De como, ante la declaración del Presbítero Diego Camelo, se conoce en toda su crudeza la presión que recibían los vecinos de Conil, y las amenazas consiguientes, caso de no ceder a las exigencias dinerarias y en especie, derivadas de la presencia del amplio dispositivo militar francés en la zona. Protagonista fundamental en estas acciones era el Corregidor Jose Moreno Pacheco como queda en evidencia por las palabras del Cura.
[Ambientación] A falta de una imagen de Diego Camelo se cuelga esta de Angelo Secchi (1818-1878), el mayor astrónomo del Observatorio Vaticano. Fuente: “religionenlibertad punto com”.
« CITA EVACUADA DE DON JOSÉ PACHECO, REO EN ESTA CAUSA. TESTIGO DON DIEGO CAMELO, PRESBÍTERO. En la villa de Conil a VEINTINUEVE DE OCTUBRE DE MIL OCHOCIENTOS DOCE: El Señor Juez [Juan Francisco de Biscasillas] de esta causa hizo comparecer en el Juzgado por medio de un RECADO POLÍTICO que pasé yo, el Escribano [Antonio Vázquez Jaldón], al Presbítero Don DIEGO CAMELO de este vecindario de quien su Merced por ante mí, el Escribano, recibió juramento que hizo in verbo sacerdotis tacto pectore [hizo el juramento con la mano en el pecho bajo palabra de sacerdote] bajo el cual prometió decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado y siéndolo al tenor de la cita que al folio treinta y ocho le hace en su declaración Don JOSÉ MORENO PACHECO, enterado DIJO: Que es falso su tenor y sólo es cierto que después de haber exigido al Presbítero testigo más sumas considerables de contribución sin tener más fondos que los que le proporcionan CUATRO MALAS CASAS habitadas más por PERSONAS INFELICES y otras por igual clase de personas que nadan contribuían y que, al todo, si todas contribuyesen a lo sumo que le han dado y pueden darle son DOSCIENTOS CUARENTA REALES MENSUALES, llegó el año de mil ochocientos once en que siendo Corregidor Don JOSÉ PACHECO le exigía SEISCIENTOS REALES MENSUALES de contribución, de cuyo exceso representó el declarante al mismo Corregidor y su Ayuntamiento por medio de un memorial en seis de febrero de aquel año, que original conserva en su poder porque se lo devolvieron sin decretarlo y está pronto a presentar:
[Ambientación] “Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 13, “Amarga presencia”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”.
Que en él hizo ver la MISERIA en que estaba constituido y la imposibilidad de verificar el pago que se señalaba y propuso formalmente el que se hiciesen pago VENDIENDO ALGUNA FINCA o arbitrando el medio que mejor discurriesen pero que en vez de atender su justa súplica con fecha del ocho del mismo mes pasó al testigo PACHECO un oficio que fue el único antes y después con la ocasión que cita, en el cual suponiendo urgencias de la Junta, y sensibilidad le conminaba SI NO PAGABA LA CONTRIBUCIÓN del mes anterior como lo podrá hacer ver del mismo oficio original que también tiene con notas en su seguida de aquél y otros sucesos que quiso guardar en memoria para cuando llegase ese mismo DÍA DE LIBERTAD QUE TANTO DESEABA: Que en él tiene anotado, y recuerda bien el Presbítero CAMELO que al día siguiente del oficio que ha citado, el Corregidor PACHECO, por el teniente Alguacil Mayor Don MARIANO SALCEDO le mandó primero un soldado francés y luego otro Dragón pidiendo de comer y diciendo TRAÍAN ORDEN DE ATROPELLARLE para que pagase la contribución; Que luego le mandaron dos Dragones más, y le dieron de PATADAS Y PUNTILLAZOS, y provino de que Don JOSÉ PACHECO, Don JOSÉ CASTILLO y Don JUAN MARÍN dijeron al Comandante francés que el Presbítero CAMELO TENÍA MUCHOS DINEROS pues que el mismo Comandante le dijo que no le conocía pero que los tres referidos se lo habían dicho; Que después del mal tratamiento que lleva referido, con otros dos soldados más que hicieron el número de seis LLEVARON PRESO AL PREBÍTERO declarante durante acompañados del referido Teniente Alguacil SALCEDO ante el dicho Comandante, el cual después de haberle hablado según lleva expresado le dijo QUE ERA UN PÍCARO QUE TENIENDO DINEROS COMO DECÍAN NO QUERÍA PAGAR;
Firmas y rúbricas de varios de los personajes mencionados en esta declaración, tales como Josef Castillo, [Juan] Marín, [Fernando] Pantoja, los hermanos [Manuel y Francisco] Ramírez, [Antonio] Borrego Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil de la Frontera, Libro 54-3, Folio 122. Gentileza Isabel González Ramírez.
