La modernidad entra de lleno en las playas de Conil. Algo tan consustancial como los chozos de enea y las casetas multicolores de madera desaparecen. Es una de las consecuencias de la ley de Costas. Se pierde mucho de tradición y colorido, pero se gana en higiene y salubridad.
Playa de La Fontanilla en 1975, en una conocida tarjeta postal de la época. Hay tres chozos (chiringuitos) montados en esta playa, muy juntos entre ellos. A la derecha, se aprecian algunas unidades de chozos familiares, que al igual que aquéllos se fabricaban de enea, berlingas, de las que se ven varias apiladas, y caña. Cuando la mar estaba en pleamar, como es el caso de la fotografía, la arena seca era compartida, además de por los bañistas, por las barcas, redes y aparejos de pesca, con lo que el ambiente marinero que se respiraba era uno de los encantos del lugar. Fuente: Archivo de Scard Bermos.
Fuente: Costa de la Luz. “Conil desnuda las playas”, Teresa Cárdenas. “ABC” Madrid, del domingo 23 de julio de 1989.
Además del propio valor que por sí tiene la fotografía, sirve para “ilustrarnos” de cómo y dónde se montaban los chozos, en este caso en Los Bateles, tal como se aprecia al fondo de la fotografía. Carmen Trujillo Pozo y María Paz, hacia 1961, en la playa de “Los Bateles”. Colección particular Ana María Trujillo. Fuente: “Conil en la Memoria 2”, p. 31, 2007.
Playa del Chorrillo, también muy compartida entre ocio y pesca. Coexistían las casetas de madera, pintadas a franjas verticales multicolor, con chozos de cubierta vegetal. La fotografía procede de una tarjeta postal, estimándose de mediados de los 70 del siglo pasado.
Personaje “famoso” que visita las playas de Conil. Remedios Amaya, participante en Eurovisión 1983 con la canción “Quién maneja mi barca” (lo anecdótico: en último lugar junto con Turquía).
Para ver la participación de Remedios Amaya en Munich, Eurovisión 1983, pincha AQUÍ.
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