viernes, 28 de febrero de 2025

UN PASEO POR EL ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CONIL: LOABLE INICIATIVA (1.926).

En este año, la Diputación Provincial acuerda con los Salesianos transformar el Asilo Escuela San Ignacio de Cádiz, que fue auspiciado por Ana de Viya, en Hospicio Provincial, ya que aquél pasaba, tras la muerte de la benefactora en diciembre de 1919, por graves problemas de sostenimiento económico. La institución provincial se comprometía a pagar la mitad de los gastos de instrucción, alojamiento, comida y ropa durante un año, de cada niño pobre que fuera alojado en dicho centro, siempre que los Ayuntamientos que los designaran corrieran con la otra mitad de los gastos. No se sabe, de momento, quien fue el seleccionado de Conil, pero si lo fue, seguro que se encontrará reflejado en una de las actas de las sesiones con anterioridad a octubre de 1926, fecha en la que debía comenzar el curso. 

Reproducción fotográfica del tema mencionado. Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil. 

Examinada, a continuación, la propuesta que hace la EXCMA. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CÁDIZ, en oficio de fecha 17 del actual, de establecer en las ESCUELAS PROFESIONALES SALESIANAS DE CÁDIZ, una plaza de ALUMNO INTERNO, para cada uno de los Ayuntamientos de la provincia y que el importe de cada una de dichas plazas, que será de OCHENTA PESETAS [0,48 euros] MENSUALES, ha de ser ABONADO POR MITAD por cada Ayuntamiento y la Excma. Diputación, cantidad por la que las escuelas referidas se COMPROMETEN a dar al alumno que cada Ayuntamiento designe libremente, entre los NIÑOS POBRES de su término municipal, INSTRUCCIÓN, CASA, COMIDA Y ROPA durante todo el año, fue ACORDADO en votación ordinaria y por unanimidad, CONFORMÁNDOSE con la propuesta expresada, CONSIGNAR en el presupuesto de gastos de este Ayuntamiento para el año de 1926-27, la cantidad de CUATROCIENTAS OCHENTA PESETAS [2,88 euros], para el fin indicado, en el artículo y capítulo correspondiente”. 

Fotografía de alumnos de Salesianos en 1927, un año después de aceptar este Ayuntamiento colaborar en esta misión educadora; desconocemos si se llegó a becar a alguien de Conil, pero en caso afirmativo, ahí debe estar. Fuente: “historiadealcaladelosgazules. blogspot punto com”, 23 enero 2021 (“Apuntes incompletos de una historia centenaria. Centenario de la Asociación de Antiguos Alumnos de don Bosco de Cádiz 1909-2009. Eugenio Mariscal Carlos, pág. 100). 

Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil de la Frontera. Sesión Ordinaria del 22 de marzo de 1926. Libro Capitular 75-3, p. digitalizada 149, ó 73. Agradecimiento: Isabel González Ramírez.  

jueves, 27 de febrero de 2025

LA FLORA CONILEÑA [1042]/… POR SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE RUBIO (1804).

 RAPHANUS RAPHANISTRUM S/Nº. [1042]

(nombre común: rabanillo silvestre)

Simón de Rojas, muy común (comunísima).

Raphanus raphanistrum, detalle flores y frutos, Íñigo Sánchez García. Fuente: Sociedad Gaditana de Historia Natural. 

Raphanus raphanistrum, en su hábitat, Juan de Dios Franco Navarro. Fuente: “floravascular punto com”. 

Raphanus raphanistrum, detalle floración, Juan de Dios Franco Navarro. Fuente: “floravascular punto com”. 

Fuente: “VIAJE A ANDALUCÍA, historia natural del Reino de Granada (1804-1809)”, Simón de Rojas Clemente Rubio. Edición, transcripción, estudio e índices de Antonio Gil Albarracín, otros trabajos de Horacio Capel Sáez M.ª Pilar de San Pío Aladrén. Almería-Barcelona 2002. 

miércoles, 26 de febrero de 2025

LA MANO NEGRA, ¿EN CONIL? (1.884)

 He aquí un curioso recorte periodístico, donde cuatro meses antes de la ejecución a garrote vil, en una plaza de Jerez, de cuatro reos acusados de pertenecer a la “Mano Negra”, se relaciona las fechorías de tres delincuentes conileños con la existencia de esa enigmática agrupación clandestina.

[Ambientación] Juicio oral y público celebrado en Jerez de la Frontera, en la causa con motivo del asesinato de Bartolomé Gago y Campos, “El Blanco de Benaocaz”, grabado de Juan Comba para “La Ilustración Española y Americana”, año XXVII, núm. 12, 30 de junio de 1883. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. 

Una cálida mañana del 14 de junio en 1884, la Plaza del Mercado del municipio gaditano de Jerez de la Frontera fue testigo del asesinato de siete campesinos por garrote vil en un cadalso de la ignominia, acusados de pertenecer a «la mano negra», supuesta sociedad secreta anarquista que jamás ha sido corroborada su existencia. El campo andaluz en el último tercio del siglo XIX fue la punta de lanza de la acción obrera y revolucionaria, donde acceden las ideas de comunismo anarquista de Piotr Kropotkin, que son ávidas de generar una pulsión transformadora entre el campesinado que nada tenía que perder salvo siglos de arrastrar pesadas cadenas.” (Fuente: “todoporhacer punto org”, junio 2024). 

Recorte escaneado de la noticia. Fuente: EL LIBERAL”, Madrid, año VI, núm. 1665, domingo 3 de febrero de 1884. 

Están presos, convictos y confesos tres individuos que robaron días pasados la administración de consumos de CONIL, en la provincia de Cádiz. También parece que prendieron fuego al edificio de la administración de contribuciones del mismo pueblo, y hay motivos para creer que pertenecen a cierta sociedad secreta. ¿TENDREMOS TODAVÍA MANO NEGRA?”

[Ambientación] Cárcel de Jerez. Grupo de presos acusados de complicidad en los crímenes cometidos por la asociación anarquista. De fotografías del Sr. Montenegro. “La Ilustración Española y Americana”, año XXVII, núm. 12, 30 de junio de 1883. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. 

