lunes, 4 de octubre de 2021

LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL I.

LA CHANCA

[Es importante recordar que esta información se transcribe de una publicación fechada en 2007]

Se construyó a mediados del s. XVI, cuando la pesca del atún alcanzó su momento de mayor esplendor en Conil. Ya durante el s. XV debió aparecer una importante industria de salazones, aunque sin edificio propio, pues el atún era salado en la playa bajo una gran enramada, tal como aparece en el grabado de Hoefnagel. El gran incremento de la pesca del atún animó al Duque de Medina Sidonia a construir, entre 1540 y 1560, un gran edificio con una doble finalidad: servir de fábrica de salazones y almacén de barcas y pertrechos de las almadrabas.

Grabado de Conil [y Jerez de la Frontera, recortado], Georgius Hoefnagel (Amberes, 1542 – Viena, 1600).

En el s. XVIII el edificio debió ser parcialmente reconstruido y remodelado, especialmente tras el maremoto de 1755. La fábrica estuvo en funcionamiento hasta el último tercio del s. XIX y durante primeros años del s. XX siguió sirviendo como almacén de pertrechos (amarras, anclas, redes ...) de la almadraba, hasta que el Consorcio Nacional Almadrabero decidió dejar de calar almadraba en Conil desde 1934, trasladando el material a Sancti Petri. Durante la guerra civil, la Chanca fue convertida en cuartel y en los años 40 y 50 fue utilizada como almacén para paja y aperos de campo, como cuadra y almacén de carretas. En los años 60 sirvió como almacén de material de balneario y chiringuitos playeros, al finalizar la temporada veraniega y desde los años 70 estuvo cerrada y carente de usos, acelerándose su proceso de deterioro.

Entrada de La Chanca, “Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz), entre mayo 1907 y julio 1908, Enrique Romero de Torre, publicado en 1934 por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Imagen “mejorada” por Juan Bermúdez, Scard Bermos.

Interior de La Chanca, con los pertrechos de la almadraba, “Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz), entre mayo 1907 y julio 1908, Enrique Romero de Torre, publicado en 1934 por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Imagen “mejorada” por Juan Bermúdez, Scard Bermos.

La arquitectura de la Chanca tiene una clara impronta militar, como corresponde al hecho de albergar una rica actividad que precisaba protección y más si tenemos en cuenta que ella misma servía de muralla frente a la mar, lo que explica la potente arquitectura de gruesos muros que rodean por completo su perímetro. La construcción es fundamentalmente a base de muros de mampostería de piedra ostionera revestida con enfoscados de cal, aunque puntualmente la fábrica es de sillares bien cuadrados. Los forjados y cubiertas son de madera, rematándose esta última con teja curva.

Este armonioso conjunto, testimonio incomparable de la historia de Conil, ocupa una superficie de unos 7.500 metros cuadrados y posee, como podemos observar en un plano del Archivo Ducal de Medina Sidonia (s. XVIII, s/f), un gran patio interior en forma de cuadrado irregular en torno al cual se disponen las distintas edificaciones que, en general, son naves cubiertas a una o dos aguas, concebidas como espacios diáfanos y fáciles de articular de sencilla y geométrica planta. Resulta fácil imaginar el funcionamiento de esta gran industria a la vista de este Plano de la Casa Chanca y Almacenes de Conil.

Plano referenciado y procedente del Archivo Ducal.

Almacén de pertrechos, columnas de piedras y artesonado de madera. Patrimonio Cultural de Conil, p. 70, 2007.

El gran patio central está dividido en dos partes por un muro que delimita con claridad el área de trabajo y los almacenes. La Casa Chanca propiamente era el área de trabajo, situada en la parte norte y de poniente. A ella eran llevados los atunes en carretas tiradas por bueyes desde la playa. Una vez allí serían despiezados en el suelo y troceados después sobre grandes mesas de madera, en el mismo patio, puestos a salar en las pilas contiguas y finalmente embarrilados. El Sitio de la enramada podría ser utilizado para colgar y poner a desangrar los atunes o para poner a secar huevas y mojamas. Como en las labores de la chanca se precisaba agua abundante para las tareas de limpieza del pescado había en una esquina una fuente y conducción de agua que atravesaba el recinto y lo surtía, y perforando el muro un albañal para la evacuación de aguas corrientes y desperdicios finos. El trabajo sería fiscalizado por el administrador desde el único cuarto alto que daba a este patio de trabajo o Casa Chanca; terminados los diferentes procesos de salazón, cuñetes y barriles serían almacenados en una sala quedando dispuestos para su venta. La Casa Chanca, menos monumental, se encuentra hoy parcialmente alterada aunque conserva en su casi totalidad el muro perimetral, el Sitio de la enramada y alguna edificación posterior. Es de suponer que las 8 pilas que aparecen en el plano estén enterradas (en 1791 Sáñez Reguart dice que había 21 pilas).

Almacén de la sal. Patrimonio Cultural de Conil, p. 71, 2007.

