Las dos transcripciones de hoy abordan el tema de la esclavitud, con la venta, como si de cualquier mercancía se tratara, de unas personas dedicadas al servicio particular de sus propietarios. En esta oportunidad, el personaje que nos interesa resaltar es, ni más ni menos que, un servidor del Duque de Medina Sidonia, Bartolomé Arrafán y Ronquillo, que ocupaba el importante cargo de Tesorero y Recaudador de Rentas en Conil, designado para ello siete meses antes de la ocurrencia de los hechos transcritos. Este servidor del Duque había nacido en Vejer de la Frontera, en 1704, y se había casado allí, en 1730, con la también vejeriega, Rita Nicolasa Valdés y Vadillo, con la que tuvo cinco hijos, a saber: Bartolomé, Pedro, Gerónimo, Beatriz y Francisco. Nuestro protagonista, Bartolomé Arrafán, ocupó otros cargos en sus años de servicio, tales como Síndico Procurador General, Ministro de Matrícula de Mar y Juez Subdelegado de Marina, todos en Conil; actualmente se le recuerda más por el dramático final que tuvo, ya que falleció ahogado en sus aposentos de la Chanca, al ser destruidos por el maremoto subsiguiente al terremoto de Lisboa, el 1 de noviembre de 1755, como así podemos leer en una nota al final de esta entrada.
Inicio del primer documento de venta. Fotografía de Rafael Coca López, 9 marzo 2023. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Cádiz.
Folio 73.- <<“Don Bartolomé Arrafán y Ronquillo, vecino de Conil, Tesorero Recaudador y Administrador y Alcalde de Rentas del Duque de Medina Sidonia, VENDE UN ESCLAVO llamado MANUEL, que antes de reducirse a Nuestra Santa Fe Católica se llamaba JAMETE, de nación argelina, alto de cuerpo, color moreno claro, pelo negro, con una señal de cicatriz en una mejilla, que sería de treinta años, el cual compró de Don José Coldo, vecino de Málaga, y vende a Don Sebastián de la Suela y Amar, vecino de Conil y Alcaide del Castillo de Castilnovo, en el precio de seiscientos reales de vellón.”>>
Inicio del segundo documento de venta. Fotografía de Rafael Coca López, 9 marzo 2023. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Cádiz.
Folio 75.- <<"Don Bartolomé Arrafán y Ronquillo, VENDE TRES ESCLAVOS llamados: JUAN DE LOS SANTOS, negro atezado de setenta años, alto, delgado; CRISTINA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN, negra nacida en la ciudad de Lisboa en Portugal, bautizada en la Parroquial de Santa Justa en dicha ciudad de treinta y nueve años, pequeña de cuerpo, con una cicatriz pequeña en el brazo, mujer de dicho Juan; y, TERESA MARÍA, su hija de veinte y dos meses de edad, alta y delgada y algo bisoja, que mete un ojo por otro cuya … en precio de doscientos pesos a Don Pedro García Gil, de Olmedo, Alguacil Mayor del Santo Oficio de la Inquisición y Alférez Mayor de las Milicias de Conil.”>>
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Cádiz, Legajo 124 Conil, Folios 73 y 75, 27 de octubre de 1741; transcripción libre y parcial de Antonio Martínez Cordero, localizada en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimiento: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina.
El trabajo en las colonias fue realizado en buena parte con mano de obra esclava; de allí pasó a la península. Fuente: “rtve punto es”, 19 enero 2020, “Esclavitud, un episodio silenciado”, Alberto León.
Para mejorar nuestro conocimiento sobre la esclavitud, vamos a reproducir varios párrafos del artículo de Ángel Hernández Sobrino, titulado “Los esclavos en España durante la Edad Moderna”, publicado en “LANZA, Diario de La Mancha”, el 27 de noviembre de 2017 (https://www.lanzadigital.com/blogs/los-esclavos-espana-la-edad-moderna/).
“La esclavitud ha existido en todas las épocas y culturas, pero cuando se habla de ella en España piensa en inmediato en los esclavos de la antigüedad o en los negros del sur de los EE.UU. Durante la época de la guerra de Secesión. Buena parte de culpa la tienen, sin duda las películas de romanos, como Espartaco, y las de esclavos negros en los campos de algodón. Sin embargo, España fue también una nación esclavista y ya en el siglo XV empezaron a llegar esclavos negros de África, vía Portugal, … A mediados del siglo XVI había ya en España unos 50.000 esclavos ...