*** Fuente: EL LIBERAL”, Madrid, año VI, núm. 1665, domingo 3 de febrero de 1884. 

En la información siguiente, se consigue poner nombres a los protagonistas de estos hechos:

VEJER DE LA FRONTERA (Cádiz).- Por el cabo segundo FRANCISCO GIL DORADO y guardia JOSÉ FERNÁNDEZ GAMINTO, han sido detenidos, y puestos a disposición del juez de instrucción del partido, los paisanos MANUEL FUENTES TAPIA, ANTONIO GUTIÉRREZ VILLEGAS y JOSÉ RAMÍREZ RODRÍGUEZ, como autores de la tentativa de robo de la administración de consumos del pueblo de CONIL y de la de incendio de la recaudación de contribuciones de dicha ciudad y casa de Don FEDERICO PANTOJA.” Fuente: “GACETA UNIVERSAL”, Madrid, año VII, núm. 1831, jueves 7 de febrero de 1884.

Escaneado de la noticia. 

*** Fuente: “GACETA UNIVERSAL”, Madrid, año VII, núm. 1831, jueves 7 de febrero de 1884.


martes, 25 de febrero de 2025

PROCESIÓN ROGANDO LA LLEGADA DE LA LLUVIA (1.905).

Las rogativas por lluvia tienen muchísimos años, pero se dice que fueron establecidas por la Iglesia a finales del siglo VI, celebrándose en las festividades de San Marcos, 25 de abril, y San Isidro, 15 de mayo, aunque los obispos las autorizaban en cualquier época siempre que se dieran unas condiciones anómalas de falta de precipitaciones. Hay quien dice que su origen se pierde en la noche de los tiempos, allá por la prehistoria; y de los romanos se conoce que en estas ocasiones se ofrecían festejos al dios/a Robigo, para la protección de los cereales. El recorte de prensa que hoy se transcribe localiza esta rogativa en la VILLA DE CONIL, estimándose que ya la sequía debía de venir de meses anteriores, e incluso años, puesto que la fecha en que se celebra es, estadísticamente, la de mayor probabilidad de lluvias, pero clave para que los cereales, en general, hagan un buen espigado. Lo que queda sin detallar es cuál fue la imagen que se procesionó, aunque según la fama de milagrera de Nuestra Señora de las Virtudes, es más que probable que fuera Ella la protagonista. Otra duda es la localización del “cerro cercano en que se levanta una cruz”, suponiéndose que se podría tratar de la cruz humilladero de El Santo, que aún se conserva en la actual calle La Línea de la Concepción, detrás de las casitas. 

[Ambientación] “Cruz del Santo”, con base de piedra y cruz de hierro, datada quizás en los siglos XVIII-XXRafael Coca López, 27 junio 2020. 

Recorte transcrito a continuación. 

«”EN CONIL. PROCESIÓN DE ROGATIVA. Conil 29 (10,15 mañana).

En la madrugada última se ha celebrado una solemne procesión de rogativa dirigida por el párroco y sacerdotes de ésta, con objeto de impetrar del Altísimo derrame las benéficas lluvias de que tanto necesitan estos sedientos campos.

Más de DOS MIL BRACEROS de este término municipal y de VARIOS POBLADOS CONTIGUOS componían la comitiva que se ha dirigido A UN CERRO CERCANO EN QUE SE LEVANTA UNA CRUZ a que de tiempo inmemorial se acude en casos análogos al presente.

El párroco ha pronunciado una sentida plática.- Corresponsal.”» 

[Ambientación] Nuestra Señora de las Virtudes de Conil, durante la coronación de Nuestra Señora del Rosario, en Cádiz, el 4 de mayo de 1947. Gentileza Manuela Rodríguez

En marzo de 1905, el clero de la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, estaba formado, entre otros, por: Don Juan Vélez Pareja, Coadjutor; Don Pedro Ramírez y Ramírez, Presbítero y Sacristán Mayor; y, Doctor Don Antonio Ortega Márquez, Arcipreste y Cura Ecónomo. 

Fuente: “EL IMPARCIAL: diario liberal”, Madrid, año XXXIX, núm. 13.652, jueves 20 de marzo de 1905.  

lunes, 24 de febrero de 2025

“CONIL EN VÍSPERAS DE LA BATALLA DE TRAFALGAR”, 11 de 15. ANTONIO SANTOS GARCÍA, Licenciado en Historia Universidad de Sevilla.

 Los LABRADORES RICOS eran, sin duda, la élite social de Conil. El Censo de Floridablanca (1.787) da la cifra de 42 labradores. Aunque el concepto no aparece definido, debemos entender por tales a aquellos que no tenían que vender su trabajo, es decir, ganaderos con importantes rebaños o campesinos acomodados, dueños de instrumentos de labranza, animales de tiro y labor, que trabajaban sus propias tierras o arrendaban las del Cabildo, la Iglesia o el Duque. Rojas dice que en Conil había 46 PELANTRINES Y PEGUJALEROS (pequeños propietarios), pero nada dice de los labradores “ricos”, detentadores del poder municipal (los AmarLobatónPalominoBorrego, Calderón, …), con mayor nivel de renta que los pelantrines, a los que Rojas sólo alude de pasada al hablar de los viñedos o la ganadería. “El dueño de 50 bueyes -dice Rojas- labra por su tanto el pejugal del que no tiene buey ninguno”.

Mercaderes, profesionales, tenderos, maestros de oficios y algunos “matriculados” completaban la débil “clase media” del pueblo. Rojas habla de cuatro MERCADERES, “que venden el paño y estameña de Grazalema, que es lo que se viste en el Pueblo” y cita a seis PROFESIONALES: un abogado, dos escribanos, un médico, un boticario y un maestro. Entre los OFICIOS urbanos enumera: seis albañiles, dos herreros, tres barberos, dos carpinteros, sis zapateros, un cantero, un yesero, un maestro sastre y un herrador-albeitar. También seis TENDEROS de comestibles, que quizás fueran algunos más (el Catastro da 41, entre medianos y pequeños: alimentación, taberneros, mercería). Tampoco dice nada de alfareros, esparteros, toneleros o maestros de oficios urbanos “matriculados” (carpinteros de ribera y calafates). Los dueños de embarcaciones de pesca (jábegas, sobre todo), deben incluirse también en este grupo, cuyo número total estaría en torno a los 60 vecinos o poco más, como a mediados del siglo XVIII. 

