los derechos al trono de Carlos María Isidro y sus sucesores (carlistas). Estas guerras, aunque principalmente dinásticas, reflejaban una profunda división ideológica entre el liberalismo y el tradicionalismo, con los carlistas defendiendo el absolutismo, la Iglesia y los Fueros, mientras que los liberales abogaban por reformas políticas y constitucionales.
(Parte de este contenido ha sido creado por IA).
[CONTINUARÁ el próximo 4 octubre 2.025]
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