sábado, 18 de junio de 2022

CONIL EN “ANDALUCÍA: UNA HISTORIA CULTURAL” (2009).

Jardín a los pies de Europa y cruce de caminos entre España, África y el Nuevo Mundo, Andalucía es desde hace más de diez mil años una aduana cultural en la frontera de las civilizaciones mediterránea y atlántica. Jonás fue uno de los primeros exploradores en llegar a sus primeros asentamientos atlánticos; Colón descubrió América navegando desde Palos de la Frontera en Huelva; su gran río, el Guadalquivir, que atraviesa Andalucía desde las montañas hasta sus vastas llanuras fluviales, regó la historia, la cultura y la economía de España. Este libro rastrea sus orígenes desde los primeros pobladores de homínidos en las montañas de Granada hace 1,8 millones de años, pasando por las sucesivas culturas fenicia, griega, romana y musulmana, y los últimos quinientos años de dominio castellano moderno, hasta e incluyendo la actualidad de post novelistas modernos en Córdoba y Sevilla, arqueólogos urbanos, guerrilleros en Torremolinos y Marbella, y bandas lo-fi underground en Granada y Málaga. Andalucía es la suma de sus culturas ancestrales, y también un indicador de hacia dónde se dirige Europa, un faro tanto para los ricos europeos del norte como para los refugiados del sur, un jardín de delicias terrenales para algunos, una playa terminal para otros.” (Reseña obtenida de la edición de Signal Books Ltd, de la que se adjunta la portada, con base en una fotografía de Michelle Chaplow).

Fuente: “ANDALUCÍA: a cultural history”, p. 50, John Gill. Oxford University Press, 2009.

Sepia gigante. Fuente: “istockphoto punto com”.


TRANSCRIPCIÓN / TRADUCCIÓN LIBRE:

Para una idea de cómo podría haber sido la vida en el acantilado de Acinipo, tenemos que acudir a la fuente menos confiable, que probablemente significa Estrabón (63 a.C-34 d.C.). El legendario viajero griego dedicó el tercer libro de su Geografía a “Iberia”. Descarta el norte de Iberia como “miserable”, como dirían ciertos caballeros ingleses visitantes del siglo XIX de toda la península, pero describe a la Bética como “fértil” y “maravillosamente bendecida por la naturaleza” (al menos en el HL Jones, Harvard University Press, traducción). Describe la región como podríamos imaginarnos Arcadia o Cockaigne, una tierra no solo sino llena de abundancia, una, a falta de una palabra menos controvertida, utopía. Describe, casi de pasada, la facilidad de sus sistemas fluviales y cómo los navegantes podían llegar hasta aquí por mar abierto, un mar poblado por criaturas marinas inviablemente grandes, incluyendo sepias de dos codos (dos antebrazos) de largo y congrios del tamaño de “monstruos”, así como innumerables cetáceos chorros en juego. Incluso informa sobre la almadraba de la Costa de la Luz, el sacrificio anual de atún en primavera, que continúa, sangrientamente, en este siglo, sobre todo en CONIL DE LA FRONTERA.”

Cachalotes nadando en grupo. Por Tomás Kotouc / Shutterstock punto com / zooportraits punto com. 



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