[Ambientación, imagen no incluida en el original] El que fue alcalde de Conil, Don José Tomás Borrego y Mihura, hacia 1.880. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 14, 2.004. 

La gran mayoría de la población estaba integrada por BRACEROS, que según Rojas eran 753 (75% de los vecinos). Se trata sin duda de los jornaleros y artesanos sin bienes raíces del Vecindario, pero el concepto de “braceros” no deja de ser un cajón de sastre, pues incluiría no sólo a los jornaleros agrícolas, sino a los artesanos no propietarios (oficiales y aprendices), así como a cabreros, pastores, carboneros, pescadores no matriculados, mesoneros, etc. Sin duda, entre los 753 braceros la gran mayoría debe ser incluida en el sector agropecuario. De ellos dice Rojas que “trabajan algunas temporadas en pueblos vecinos y se reúnen por las mañanas en la PUERTA DE LA VILLA, adonde va a buscarlos quien los necesita. Sólo salen algunos segadores … Todo cultivo es muy costoso por el precio de los jornales, que en la cava es de 12 reales, en la siega 20 a 30 y en la escanda y vendimia 8 reales”.

La primacía del sector primario es clara, y dentro de dicho sector deben incluirse también a los PESCADORES. Rojas dice que en Conil había 100 matriculados muy pobres. Su número había descendido en los últimos años, como vimos más arriba, debido a las guerras marítimas de fines del XVIII, pues estaban obligados a servir en la Marina de Guerra. Muchos eran pescadores, unos dueños de embarcaciones (jábegas y pequeños botes) y la mayoría simples marineros matriculados no propietarios, pero también braceros que se empleaban de modo ocasional o permanente en el tiro de las jábegas o en la almadraba. Estos pescadores “de playa” no estaban “matriculados”. El conjunto de los pescadores superaba sin duda el 10% de la población trabajadora de Conil por aquellas fechas. Es significativo también el elevado número de ARRIEROS, Rojas dice que eran 100, dedicados al tráfico y acarreo, cuyo número había descendido no obstante en relación con recuentos anteriores. 

[Ambientación, imagen no incluida en el original] Un grupo de “jabigueros”, hacia 1.962. Foto “Juan Capacha”, John Richard Adelmann. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 125, 2.004. 

Quizás no debamos contabilizar como “vecinos” a la GUARDIA COSTERA, que según Rojas, estaba integrada por doce hombres a caballo, dirigidos por un Visitador y un Teniente, que defendían la costa contra “el contrabando que suelen introducir por el Cabo de Roche”. Rojas da también la cifra de diez CRIADAS (esposas o jóvenes casaderas), que tampoco deben contabilizar entre los vecinos o cabezas de familia.

Para terminar, hay que hablar de los GRUPOS MARGINALES: ancianas pobres (44), mendigos (16) y niños expósitos (12). Había 32 ancianas alojadas en la Misericordia “bajo el cuidado de un Capellán y Administradora”, y otras 12 en el Hospicio viejo. A ellas habría que sumar los seis pordioseros y diez pordioseras, además de los que “en tiempo de Almadraba piden limosna”. Había finalmente doce expósitos alojados en la Casa Cuna, dependiente de Cádiz, custodiados por una Administradora. Estos niños (abandonados por familias pobres o por ilegítimos), procedían de Conil y otros pueblos del entorno (Vejer, Tarifa), y una vez criados, dice Rojas, “se quedan casi todos en el Pueblo, de que resulta que la mitad de su vecindario es de esa gente que llaman hijos de cuna”, lo que parece una exageración. Rojas habla también de tres gitanos. 

Fuente: Boletines “LA LAJA” (Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil), núms5 y 6, 2.005-2.006. 

domingo, 23 de febrero de 2025

EN UNO DE LOS RINCONES DEL ARCHIVO PARROQUIAL DE CONIL: NOVIAZGO DEL FELÓN Y LIBROS MALOS (1.816).

De como, nuevamente, y sin haber tenido delante los originales, gracias a la extraordinaria labor de Antonio Martínez Cordero, se puede conocer dos informes de la Parroquia de Conil, dando acuse de recibo, y cumplimiento, de sendos mandatos procedente del Arzobispado; el primero referido a los planes de un nuevo matrimonio del ínclito rey de España Fernando VII, y el segundo sobre la existencia de publicaciones pecaminosas habidas durante la ocupación francesa. 

«”MEMORIAL PARROQUIAL DE CONIL, informando de haber recibido el oficio del 25 del pasado mes [febrero], COMUNICANDO, se han celebrado en esta Parroquia solemnes rogativas por el ACIERTO DE SU MAJESTAD EN EL MATRIMONIO QUE INTENTA CONTRAER [1]; el domingo, lunes y martes de la presente semana, en cumplimiento de lo ORDENADO por Su Ilustrísima el Arzobispo”» 

[Ambientación] Fernando VII y María Isabel de Braganza. Museo Romántico. Fuente: “historia-hispanica.rah punto es·. 

«”MEMORIAL DEL PÁRROCO acusando recibo al oficio del 25 próximo pasado [febrero] al MANDATO de Su Ilustrísima, COMUNICANDO la Orden del Consejo, para INQUIRIR SI EN ESTE PUEBLO SE HAN INTRODUCIDO NUEVOS LIBROS DE DOCTRINA EN TIEMPOS DE ESTANCIA DE LOS ENEMIGOS FRANCESES. Practicada la diligencia, NI EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS DE LA VILLA, NI EN LA DEL CONVENTO DE MÍNIMOS, HAYO OTRO CATECISMO QUE NO SEA EL DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR REYNOSO [2], que se da en toda la provincia, ni he sabido que en tiempo de los franceses, ni después, se haya introducido.»” 

