martes, 15 de agosto de 2023

PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO I.

  YACIMIENTOS PALEOLÍTICOS

El Paleolítico es la etapa más larga de la historia, en la que se produce la aparición y evolución del hombre. Los primeros homínidos salieron de África hace más de un millón de años, para unos el homo ergaster, para otros el homo antecesor (de Atapuerca); algunos siguen llamándolo homo erectus (aunque debemos considerar a éste último su ascendente africano). Probablemente nuestros antepasados entraron a Europa no sólo por Oriente sino a través del estrecho de Gibraltar (los yacimientos de la depresión de Guadix-Baza, Granada, superan el millón de años).

En general, las sociedades cazadoras-recolectoras del Pleistoceno tienen una economía depredadora, con tecnología que no sobreexplota el medio natural. Se trata de sociedades igualitarias, agrupadas en “bandas”, con un modo de vida nómada y distribución de tareas por sexos y edades. 

En el Paleolítico se fabricaron y se perfeccionaron herramientas. Fuente: “humanidades punto com”. 

Paleolítico Inferior (300.000-100.000 a.n.e.)

En la Janda Litoral la presencia humana sólo está documentada desde hace unos 250.000 años. Los yacimientos conocidos son de tres tipos: en terrazas aluviales (ríos Salado, Barbate y Almodóvar), depresiones lacustres (entorno de la laguna de la Janda) y formaciones costeras. Desde el Pleistoceno Medio se multiplican los instrumentos de trabajo de tecnología Achelense (bifaces, raederas, cuchillos de dorso, raspadores), hechos con materias primas locales (guijarros). Se conocen varios yacimientos en Conil: El Puntalejo y Cerro Jandilla, junto al río Salado.

La movilidad de estos grupos humanos es bastante restringida y sus instrumentos están vinculados principalmente al despiece de animales. Se trata ya de hombres carnívoros pues, además del continuado aprovechamiento de los recursos vegetales, practicaron el carroñeo o la caza. Su aspecto es ya más moderno, dominan el fuego y viven en un entorno medioambiental benigno: clima templado con cortos períodos fríos o glaciales. 

El hombre inicia la fabricación y uso de herramientas de piedra. Fuente: “unhistoriador punto com”. 

Paleolítico Medio (100.000-25.000 a.n.e.)

En esta etapa continúa la ocupación de la banda atlántica en los acantilados costeros de Conil y Barbate o en las terrazas de los ríos. En los útiles predomina ahora el sílex (procedente de la Subbética) frente a las materias primas locales, lo que nos habla de la mayor movilidad de estas bandas. Sus herramientas están asociadas a la caza (puntas musterienses) y a actividades domésticas (raederas, raspadores, denticulados, ...). Se conocen varios yacimientos de tecnología musteriense en Conil: El PuntalejoEl Roqueo y Río Salado. Estamos ya ante el Neandertal u homo neanderthalensis, un hombre ya plenamente moderno, con preocupaciones espirituales y conciencia social, que consolida el modo de vida cazador-recolector. En esta época existió ya, sin duda, una ocupación social del territorio. Los neandertales pervivieron en el sur de la Península hasta hace 25.000 años, conviviendo con el hombre actual.

Reconstrucción pictórica de un grupo neandertal, Charles R. Knight, 1920. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. 

Paleolítico Superior (30.000-10.000 a.n.e.)

Los primeros hombres actuales u homo sapiens sapiens datan en Andalucía de hace 30.000 años y es muy posible que llegaran también a través del estrecho de Gibraltar. Ocuparon y explotaron todos los territorios del sur, organizados en bandas que vivían de la caza (cabras, ciervos, ...), la pesca (explotada ahora) y la recolección (productos vegetales y marinos). Poseyeron gran variedad de útiles, entre los que destaca el arco y la flecha. Vivían en campamentos al aire libre o en cuevas.

Durante esta etapa hay en la banda atlántica una ocupación contrastada y estacional en formaciones costeras de Conil. Se trata de un Paleolítico Superior Evolucionado, estudiado en la Casa de Postas y, sobre todo, en La Fontanilla, donde se ha documentado una serie importante de industrias líticas. Su asociación es evidente con otros enclaves prelitorales y serranos del entorno gaditano. El proceso de microlitización de los instrumentos, característico del final de esta etapa, el epipaleolítico, señala una evolución hacia formas de vida productoras, realizada por las propias comunidades locales.

Desgraciadamente, el estado de conservación de los yacimientos paleolíticos conocidos es, en general, bajo por causas naturales o humanas, como la excesiva frecuentación y urbanización costera. Hoy, una parte de dichos yacimientos está protegida en el Plan General de Conil.

Recreación de una comunidad humana en el Paleolítico Superior. Fuente: “unhistoriador punto com”. 

Fuente: “PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor: ANTONIO SANTOS GARCÍA; Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE; Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007. 

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