Que lo había de llevar AMARRADO ante el Prefecto de Jerez, y después de todo el mismo Comandante llevó a la prisión de donde no le sacó hasta que habiendo la MADRE DEL TESTIGO buscado prestada la cantidad la entregó con más de SESENTA REALES por la prisión: Que después hizo el testigo cargo a PACHECO de que éste había tenido la culpa de que estuviese preso diciéndole que en llegando el caso, le había de poner si este estado DEBAJO DE TIERRA a lo que contestó que hiciera lo que quisiera, que lo referido es la verdad de lo que pasó en aquella ocasión: Sin más añadir que el declarante dijo a los franceses estándoles apremiando en su casa cuando le decía que tenían orden de atropellarle que se hiciesen cargo que el testigo era un SACERDOTE y que si hacían tal atentado HABRÍAN DE RECIBIR LAS PRIMERAS BALAS de los que llaman brigones [bandoleros, así denominados los paisanos españoles patriotas que luchaban contra el francés].
Preguntado qué razón tiene fuera de este caso de la conducta de PACHECO dijo: Que CASI DIARIAMENTE estaba expidiendo APREMIOS por los Alguaciles VEGA y GRACIA que llevaban orden de PACHECO de hacer QUEMAR O ROMPER cuanto hubiese en las casas si los dueños deudores no daban bien de comer a los soldados que dejaban ejecutar dicho apremio: Que si alguna persona le iba a suplicar de algún agravio lo recibía con LA MAYOR ASPEREZA o dándole la espalda.
Preguntado quiénes cooperaban si hubiesen quiénes cooperasen en los excesos de PACHECO dijo: Que éste sólo daba la cara a todo, pero que creía que todo era obrado con acuerdo de la Junta, pues que todos formaban sus Cabildos, y ellos se entendían de manera que observó el testigo que se decía de público que ellos GUARDABAN LO SUYO Y CARGABAN AL VECINDARIO.
[Ambientación] “Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 15, “Y no hay remedio”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”.
Preguntado qué sabe de la conducta de Don MANUEL RAMÍREZ dijo: Estuvo muy poco tiempo de Corregidor que ese tiempo no estaba mal conceptuado en el público, aunque no oía muy bien a los que recurrían: Que de auxiliar no se señaló en mala conducta aunque siempre era mirado como uno de los que gravaban al público.
Preguntado qué sabe de la conducta de Don FRANCISCO RAMÍREZ dijo: Que se portó con mucha HUMILDAD Y MANSEDUMBRE en unos pocos días que fue Corregidor, y oía a cuantos le iban a hablar con atención, de lo que puede hablar prácticamente el testigo.
Preguntado qué sabe de la conducta de Don ANTONIO BORREGO dijo: Que fue Capitular pero que nada oyó decir por separado.
Preguntado qué sabe de Don FERNANDO PANTOJA dijo: Que oía bien y recibía a todo el mundo, pero que ignora de sus manejos si los tenía.
Preguntado qué sabe de la conducta de JUAN MUÑOZ dijo: Que no tiene noticia alguna de este individuo, en el desempeño de sus empleos públicos.
[Ambientación] “Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 14, “¡Duro es el paso!”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”.
Que es cuanto sabe y puede decir en razón de lo que ha sido preguntado, y la verdad en cargo de su Juramento que es de edad de CINCUENTA Y UN AÑOS, y lo firma con la protesta bajo la cual quiere se le haga por ratificado de que de su declaración NO SE SIGA EFUSIÓN DE SANGRE, y bajo ella ofreció presentar el memorial y oficio que ha citado [cosa que hizo casi a continuación], según se lo exige su Merced que también lo firma. Doy fe. Lo firman [Juan Francisco de] BISCASILLAS, 40; DIEGO CAMELO Y ANTONIO VÁZQUEZ JALDÓN, 30, con recibo.»
Fuente: “Conil durante la ocupación francesa”, Jaime Aragón Gómez, Ana Souto Rodríguez y Jorge Paz Pasamar, p. 123 a 125; Excmo. Ayuntamiento de Conil de la Frontera, 2004.
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