[Ambientación] La “Biblia Vulgata”. Fuente: “libertaddigital punto com”. 

Notas:

[1] Hoy en día sorprende la implicación de la Iglesia Católica en el “acierto” de que el Rey tuviera éxito en sus planes matrimoniales. En este caso se trata de las segundas nupcias del personaje, que cumplió en este año de 1816 al casarse con su sobrina María Isabel de Braganza, infanta de Portugal (1797-1818), hija de su hermana mayor Carlota Joaquina y de Juan VI de Portugal, pero falleció pronto, dejando una hija que murió a los poco más de cuatro meses; ni que decir tiene, que durante este matrimonio, el soberano tuvo abundantes aventuras amorosas, condición genética que han heredado casi todos sus descendientes, sin distinción de sexo. Antes había estado casado con María Antonia de Nápoles (1784-1806), matrimonio celebrado en Barcelona en 1802. Posteriormente, lo estuvo con María Josefa de Sajonia (1803-1829) y, finalmente, con María Cristina de las Dos Sicilias (1806-1878), también sobrina suya, hija de su hermana menor María Isabel de Borbón y Francisco I de las Dos Sicilias de donde nació la futura reina de España Isabel II. (Datos biográficos obtenidos en Wikipedia, la enciclopedia libre).

[2] Se trata de Francisco de Reynoso y Baeza (1534-1601), obispo que fue de Córdoba y autor de un catecismo de doctrina cristiana, que se mandó imprimir el mismo año de su fallecimiento, cuando contaba con 66 años de edad.

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Cádiz, Legajo 78, Secretaría de Cámara. Despachos. Fecha: 8 marzo 1816; transcripciones libres de Antonio Martínez Cordero, y reproducida por Rafael Coca López, gracias a las fichas depositadas en el Archivo Santa Catalina de Conil. Agradecimiento: Yelman Francisco Bustamante Solórzano, párroco de Conil de la Frontera. 

sábado, 22 de febrero de 2025

HISTORIAS DE LUIS BRICEÑO, 09.

LA PRINCESA OLGA.

Aunque corría, más que mediado, el mes de Noviembre, hacía un día realmente sereno y hermoso, un día verdaderamente primaveral.

El sol brillaba ya intensamente y como encaminándose hacia lo alto del firmamento, inundándolo todo con sus vivos y fulgentes rayos.

El cielo, sin más que alguna que otra nubesilla diminuta y blanquecina, lucía, esplendoroso, su inmenso azul.

Soplaba ligera brisa, blanda y acariciante, que refrescaba el ambiente, templando el picorcillo de los rayos solares.

La temperatura resultaba, por todo ello, bastante agradable y deliciosa en extremo.

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[Ambientación] Soleado paisaje de otoño con árboles de oro y cielo azul en el campo. Fuente: “es.123rf punto com”, foto 88685907. 

La princesita Olga, hija única y única familia, ya, de un rey tan buen padre como excelente soberano, se había levantado algo más temprano que de costumbre.

Ataviada con sencillo traje de montar, ya había desayunado y solamente aguardaba la llegada del privado de su padre y señor, para salir a pasear.

Abajo, ante la puerta de servicio del palacio que habitaba, piafaban, inquietos y nerviosos, como deseosos de ser utilizados, los caballos que habían de montar para efectuar el paseo.

Por fin, llegó el aguardado poseedor de la gracia y confianza del soberano.

Saludó, cortés, a la joven princesa, presentándole, con sus respetos, sinceras excusas por el tiempo que involuntariamente la había hecho aguardar; rindió, luego, tributo de cortesía a su amigo y señor, y, a seguido, partió, hacia fuera del edificio, a hacer tiempo de que llegara, a su vez, la princesita a quien había de acompañar.

A la media hora, poco más, poco menos, de caminar, entraron en el amplio bosque. Y en verdad que se le apetecía hacerlo, por caminar entre la sombra de sus corpulentos y copudos árboles, pues la brisa soplaba tan floja, tan tenuamente, que no era ya bastante para amortiguar los rigores solares.

Aunque el sendero por donde iban permitía, por su anchura, el paso de tres jinetes, los de la pequeña caravana de que tratamos iban como en fila: uno tras otro. Primero, la princesita, luego el favorito y amigo de su padre; por último, y un poco atrás, el criado de confianza.

La ilustre damita, no se sabe si por buscar en la mayor velocidad brisa más fresca, si por procurarse mayor ejercicio, si por inclinación a la satisfacción de un deseo mal contenido, o si por obediencia misteriosa de un impulso que pudo más que su voluntad, puso al cuadrúpedo que montaba, primero, al trote largo, poco después a galope tendido.

Su principal acompañante, no supo o no pudo contener al bruto que montaba e imitó a la princesita, y el sirviente, viendo lo que los señores hacían, y como obedeciendo una orden muda de los mismos, los siguió, poniendo igualmente en carrera al equino que montaba.

El caballo de la princesita, no se sabe si instigado por la misma o por repentino desequilibrio de su instinto, corría desesperadamente, a más no poder.

Los dos que le seguían, le quedaban cada vez más distantes.

Aquello no era correr; aquello parecía volar enteramente.

El favorito del rey, sudoroso y agotado por aquel violento y continuado ejercicio, quiso parar; pero temeroso, al propio tiempo, de la distancia a que lo iba dejando la princesita, apuró todas sus energías, continuando su carrera tendida, unos minutos más.

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[Ambientación] Chica cabalgando. Fuente: “es.pngtree punto com”. 

No podía ser. La princesita se alejaba más y más, hasta el punto de no distinguirla ya ante la vista.

Algo sobresaltado, por ello, el privado, hizo seña al sirviente para que continuara, avisándole con fuerte voz:

-Anda tú, alcánzala y dile que aquí os espero.