La parte más monumental o de Almacenes es la más interesante, situándose a levante y al sur del Conjunto. Se trata de la parte donde se guardaban pertrechos y barcas al finalizar la temporada, así como la sal, carros de servicio, etc. El edificio está construido con fuertes muros y pilastras de mampostería de piedra y arcadas de sillería en los espacios mayores. Entre ellos cabe destacar la monumental Sala de Pertrechos –para redes, corchos, plomos ...- con grandes arcos y altos techos de gruesas vigas de madera, todo ello en buen estado de conservación. Sobre él están los cuartos altos del capitán, contador, mesonero, veedor, ayudantes, cuarto del despensero y la despensa, la cocina y el oratorio, a los que se accede por una escalera, junto a la que hay una pieza baja que servía de cárcel en tiempos de almadraba. Estos cuartos altos daban al Patio y a la Crujía de las piezas altas y se conservaban en buen estado hasta fechas recientes, habiendo sido muy alterados y parcialmente destruidos en los últimos años. El muro toma aquí la mayor altura y está coronado por una torre y espadaña para llamar a rebato en momentos de peligro. Se trata de la fachada del edificio que cabalga sobre la puerta principal del recinto, abierta frente a la mar. Al otro lado de la entrada están los cuartos del tambor y pregonero y el del pandero.

Patio de almacenes de La Chanca, cuartos altos del Capitán, Tesorero, Contador, etc.. Patrimonio Cultural de Conil, p. 72, 2007.

Frente a la puerta principal del recinto vemos el Almacén de la Sal, interesante nave alargada cubierta por una fuerte bóveda de cañón rebajado que descansa sobre gruesos muros. Sobre ellos apoya la bóveda, construida con ladrillos a sardinel, que presenta una larga grieta en su clave lineal, producida quizá por el terremoto de 1755 y cosida con ladrillo hace muchos años; en la parte que da al patio, esta nave se encuentra perforada por huecos dispuestos regularmente, cuyos muros se construyen avanzando su parámetro interior para estrechar la luz, produciendo un efecto luminoso de gran interés en su interior. En torno al gran patio se conservan también el antiguo Pajar y la Carnicería, edificación en dos plantas con escalera exterior de acceso a la superior, y cuya cubierta es a dos aguas con tejado. Sobre la Carnicería estaba el cuarto del Bastimento y sobre el Pajar el del bastimentero. Otras edificaciones son la Cochera y el Almacén de madera, que tienen caída parte de su techumbre de vigas y tejas; las Caballerizas, prácticamente desaparecidas; o las destinadas a Hornos y amasadero, ruinosas ya en el s. XVIII. El muro perimetral se conserva en su totalidad y delimita claramente el conjunto, que posee una gran armonía y belleza.

Patio de Almacenes, al fondo el edificio de la Carnicería y el Pajar. Patrimonio Cultural de Conil, p. 73, 2007.

El inmueble está requiriendo una actuación urgente, pues su estado general es ruinoso, aunque los muros parecen bien dimensionados y la fábrica de buena factura. La continuidad de su uso hasta fechas recientes explica el mejor estado de conservación de la zona de Almacenes, aunque la instalación en ella de colectivos marginales durante los últimos años y hasta fechas recientes ha acelerado notablemente su deterioro (apertura de huecos en sus muros, saqueo de la viguería de madera y otros materiales constructivos).

Dibujo procedente del Archivo de la Fundación Casa Medina Sidonia, donde se aprecia en la parte inferior la situación de La Chanca, con su patio y almacenes (13).

Hasta 2001 el edificio era propiedad privada, pero entre esta fecha y 2003 el Ayuntamiento fue adquiriendo por partes el edificio que hoy es en su totalidad propiedad municipal. En 2002 la Dirección General de Bienes Culturales incluyó La Chanca en el Catálogo del Patrimonio Andaluz como Lugar de Interés Etnológico, con delimitación de un amplio entorno, lo que no ha evitado la construcción de un impactante edificio de nueva planta a sólo 4 m. del edificio histórico, dañando gravemente sus visuales interiores y exteriores.

Quinientos años de historia contemplan estos restos. Imagen del 5 de septiembre de 2007. Fuente “lalajadeconil.blogspot punto com”, 22/03/2014.

En 2004 se realizaron obras de limpieza y algunas catas arqueológicas y se firmó un convenio entre las Consejerías de Cultura, Obras Públicas y el Ayuntamiento de Conil por el que se ha abierto un concurso de ideas para la ordenación urbanística de La Chanca y su entorno tendente a la consolidación, restauración y puesta en valor del inmueble. En la actualidad carece de usos, pero existe la idea de convertirlo tras su restauración, que deberá estar concluida en 2008, en Museo del Mar y destinarlo a equipamiento cultural.

Fuente: “PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor: ANTONIO SANTOS GARCÍA; Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE; Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.

Nota: En futuras entradas, se detallarán las obras de restauración realizadas para llegar a su estado actual. 

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