… El esclavo veía equiparada su existencia con la de un simple objeto que se podía comprar y vender a voluntad de su dueño. El valor de un esclavo dependía de su edad, salud y cualidades físicas, y cuando perdía valor por algún motivo, su dueño lo podía vender abaratando su precio o darle la libertad cuando estaba viejo y enfermo. Era pues una mercancía, como se demuestra leyendo las cartas de compraventa de esclavos, similares a las transacciones de un buey o un mulo, en las que se detallan su edad, color, apariencia física y enfermedades o taras …
La Iglesia española de la época nunca condenó la esclavitud, pues consideraba que los individuos inferiores, aquellos que la Naturaleza había creado de menor valía, podían ser esclavizados por los hombres superiores, como los cristianos viejos, destinados a mandar sobre los pueblos primitivos. Lo que sí condenó la Iglesia católica fue el maltrato a los esclavos, de los que su dueño no debía abusar, … Muchos clérigos tuvieron esclavos y estos también eran frecuentes en los conventos, …
… la valoración que despertaban los esclavos en general en la sociedad era bastante negativa, ya que se les consideraba desprovistos de capacidad para realizar obras morales. Sus actos no podían ser virtuosos porque no tenían capacidad para encarnar los valores propios del espíritu, los que les confería una inferioridad natural. No obstante, la intolerancia religiosa terminaba cuando el esclavo se convertía al catolicismo, si bien esta cristianización era bastante superficial. El bautismo era administrado muchas veces sin una previa instrucción religiosa adecuada y también se dieron casos de esclavos que se bautizaban solo para mejorar su situación, pero que en realidad no eran católicos … La Inquisición persiguió a estos falsos creyentes, a los que acusó de herejía e injurias a la Iglesia. La mayoría de estos encausados eran de origen turco o berberisco, los cuales se hacían pasar por católicos, aunque seguían siendo musulmanes en secreto …
Los dos grandes grupos de esclavos en España fueron los negros, por un lado, y los turcos y berberiscos, por otro… Después de haber llegado a su apogeo en el siglo XVI y primera mitad del XVII, la esclavitud comenzó a disminuir en España, desapareciendo primero lentamente en la segunda mitad del XVII y después más rápidamente en el XVIII … Adolfo de Castro decía que en 1812 todavía quedaban algunos esclavos en Cádiz, si bien hasta 1836 no se prohibió que vinieran a España esclavos de Ultramar. Esclavos berberiscos continuó habiendo, pues aunque las galeras del rey fueron suprimidas en 1749, el corso español continuó activo … Cuenta Domínguez Ortiz que en 1766, Sidi Ahmet el Gazel, embajador del rey de Marruecos, rescató 800 esclavos, procedentes casi todos de Barcelona y de los arsenales de Cartagena y La Carraca. Reunidos en Cádiz, fueron embarcados para Tetuán …
En 1817, se prohibió el tráfico de esclavos en la España peninsular, pero no su tenencia, y en 1837 se redactó un proyecto de ley para abolir la esclavitud, ley que nunca fue aprobada. De este modo continuó habiendo esclavos en nuestras colonias americanas, hasta que por fin la esclavitud fue abolida en Puerto Rico en 1873 y en Cuba en 1880 ...”
Fachada del edificio mandado construir por el hijo de nuestro protagonista, Bartolomé Arrafán y Valdés, que hoy conocemos como “Casa Arrafán” y localizado en Plaza de España dos. Captura pantalla Google Maps, 23 octubre 2020.
De la entrada en el blog “todoconil” del 29/11/2019 sacamos la siguiente información sobre la muerte de este Arrafán (https://todoconil.blogspot.com/2019/11/conil-y-el-terremoto-de-lisboa-1755.html):
En el Archivo Municipal de Conil se encuentra, según referencias de Francisco González Ureba, un documento manuscrito inédito, donde también se detallan los efectos del tsunami:
"... Como a las diez y media del día, se rebotó la mar, se pusieron las aguas como pardas, se salieron de su seno con tanta fuerza y fortaleza, que todos los de este pueblo, hombres mujeres y niños alzaron clamores pidiendo misericordia ... La mar sosegó su primer avance, repitió el segundo más llanto, más sustos ... Sosegó un poco la tempestad de las aguas y los que están con recelo y otros con demasía se bajaron a registrar los estragos que habían hecho las aguas o que dolor cuando vieron la que llamaban chanca del Excmo. Sr. Duque de Medina, dueño de este lugar, toda por tierra, las puertas y vigas esparcidas media legua, las barcas de la almadraba todas hechas pedazos y todo cuanto estaba en la chanca sumergido debajo de arena y piedra. La fuerza del agua y golpe que dio la chanca quitó la vida a D. Bartolomé de Arrafán, recaudador de su excelencia y comisario de la Marina. Se llevó el mar una cruz de cantería que está junto al castillo y escuela fuera del postigo, se llevó tres casas junto a la iglesia y chanca, se llevó la fuente, y el huerto, se llevó las paredes del cerco de la Torre del Castillo. Entró el mar en la dehesa del Palmar, se ahogaron muchas vacas, bestias, un vaquero y un muchacho. Vino el mar por el Pozo del Prado, se llevó dos casillas del señor Duque que estaban junto al Río y Pozuelo … El mar entró por todo el Prado, por el Torno, y Saleor, caminando por la Coquina, entró en la Vega de la Dehesa, por la aza de Pedro Martín al Moral hasta la cañada de Cádiz. Las barcas de los pescadores se hallaron hechas baratillas en la campiña. Algunos diez o doce hombres se ahogaron por ir a defender sus barcas. Cuatro hombres de Conil se ahogaron camino de Cádiz ...".
Esclavos. Fuente: Ángel Hernández Sobrino. “lanzadigital punto com”, 27 noviembre 2017.
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