Y, en efecto, poniendo a paso lento su caballo, se limpió los sudores que por el violento ejercicio le inundaban la cara, se ordenó un poco las ropas, un tanto revueltas por la impetuosa carrera, y se dispuso a esperar, descansando en esa forma, a sus acompañantes.

A medida que el tiempo pasaba, iba en aumento la inquietud que comenzó a perturbar su ánimo.

-Qué chiquilla más fuerte y más valiente -pensaba al principio.- Un poco ligera, ligereza de la juventud -añadía- allá va, en carrera furibunda, loca, dada sin freno de ninguna clase, como la cosa más natural del mundo … -¡Oh la juventud! -exclamaba.- ¡Juventud!… Eso es: no hay más que la satisfacción de un capricho pasajero -continuaba, sin pesar sus inconvenientes …

Al raciocinar sobre este particular, pensaba con cierto estremecimiento:

-¡Caramba!… Mira que si le ocurriera algo …

Pero, reponiendo su ánimo, inquiría con la vista y con el oído algo que le indicara el retorno de sus acompañantes, tan deseado.

Este no se vislumbraba, volviendo el pesimismo a sus cavilaciones.

Por fin, distinguió allá, a lo lejos, un bulto que fue agrandando a su vista, hasta convertirse en un jinete.

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[Ambientación] Un par de jinetes cabalgando hacia la puesta de sol. Fuente: “es.pngtree punto com”.

Así fue, en efecto: el jinete era el criado que, abatido y fuertemente apesadumbrado, volvía a dar la desagradable nueva a su principal:

-Señor: la princesita se ha extraviado. El caballo que montaba, desbocado, loco, no se sabe donde la ha llevado. He mirado y escuchado con toda atención y … nada. Nada de ella he podido ver, averiguar, ni saber. ¡Nada! … -gimió, por último, con desolación.

Un fustigazo en público, recibido en mitad de la cara, no le hubiera producido mayor ni más fuerte impresión, al privado.

Aquello no podía ser.

¿Una desaparición? … ¿Una desgracia? …

¡Imposible! … ¡Imposible! …

¡No podía ser! …

-¡Corramos! ¡A galope, nuevo! … -ordenó.-Hay que darle alcance! ¡Hay que encontrarla! -rugió, más que habló.

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Corrieron, anduvieron, indagaron, investigaron sin cesar. Todo inútil. Todo en vano.

Pasó la mañana, pasó el mediodía y pasó la tarde …

Todo infructuosamente.

Ya anochecido, volvieron al palacio, mohínos, cabizbajos, vencidos, derrotados.

En entendimiento del privado, como cansado de actuar, puede decirse que apenas funcionaba ya.

El sobresalto, la inquietud, la desazón, la fatiga, la congoja, la pesadumbre, el cansancio físico y el sufrimiento moral, lo habían agotado.

Casi no supo hablar ni explicarse nada.

Más que un hombre, más que una persona, parecía, daba la sensación de un inconsciente, de un irracional.

El doméstico fue el que, aunque fuertemente impresionado y dolorido, dio razón de lo acontecido.

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[Ambientación] Dos “cavaliers” trotando sobre caballos negros. Museo de Bellas Artes de la Villa de París. Fuente: “alamyimages punto fr”. 

Cuando en palacio se conoció la inquietante realidad de los sucedido, todo el mundo se conmovió.

La impresión fue violenta, formidable.

La inquietud y el temor fueron tan terribles como unánimes.

No había paz, sosiego ni tranquilidad en ningún espíritu.

Pero la reacción fue pronta, rápida, veloz.

La fuerza y eficacia en la acción, verdaderamente nerviosos.

A la admiración y asombro extremados, pasmosos, sucedieron la actividad y el orden. Ni confusión ni bullicio. Rapidez y prontitud en el obrar. Diligencia y eficacia en la acción.

A poco salía una fuerte y numerosa expedición de lo más resistente y aguerrido de la capital del reino, provista de toda clase de elementos apropiados para invadir, explorar y traspasar el bosque, hasta la abrupta y escarpada sierra que lo limitaba, en su lejanía.

A su cabeza marchaba fuertemente azotado por hondo pesar, pero animado por la esperanza, el buen rey, cuyo amor filial le daba tanta energía y entereza.

Lo anduvieron todo, todo lo escudriñaron y registraron.

Mientras hubo huellas o pista que seguir, no descansaron.

No quedó nada por ver, ni nada por analizar.

Tres días consecutivos duró la expedición.

Tres días de constante actividad, de lucha entre la ansiedad y el temor; entre la impaciencia y resignación momentánea; entre la halagadora esperanza y la desconsoladora realidad; entre el deseo vehemente y la negación absoluta.

La expedición resultó ser una gestión sin resultado positivo.

Desaprovechamiento de acción.

Esterilidad de un gran esfuerzo.

Infructuosidad del empleo de energías y actividades.

Negación de fruto y de provecho.

Fuente de mayor sufrimiento, intensificación de un dolor acerbo.

Manantial de aflicción, de angustia, de desolación.

Origen de violenta crisis, deparadora de saludable reacción, con nacimiento de restos de esperanza.

Hubo edictos, pregones y tentadores ofrecimientos.

Se llegó al sacrificio.

Se anunció con toda formalidad el solemne otorgamiento de la mano de la princesita a su afortunado salvador.

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[Ambientación] Tarde de exteriores en Las Contiendas, 1969. Fuente: “asociacionamigosacab.blogspot punto com”, Academia de Caballería, Valladolid, 30 noviembre 2015. 

El solípedo que montaba la princesita, desenfrenado ya, por completo, despidió su preciada carga, en una de sus repetidas cabriolas, dejándola en el suelo, ya fuera del bosque, en las primeras estribaciones de la sierra escarpada y abrupta que por aquella parte lo limitaba, continuando su loca y endiablada carrera por la misma, hasta precipitarse por un alto despeñadero, cuyo fondo no era nada fácil distinguir.

La princesita rodó varias vueltas por el suelo, pero, afortunadamente para su salud, apenas si se produjo daño de importancia.

