De como gracias a este documento, se puede apreciar la extraordinaria colaboración que existía entre los Curas de las dos Villas vecinas, solicitando el de Vejer que se le pase nota de las deudas pendientes de sus capellanías a saldar con el de Conil, denotando cierta familiaridad y complicidad como para decir “… esto se pone serio …” y la disposición para este último de ochenta misas, despidiéndose como “Veremos si Dios nos ayuda”.
“Una capellanía era una especie de fundación. Un propietario de tierras cedía una parte a la Iglesia a su muerte para asegurarse remembranzas y plegarias por su memoria <de por siempre>. Una capellanía necesitaba tres actores: un FUNDADOR que segrega una finca rústica o urbana y lo entrega a determinada parroquia a cambio de encargos espirituales; un PATRONO, nombrado por el fundador para hacer cumplir las obligaciones espirituales; y un CAPELLÁN, que es el ministro eclesiástico. <Para quienes mueren con dudosa conciencia de haber obrado bien, de haber incrementado su patrimonio mediante la usura, las capellanías funcionaban como un seguro para la otra vida y servían para redimir años de penas del purgatorio>, se afirma en un estudio realizado con motivo de las jornadas culturales de Santa Lucía, uno de los múltiples asentamientos de Vejer donde se cedieron estas tierras, y celebrado el pasado mes de abril. // El capellán, entonces, no recibía propiamente un sueldo del Obispado. Se sostenía con las rentas. Porque esas tierras eran trabajadas por arrendatarios que pagaban pequeños alquileres a la parroquia y los derechos de éstos pasaban de padres a hijos. El dinero no salía de la zona. Iba del labrador a la parroquia. El Obispado no intervenía, ya que las tierras estaban a nombre de la parroquia. Era un acuerdo económico local y hasta hace bien poco los arrendatarios de las capellanías de Vejer a quien pagaban la mensualidad en mano era al sacristán de la parroquia del Divino Salvador. Apenas existía control sobre ese dinero. // Llegó la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX y fueron enajenadas aquellas tierras que no cumplían las normas del fundador de la capellanía o aquéllas que estaban abandonadas y no eran trabajadas. Pero muchas sobrevivieron. Sólo entre Vejer y Medina pueden existir en la actualidad en torno a unas 40 capellanías, aunque es un dato aproximado.” Fuente: Asuntos terrenales”, Pedro Ingelmo; “Diario de Cádiz”, 19 enero 2020.
Reproducción fotográfica del documento comentado. Fuente: Archivo Parroquial Santa Catalina. 31 agosto 2021, Rafael Coca López.
Transcripción del documento:
«” El Cura Propio de la Parroquia del Divino Salvador de Vejer de la Frontera SALUDA // a su estimado compañero el Señor Cura de Conil [lo era Francisco María Cruceyra Sánchez] y le agradecería nota de las deudas que tenga estas Capellanías por Misas aplicadas. Estoy haciendo liquidación y esto se pone serio, ya he distribuido estipendios a todas las Parroquias del Arciprestazgo. A partir del lunes 29, puede disponer de ochenta, misas para todo el año. Veremos si Dios nos ayuda. // BERNARDINO GESTOSO CAMPILLO aprovecha gustoso esta ocasión para reiterarle su consideración más distinguida. // Vejer 26 de enero de 1962. “»
[Ambientación] El Padre Bernardino Gestoso, junto a su madre, Ángela Campillo, el hermano mayor de la Hermandad de La Oliva del momento, Juan Castrillón y el secretario de la Hermandad, Ignacio Sánchez (Colección Particular). La instantánea está tomada en Cádiz, durante la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Rosario, patrona de aquella ciudad, el 4 de mayo de 1947, reuniéndose en la capital numerosas patronas de pueblos de la provincia, como testigos del magno acto. Fuente: Facebook “En la villa de Vejer”, 4 mayo 2020.
*** Fuente: Archivo Parroquial Santa Catalina, Carpeta de Correspondencia; transcripción de Rafael Coca López. Agradecimiento: Yelman Francisco Bustamante Solórzano, párroco de Conil de la Frontera.
Para aquellos amigos vejeriegos, que conocieron al PADRE BERNARDINO, u oyeron hablar de él, se reproduce a continuación la crónica, publicada en “El Noticiero Gaditano”, de su PRIMERA MISA, celebrada el domingo 3 de marzo de 1929.
<El nuevo sacerdote Bernardino Gestoso Campillo>. Fuente: “EL NOTICIERO GADITANO”, año XI, Núm. 4032, lunes 4 de marzo de 1929.
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