domingo, 7 de diciembre de 2025

GABINO ARANDA Y MIHURA (1851-1918), 11 de 17.

[VIENE del 26 noviembre 2.025

La “normalidad” parece adueñarse del regimiento Wad-Ras, y en este año de 1908, como en todas las unidades de Infantería de España, se celebra la festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de esta Arma. Al igual que en el año anterior, el plato fuerte fue las representaciones teatrales, observando que algunos de los nombres de los “actores” se repiten, como consecuencia de una cierta profesionalización en estas lides; para terminar, nada mejor con una general aceptación que los ranchos especiales y los pases de salida del cuartel.

Alegoría de la Inmaculada Concepción, patrona de España y de la Infantería. Fuente: Maestranza de Caballería de San Fernando, 11 diciembre 2021. 

«”LA PATRONA DE LA INFANTERÍA. EN WAD-RAS. Anoche se celebró en el cuartel de San Francisco, donde se aloja el regimiento de Wad-Ras, la representación teatral anunciada, prólogo de los festejos que prepara este brillante regimiento para solemnizar el día de la Patrona del Arma. / Esta fiesta debía celebrarse hoy, pero se celebró anoche porque el regimiento entra hoy de parada. / Comenzó a las ocho, asistiendo todos los jefes y oficiales, presididos por el digno coronel Don Gabino Aranda. / Al principiar se descubrió un retrato de Sus Majestades a los acordes de la Marcha Real, escuchándose estruendosos vivas y aplausos a España, al Rey, al Ejército, al regimiento y a los jefes y oficiales del mismo. / Después se representaron las obras <Una hora fatal>, <Parada y fonda> y <Seis reales con principio>, distinguiéndose los sargentos y cabos Hidalgo, Ponton, Mata, Hernández, Ayllón, Fernández y Flores, y, sobre todo, Hernández de León e Hidalgo, que actuaron como consumados directores de escena, y representaron con mucho acierto una escena de <Curro Vargas>. / No escasearon en toda la noche ni los aplausos ni la animación y alegría./ En los intermedios, la laureada y escogida banda del regimiento interpretó selectas piezas, entre ellas <Las bribonas>, <Mazzantinito> y el pasodoble del <Dos de mayo>, que fue ovacionado frenéticamente. / Al final, el coro del regimiento entonó el precioso himno del mismo, letra del capitán Gómez y música del maestro Borrás. /La función terminó a las once y media y constituyó un hermoso prólogo de las fiestas que el Arma de Infantería dedicará en Madrid este año a su excelsa Patrona. / Este regimiento, el día 8, tendrá misa en la iglesia de San Andrés, rancho extraordinario para las tropas, comida de sargentos y banquete de jefes y oficiales. A las tropas se les concederá permiso para asistir a los paseos y espectáculos. Alaagak.”» Fuente: “La Correspondencia de España”, lunes 7 diciembre 1908.

Los reyes Don Alfonso y Doña Victoria, por cuarta vez consecutiva en junio de 1909, inician su temporada veraniega en La Granja de San Ildefonso, Segovia, donde el regimiento de Wad-Ras, al mando de su coronel Gabino Aranda, se desplazó allí de guarnición. Como es lógico tenía que intervenir protocolariamente en la vida de los soberanos, como señala esta crónica de “ABC” en relación con su llegada a los Reales Sitios:

«” … A las seis y veinte minutos,el ruidoso tintineo producido por las campanas de La Colegiata, echadas al vuelo, anunció la llegada de la comitiva regia. Entró primero un automóvil descubierto conduciendo al marqués de Viana, al duque de Santo Mauro, al general Del Río y al conde del Grove. Poco después, en otro automóvil cerrado, que escoltaba el coronel de Wad-Ras, a caballo, llegó S.M. la Reina con el príncipe heredero [Alfonso] y el infantito Don Jaime. … La banda de Wad-Ras tocó la Marcha Real. … Por expreso deseo del Monarca no se le tributaron honores militares; pero sí le esperaban a la puerta de Palacio las autoridades locales, los oficiales mayores de Alabarderos y la plana mayor y oficialidad del regimiento de Wad-Ras, aquí de guarnición. Don Alfonso, que vestía de paisano y que sigue usando bastón para apoyarse al andar, dijo al coronel Gabino Aranda, que le presentase a los oficiales, y así se hizo, estrechando Don Alfonso uno a uno las manos de los militares”» Fuente: “ABC”, lunes y martes, 7 y 8 junio 1909.