Lo más serio fue el golpetazo recibido, por la sacudida, en la cabeza, que le privó del sentido durante un tiempo que la víctima no pudo precisar.

Cuando recobró el conocimiento, se hallaba recostada en un lecho de seco y crujiente follaje, en un rincón de una pequeña y humilde choza, perdida en la espesura de los matorrales y retamares de la sierra, y ante una vieja, fea y desgreñada, que la miraba con ojos de presa apetecible.

Sus primeros actos instintivos fueron pretender gritar, en demanda de auxilio, y salir para orientarse y buscar a sus acompañantes, pero no pudo. Un enérgico ademán de la vieja, imponiéndole silencio, paralizó su intención. Después, raciocinando, quiso explicar lo sucedido, decir quien era, ofrecer las seguridades de tentadora recompensa; pedir, suplicar, implorar, …

Oros varios ademanes, gestos y frases mágicas de la horripilante vieja, que no era otra cosa una bruja, la bruja jefe del conciliábulo de hechiceras de aquellos parajes, la privaron de acción y voluntad, como si hubiera estado magnetizada, hasta el punto de dejar de ser dueña de todos sus actos.

En aquella rara, especial y extraña situación psicológica, carente de voluntad y privada, casi, de palabra y de movimiento, y encubierta a la vista de posibles visitantes, por aquel follaje del lecho, permaneció insensible a cuanto ocurría a su alrededor, hasta bien entrada la noche, que una serie de ruidos y confusión desenfrenados le hicieron reaccionar un tanto.

Continuaba sin poder hablar no moverse libremente; pero notaba que en su boca vertían, haciéndoselo tragar, un brebaje de fuerte sabor a vegetales y que untaban su cuerpo, desprovisto de ropas, con una grasa maloliente que la iba dejando insensible.

Llegó un momento en que se dio cuenta de que la sacaban al centro de la choza y que un corro de viejas, todas brujas, sin duda, y hechiceras, mascullando frases que no llegó a comprender, bailaba en su alrededor una especie de danza velocísima, vertiginosa … Pero ahí acabó la cuenta que se daba de sus actos.

Después de tal ceremonia, si así puede llamarse a aquella mojiganga, y como resultado del artificio diabólico, quedó convertida, por encantamiento del arte prenatural de las brujas asistentes a aquel conventículo mágico, en un salvaje macho cabrío, montuno, de pelo rubiáceo, cola corta, menuda y poblada, y mechón peludo, colgante de la mandíbula inferior.

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[Ambientación] Principales lesiones cuando montas a caballo. Fuente: “revistamundoequino punto com”, 12 febrero 2020. 

El invierno se había presentado en la comarca frío y lluviosos en extremo.

Los temporales se sucedían con tal frecuencia, que muy bien podía decirse que enlazaban sucesivamente la terminación de uno con el comienzo de otro siguiente.

El mal tiempo retrasaba las faenas agrícolas y paralizaba de tal modo toda clase de quehaceres, en general, que la población menesterosa no sabía ya a qué medio apelar para procurarse lo necesario para subsistir.

Tal crisis de trabajo, con su cohorte de necesidades sin cuento, repercutía, como consecuencia natural, en los hogares humildes, y, principalmente, en el hogar campesino, cuyos moradores, privados de empleo u ocupación, sólo y principalmente encontraban en la caza lo indispensable para no perecer de inanición.

El nieto de un matrimonio anciano, leñador y carbonero (la esposa, aunque anciana, laboraba las faenas simultaneándolas con su marido), habitante en humilde cabaña, cercana a las fragosidades de la sierra baja, aprendiz de leñador y carbonero, como fueron sus padres, fallecidos, y lo eran sus abuelos, con quienes vivía, tuvo también que buscar en la caza la obtención de lo indispensable para el vivir de los suyos, que era, también, su propio vivir.

Y tras ruda y titánica lucha con los desatados elementos -furia del viento, azote de la lluvia torrencial- y con la defensa natural de la caza, consiguió capturar una gran pieza caprina, que le llenó de satisfacción.

[Ambientación] El campeón Rudolf, de dos años y medio, campeón de un concurso de ganado caprino en Galicia. Fuente: “lavozdegalicia punto es”, 20 diciembre 2022. 

Cuando la hubo enlazado y asegurado perfectamente, dudó largo rato, mientras caminaba con su presa, entre conducirla al hogar, para su sacrificio y consumo inmediato, o trasladarla a la ciudad, para su venta y empleo del producto en atenciones de más universal necesidad.

Optó, por fin, por lo segundo, y ya cerca de la capital del reino, en cuyo término jurisdiccional habitaba, y a la cual se dirigía, estuvo a punto de perderlo todo, salvándolo únicamente la casualidad, que, para su fortuna, encadenó los sucesos de tal modo favorables para nuestro leñador, que lo que pudo ser esterilidad neta de un prolongado y titánico esfuerzo, se convirtió en el bien más grande con que pudo soñar.

El viejo y melenudo caprino que conducía, fruto de una ímproba, tenaz y fatigosa actividad, en su indómita rebeldía, llegó a quebrantar, rompiéndola, finalmente, cerca del atardecer, la cuerda con que lo sujetaban, emprendiendo veloz carrera hacia su completa libertad; pero nuestro joven leñador, pronto como un desesperado, le dio tal pedrada en mitad del cuerpo, que le hizo caer a tierra, para no poder correr ni escapar más.

Y al acercarse a la que ya era nuevamente su presa, con ánimo de asegurarla definitivamente, quedó suspenso, atónito, pasmado, de la maravilla que ante sus ojos se realizó.

El salvaje caprino, al caer a tierra, consecuencia de la fuerte pedrada recibida, levantó como una nube de humo, blanco y espeso, que, al disiparse, dejó ver un lindo y hermoso cuerpo de mujer, rubia como el oro y bella como un rayo de sol, que ruborosa en extremo, no sabía cómo ocultar sus desnudeces.

El joven aprendiz de leñador y afortunado cazador, pasados los primeros momentos de estupor y emoción por tan grata y singular sorpresa, dándose cuenta inmediata de las circunstancias, se despojó apresuradamente de pare de sus ropas exteriores, y cubrió rápidamente las blancas y mórbidas carnes de su extraña compañera …

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[Ambientación] Bajo el influjo de la luna: el bosque y la bruja. Fuente: “lashojasdelbosque.blogspot punto com”, 1 noviembre 2016. 

La caza del afortunado aprendiz de leñador, no era otra que el salvaje macho cabrío en que la magia de las brujas de la sierra habían transformado, por arte de encantamiento, a la princesita de nuestro relato.

La fuerte pedrada de su cazador, operando violenta sensación en el cuerpo de la pieza fugitiva, ocasionó vigorosísima reacción en el organismo de la misma, y, como consecuencia de ella, se produjo la evolución del desencantamiento, que hizo recobrar a la princesita su primitivo, propio y natural ser.

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Cuando la heroína de nuestro cuento llegó a palacio, acompañada de su deslumbrado hallador y salvador, luego de la viva impresión que causó su retorno y la rara casualidad que lo produjo, todo fue allí alegría, algazara jubilosa, satisfacción y contento.

El buen rey, intensamente emocionado y llorando como lloran los niños apresando contra sí el juguete ansiado, que pretenden arrebatarle, no sabía desprenderse de los brazos amorosos de su querida hija …

El privado y favorito del mismo, convaleciente, todavía, de la grave enfermedad que le acarrearan los sufrimientos de la desaparición, rompió el aislamiento y clausura que se había impuesto, acudiendo, presuroso, a rendirse a los pies de la desparecida y recibir el perdón de la misma, generosamente otorgado …

El Gobierno, en pleno; la alta y baja servidumbre; las autoridades y funcionarios; el pueblo entero, desfilaron, sin cesar, días tras días, por palacio, rindiendo a sus moradores acabado y sincero tributo de admiración, cariño, adhesión y cortesía.

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[Ambientación] La bella durmiente, 1920, obra de Otto Kubel (1868-1951). Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. 

Tres meses después, se cumplía el solemne ofrecimiento que el buen rey hiciera en los primeros días de su amarga desventura.

La princesita Olga, hija única y única familia de aquel rey tan buen padre como excelente soberano, se unió para siempre, mediante oficial casamiento, con aquel humilde aprendiz de leñador y carbonero que la arrancara del encantamiento a que el maleficio de las brujas la tenían condenada.

Y cuentan las viejas crónicas del pasado que aquel noble matrimonio fue siempre modelo de esposos, modelo de hijos, modelo de padres, que contínuamente fue feliz, y que no hubo nunca soberanos que le superaran en el cariño profesado a sus súbditos todos; que jamás existió país mejor conducido, ni nación más bien guiada y administrada. 

Fuente: “FLORECILLAS DE ESCALIO”, por Luis Briceño Ramírez, p.p. 43-57Primera edición, Jaén, febrero 1.936.  

viernes, 21 de febrero de 2025

CONIL DURANTE LA OCUPACIÓN FRANCESA (1810-1812), 10.

De como, ante la declaración del Presbítero Diego Camelo, se conoce en toda su crudeza la presión que recibían los vecinos de Conil, y las amenazas consiguientes, caso de no ceder a las exigencias dinerarias y en especie, derivadas de la presencia del amplio dispositivo militar francés en la zona. Protagonista fundamental en estas acciones era el Corregidor Jose Moreno Pacheco como queda en evidencia por las palabras del Cura. 

[Ambientación] A falta de una imagen de Diego Camelo se cuelga esta de Angelo Secchi (1818-1878), el mayor astrónomo del Observatorio Vaticano. Fuente: “religionenlibertad punto com”. 

« CITA EVACUADA DE DON JOSÉ PACHECO, REO EN ESTA CAUSA. TESTIGO DON DIEGO CAMELO, PRESBÍTERO. En la villa de Conil a VEINTINUEVE DE OCTUBRE DE MIL OCHOCIENTOS DOCE: El Señor Juez [Juan Francisco de Biscasillas] de esta causa hizo comparecer en el Juzgado por medio de un RECADO POLÍTICO que pasé yo, el Escribano [Antonio Vázquez Jaldón], al Presbítero Don DIEGO CAMELO de este vecindario de quien su Merced por ante mí, el Escribano, recibió juramento que hizo in verbo sacerdotis tacto pectore [hizo el juramento con la mano en el pecho bajo palabra de sacerdote] bajo el cual prometió decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado y siéndolo al tenor de la cita que al folio treinta y ocho le hace en su declaración Don JOSÉ MORENO PACHECO, enterado DIJO: Que es falso su tenor y sólo es cierto que después de haber exigido al Presbítero testigo más sumas considerables de contribución sin tener más fondos que los que le proporcionan CUATRO MALAS CASAS habitadas más por PERSONAS INFELICES y otras por igual clase de personas que nadan contribuían y que, al todo, si todas contribuyesen a lo sumo que le han dado y pueden darle son DOSCIENTOS CUARENTA REALES MENSUALES, llegó el año de mil ochocientos once en que siendo Corregidor Don JOSÉ PACHECO le exigía SEISCIENTOS REALES MENSUALES de contribución, de cuyo exceso representó el declarante al mismo Corregidor y su Ayuntamiento por medio de un memorial en seis de febrero de aquel año, que original conserva en su poder porque se lo devolvieron sin decretarlo y está pronto a presentar:

[Ambientación] Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 13, “Amarga presencia”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”. 