Aspecto de las inmediaciones del palacio de la Granja al paso de la comitiva del Corpus. Con una estrella el Rey. Fuente: “album-online.com”, imagen alb9767263.

En La Granja, con la reina María Cristina embarazada, a punto de cumplir el periodo de gestación, se preparaba todo para la ceremonia de presentación del nuevo vástago real, que sería la Infanta Beatriz, que nacería el 22 de junio, tal como informa esta nota de prensa de “El Imparcial”:

«” … Los que han de asistir a la presentación son, por el regimiento de Wad-Ras, una comisión compuesta del coronel Don Gabino Aranda, del teniente coronel Don Pío López Pozas, del capitán Don Sinforiano Gómez y Fernández, del primer teniente Don Fernando Tassier y el segundo teniente Sr. Gutiérrez Matheu ...”» Fuente: “El Imparcial”, miércoles 16 junio 1909.

Al recrudecerse las acciones bélicas en Melilla, iniciadas el 9 de julio de 1909, en que un grupo de obreros españoles que trabajaban en la construcción de la vía férrea, entre las minas de hierro del Rif y el puerto de Melilla, fueron atacados por elementos de cabilas hostiles del entorno, el regimiento de Wad-Ras fue destinado a la zona desde su acuartelamiento en Madrid, siguiendo las órdenes del Gobierno español al objeto de mantener el “orden”. Esta contienda es conocida como la segunda Guerra de Melilla (julio-noviembre 1909), enfrentando a tropas españolas con integrantes de las cabilas no sometidas a la autoridad del estado jerifiano del sultán, y en contra de que aquellas riquezas fueran explotadas por intereses extranjeros.

Como ambientación, salida del batallón de cazadores de Madrid, de la estación de Atocha, el 22 abril 1909, similar a la se describe a continuación. Fuente: “La Ilustración Española y Americana”, año LIII, núm. XXVIII, 30julio 1919. 

«”LA GUERRA DESDE MADRID. SALIDA DEL REGIMIENTO DE WAD-RAS. La noche última, a las doce y cuarto y a las dos y media, respectivamente, salieron del cuartel de San Francisco los dos batallones del regimiento de Wad-Ras, que marchan a Melilla. / En las calles inmediatas al cuartel había numeroso público esperando la salida de los batallones. / El primer batallón salió a las doce y cuarto, precedido de la música, que entonó la Marcha Real al salir la bandera. / Inmediatamente se puso en marcha la fuerza, rodeada de compacta muchedumbre, siguiendo el camino de la estación del Mediodía por la Carrera de San Francisco y la Puerta de Moros. Los balcones delas calles del tránsito estaban llenos de gente que despedía a los expedicionarios agitando los pañuelos. / Análogas manifestaciones de entusiasmo recibió la tropa al pasar por la plaza de la Cebada, calle del Duque de Alba, plaza del Progreso y calle de la Magdalena. / Con igual entusiasmo se despidió el segundo batallón. / El primer batallón se compone de 954 hombres y el segundo de 969. / Por orden de la autoridad militar sólo se permitía la entrada en andenes a los militares de uniforme. / El escuadrón de Caballería de Seguridad contenía el paso de los curiosos. / La fuerza entró en la estación en medio de un orden perfecto. / De mantener el orden en las calles del tránsito estaban encargadas fuerzas de Vigilancia y Seguridad, que no tuvieron, afortunadamente, que intervenir para nada. / Dando frente al tren, y con rapidez admirable, se colocaron los soldados del primer batallón ante la portezuela de cada vagón las hileras que habían de ocuparlo. /

Como ambientación, el Regimiento de Wad-Ras, unos años más tarde, formado en el patio del cuartel de la Montaña, durante la revista que pasó a las fuerzas el Rey. Fotógrafo: José Pío Alonso, 11 abril 1917. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. 