Que en él hizo ver la MISERIA en que estaba constituido y la imposibilidad de verificar el pago que se señalaba y propuso formalmente el que se hiciesen pago VENDIENDO ALGUNA FINCA o arbitrando el medio que mejor discurriesen pero que en vez de atender su justa súplica con fecha del ocho del mismo mes pasó al testigo PACHECO un oficio que fue el único antes y después con la ocasión que cita, en el cual suponiendo urgencias de la Junta, y sensibilidad le conminaba SI NO PAGABA LA CONTRIBUCIÓN del mes anterior como lo podrá hacer ver del mismo oficio original que también tiene con notas en su seguida de aquél y otros sucesos que quiso guardar en memoria para cuando llegase ese mismo DÍA DE LIBERTAD QUE TANTO DESEABA: Que en él tiene anotado, y recuerda bien el Presbítero CAMELO que al día siguiente del oficio que ha citado, el Corregidor PACHECO, por el teniente Alguacil Mayor Don MARIANO SALCEDO le mandó primero un soldado francés y luego otro Dragón pidiendo de comer y diciendo TRAÍAN ORDEN DE ATROPELLARLE para que pagase la contribución; Que luego le mandaron dos Dragones más, y le dieron de PATADAS Y PUNTILLAZOS, y provino de que Don JOSÉ PACHECO, Don JOSÉ CASTILLO y Don JUAN MARÍN dijeron al Comandante francés que el Presbítero CAMELO TENÍA MUCHOS DINEROS pues que el mismo Comandante le dijo que no le conocía pero que los tres referidos se lo habían dicho; Que después del mal tratamiento que lleva referido, con otros dos soldados más que hicieron el número de seis LLEVARON PRESO AL PREBÍTERO declarante durante acompañados del referido Teniente Alguacil SALCEDO ante el dicho Comandante, el cual después de haberle hablado según lleva expresado le dijo QUE ERA UN PÍCARO QUE TENIENDO DINEROS COMO DECÍAN NO QUERÍA PAGAR;

Firmas y rúbricas de varios de los personajes mencionados en esta declaración, tales como Josef Castillo, [Juan] Marín, [Fernando] Pantoja, los hermanos [Manuel y Francisco] Ramírez, [Antonio] Borrego Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil de la Frontera, Libro 54-3, Folio 122. Gentileza Isabel González Ramírez

Que lo había de llevar AMARRADO ante el Prefecto de Jerez, y después de todo el mismo Comandante llevó a la prisión de donde no le sacó hasta que habiendo la MADRE DEL TESTIGO buscado prestada la cantidad la entregó con más de SESENTA REALES por la prisión: Que después hizo el testigo cargo a PACHECO de que éste había tenido la culpa de que estuviese preso diciéndole que en llegando el caso, le había de poner si este estado DEBAJO DE TIERRA a lo que contestó que hiciera lo que quisiera, que lo referido es la verdad de lo que pasó en aquella ocasión: Sin más añadir que el declarante dijo a los franceses estándoles apremiando en su casa cuando le decía que tenían orden de atropellarle que se hiciesen cargo que el testigo era un SACERDOTE y que si hacían tal atentado HABRÍAN DE RECIBIR LAS PRIMERAS BALAS de los que llaman brigones [bandoleros, así denominados los paisanos españoles patriotas que luchaban contra el francés].

Preguntado qué razón tiene fuera de este caso de la conducta de PACHECO dijo: Que CASI DIARIAMENTE estaba expidiendo APREMIOS por los Alguaciles VEGA y GRACIA que llevaban orden de PACHECO de hacer QUEMAR O ROMPER cuanto hubiese en las casas si los dueños deudores no daban bien de comer a los soldados que dejaban ejecutar dicho apremio: Que si alguna persona le iba a suplicar de algún agravio lo recibía con LA MAYOR ASPEREZA o dándole la espalda.

Preguntado quiénes cooperaban si hubiesen quiénes cooperasen en los excesos de PACHECO dijo: Que éste sólo daba la cara a todo, pero que creía que todo era obrado con acuerdo de la Junta, pues que todos formaban sus Cabildos, y ellos se entendían de manera que observó el testigo que se decía de público que ellos GUARDABAN LO SUYO Y CARGABAN AL VECINDARIO. 

[Ambientación] “Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 15, “Y no hay remedio”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”. 

Preguntado qué sabe de la conducta de Don MANUEL RAMÍREZ dijo: Estuvo muy poco tiempo de Corregidor que ese tiempo no estaba mal conceptuado en el público, aunque no oía muy bien a los que recurrían: Que de auxiliar no se señaló en mala conducta aunque siempre era mirado como uno de los que gravaban al público.

Preguntado qué sabe de la conducta de Don FRANCISCO RAMÍREZ dijo: Que se portó con mucha HUMILDAD Y MANSEDUMBRE en unos pocos días que fue Corregidor, y oía a cuantos le iban a hablar con atención, de lo que puede hablar prácticamente el testigo.

Preguntado qué sabe de la conducta de Don ANTONIO BORREGO dijo: Que fue Capitular pero que nada oyó decir por separado.

Preguntado qué sabe de Don FERNANDO PANTOJA dijo: Que oía bien y recibía a todo el mundo, pero que ignora de sus manejos si los tenía.

Preguntado qué sabe de la conducta de JUAN MUÑOZ dijo: Que no tiene noticia alguna de este individuo, en el desempeño de sus empleos públicos. 

[Ambientación] “Los Desastres de la Guerra”, Francisco de Goya y Lucientes; Lámina n.º 14, “¡Duro es el paso!”; Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, 1863, Madrid. Fuente: “commons.wikimedia punto org”. 

Que es cuanto sabe y puede decir en razón de lo que ha sido preguntado, y la verdad en cargo de su Juramento que es de edad de CINCUENTA Y UN AÑOS, y lo firma con la protesta bajo la cual quiere se le haga por ratificado de que de su declaración NO SE SIGA EFUSIÓN DE SANGRE, y bajo ella ofreció presentar el memorial y oficio que ha citado [cosa que hizo casi a continuación], según se lo exige su Merced que también lo firma. Doy fe. Lo firman [Juan Francisco de] BISCASILLAS, 40; DIEGO CAMELO Y ANTONIO VÁZQUEZ JALDÓN, 30, con recibo.» 

Fuente: “Conil durante la ocupación francesa”, Jaime Aragón Gómez, Ana Souto Rodríguez y Jorge Paz Pasamar, p. 123 a 125; Excmo. Ayuntamiento de Conil de la Frontera, 2004.