Al depositar la bandera en el departamento donde ha de ser conducida, la banda ejecutó la Marcha Real y la tropa presentó las armas. / Inmediatamente, por medio de toques de corneta, embarcó la tropa, dando ejemplo de gran disciplina. / Cuando estuvieron instalados los soldados en los coches se permitió la entrada a las familias de los expedicionarios y a la gente que acudió a despedirlos. / Junto al departamento que ocupaba el jefe del batallón, Sr. López Pozas, había numerosos generales, jefes y oficiales que le estrechaban afectuosamente la mano. / A las dos y quince minutos el cornetín de órdenes tocó marcha, y cinco minutos después arrancaba el tren. / El público hizo objeto de una ovación delirante a la oficialidad y tropa del batallón, y las clases y soldados correspondían al entusiasmo dando vivas a España, al Rey, a la oficialidad, al capitán general y al marqués del Vadillo. / El segundo batallón, mandado por el bizarro teniente coronel Sr. Figueras, llegó a la estación a los acordes de la música. / La fuerza formó en el andén y embarcó con admirable precisión, orden y rapidez. / Han asistido a despedir a los batallones el general Del Río, ayudante del Rey; el capitán general de Madrid, Sr. Villar y Villate; los gobernadores civil y militar, señores marqués del Vadillo y general Bascaran; los generales Moltó, Palanca, Ramos, el jefe superior de policía Sr. Millán Astray y gran número de jefes y oficiales de todos los Cuerpos del Ejército. / En ninguno de los batallones marcharon reservistas, pues por formar parte este regimiento de Wad-Ras de la división reforzada, tenían muy nutrido el contingente. Solamente se ha llamado a los individuos que estaban con licencia trimestral e ilimitada. / El cuadro de jefes y oficiales del regimiento de Wad-Ras está constituido por los señores siguientes: / Coronel: Don Gabino Aranda. / [Continúa una larga relación de tenientes coroneles, comandantes, capitanes, primeros y segundos tenientes, médicos, capellán, músico mayor y armeros]. Fuente: “El Mundo”, viernes 6 agosto 1909.

Inicio de la crónica sobre la marcha del Regimiento Wad Ras a Melilla. 

Apenas transcurridos diez días desde la salida de Madrid del Regimiento Wad-Ras, ya en Melilla, prontamente participa en las primeras escaramuzas con el enemigo, tal como describe la siguiente crónica de “ABC”: 

«”EL CONVOY ATACADO. Melilla, 15 [agosto], 7 tarde (urgente). A las tres de la tarde saló de Cabrerizas una columna de Wad-Ras, al mando de su coronel, Don Gabino Aranda, para proteger el regreso del convoy y las fuerzas que le custodiaban, las cuales, según noticias recibidas, venían siendo hostilizadas por los moros desde la primera caseta. / El coronel Aranda destacó sucesivamente dos compañías, que se desplegaron muy bien por delante del Lavadero, reconociendo el terreno hasta el borde mismo del barranco desde cuyas lomas hostilizaban los grupos. / Una de las dos compañías hinco allí rodilla en tierra, disparando por secciones, mientras la otra avanzaba despacio, aprovechando las sinuosidades del terreno, disparando poco y sobre seguro, / Los grupos rifeños aumentaron considerablemente, rompiendo un fuego muy nutrido. Las fuerzas entonces se replegaron, retirándose por escalones y con descargas cerradas. /

El blocao recientemente construido cerca de la posada del Cabo Moreno. Las posiciones españolas. Fuente: “ABC”, agosto 1909. 

Los moros, a pesar de su habilidad, cayeron en el lazo. Creyeron que las tropas en vez de retirase, huían, y redoblaron el ataque, presentándose francamente a la descubierta. Cuando se consideró el momento oportuno, las baterías del Hipódromo y de Camellos, combinadas con los cañones del <Extremadura>, que también estaban apercibidos, rompieron un fuego horroroso sobre las lomas bajas, cañoneándoles furiosamente y causándoles numerosas bajas. / La columna sólo tuvo un herido leve. / Cuando el convoy y la fuerza de Wad-Ras regresaron al Hipódromo, algunos grupos sueltos volvieron a ocupar las lomas para tirotear desde allí el Lavadero y la posada del Cabo Moreno. / Desde esta última presenciamos toda la operación, recogiendo algunos proyectiles de remington que cayeron en las trincheras sin causar daños. / A las cinco de la tarde las baterías de Sido Musa y de la segunda caseta rompen de nuevo el fuego sobre las lomas fronterizas, en las cuales se ve grupos de moros.”» Fuente: “ABC”, 16 de agosto de 1909. 

Vigilancia de la vía férrea. Fotografía corresponsal en Melilla. Fuente: “La Ilustración Española y Americana”, año LIII, núm. XXX, 15 agosto 1919. 

[CONTINUARÁ el próximo 14 diciembre 2.025]


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario