miércoles, 3 de noviembre de 2021

CUENTOS POPULARES RECOGIDOS EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ 6.


PERIQUILLO MALAS

Periquillo Malas era un zagal muy pobre que se acomodó con un gigante y loo tenía de porquero y a lo que le mandaba.

Lo mandaba por agua y se liaba a escarbar alrededor de la fuente, y el otro, viendo que tardaba, llegaba:

-Chiquillo, ¿qué estás haciendo?

Dice:

-Llevarme allí la fuente para no tener que estar todo el día viniendo.

Vamos, hombre. No se te ocurren a ti nada más que cosas imposibles.

Cogía el cántaro el gigante y él tras ponía detrás, diciendo:

-¡Si eso es lo que yo quería! ¡Si eso es lo que yo quería!

Lo mandaba a por leña.

-No viene, no viene …

Y él estaba escarbando alrededor de una encina.

Le decía:

-Chiquillo, ¿pero que estás haciendo?

-Me voy a llevar una encina para no tener que venir todos los días a por leña.

Y le decía:

-¡Anda ya!

Y el gigante cogía una rama, se la cargaba y transponía allá a la casa.

Y ahora ya, viendo que no podía con él, empezaron las apuestas.

Le decía:

-Este ya me va cabreando a mí. Todo el trabajo me lo echa a mí encima. Este tengo yo que idear de matarlo.

Y creo que le dijo:

-Nos vamos a poner una apuesta a ver quién aleja más una piedra. Mañana a tal hora vamos a tal sitio. A ver si tú alejas una piedra. ¡Como no alejes la piedra lo que la echo yo, ya sabes lo que te espera!

De modo que el otro día dice que cogió una perdiz y la enharinó muy bien enharinaita, y se la metió en el bolsillo. El gigante puso una piedra allá en el demonio, como era un hombre muy fuerte, y él soltó la perdiz y pegó un revoletío. Con el polvo no veía si era una perdiz o una piedra el gigante, y traspuso la perdiz por el demonio. Lo convenció.

Y el gigante se lio a pensar:

-Bueno, ¿qué le hago yo?

Y le dice:

-Bueno, pues mañana vamos a hacer otra cosa. Mañana vamos a dar un puñetazo en un árbol así a ver el que lo señala más y, como no lo señales como yo, ya sabes lo que te espera.

Pues el otro agarró e hizo un boquete en una encina y le puso la cáscara muy bien puesta.

El gigante metió así y señaló los dedos en la cáscara del árbol y el metió, como había hecho un boquete, y le salió el brazo por el otro lado.

Dice:

-Pues entonces lo que hay es que matar a Periquillo Malas.

Dice que al pie de la candela hacía la cama el Periquillo Malas, y aquella noche le dice el gigante:

-Mira, esta noche haces la cama en el hueco de la escalera. Ahí estás mejor. Al pie de la candela no hagas la cama. Cualquier noche te vas a quemar, te va a pasar algo raro.

Y ahora hizo la cama donde le dijo, pero cuando el gigante se subió arriba a dormir cogió corriendo, tiró de la cama y la puso en la candela. Y a la nada echó un bolo desde lo alto para matarlo, que era lo que ideó.

Y entonces dice el Periquillo Malas:

-¡Mira, valiente tío más animal! ¡Si es más gorda me mata!

Y el gigante dice:

-¡Este tío ya me ganó de todas!

Al otro día fue cuando le vendió los cochinos al gigante, pero dejó uno solo. Y al resto les cortó las orejas y los rabos antes de venderlos.

Cogió las dos cosas y se fue a un monte que había lleno de barro, y fue poniéndolos como si se hubieran quedado los cochinos clavados.

De modo que al otro día, cuando el gigante echó los cochinos de menos, cogió aquellas veredas adelante, y cuando vio las orejas y los rabos asomando, le dice al Periquillo Malas muy enfadado:

-¡Chiquillo! ¿Qué es lo que has hecho esta vez?

Y se puso a tirar de los rabos y las orejas para sacar a los cochinos. Y, claro, como allí no había cochino ninguno, pues por poco si se desnuca de tanto tirar. Y ya negrito se echó a correr detrás del chiquillo.

Y Periquillo del cochino que dejó sacó las tripas y se las puso en la faja así. Y había un hombre allí, enmedio del campo, y le dice:

-Mira, si pasa por aquí un hombre muy grande preguntando por mi, tú le dices que si es capaz de hacer lo que he hecho yo. Y se dio un corre así y se echó las tripas del cochino afuera y cayeron al suelo. Y ahora a esto el gigante corriendo detrás.

Le dice al hombre:

-Mira, ¿por aquí ha pasado un tío muy chiquetillo?

Y dice:

-Sí, y me dijo que si viene un hombre buscando, le dice usted que si es capaz de hacer lo que hago yo. Y se ha pegado un corte, mire usted, y se ha echado las tripas afuera y ha seguido andando.

Y dice el gigante:

-¿Yo no voy a hacer lo que haga el mono ese?

Se pegó un corte y allí se quedó.

Y chafe.

J. A. del Río

ANTECEDENTES:

* Le recogió Melchor este cuento a Antonio Ruano, de Villaluenga del Rosario, el verano de 1988.

* Como se ve este cuento está compuesto de varios episodios. En el índice de Aarne-Thompson cada uno corresponde a un tipo distinto. Así el tiro de la piedra es tipo 1062, la abertura de un hueco en el árbol es tipo 1085, el destripamiento del gigante no aparece en Aarne-Thompson, pero sí en el catálogo de Boggs con el n.º 1075, etc. De modo que habría que inventariar la difusión de cada episodio, para lo que no hay espacio.

* Me limitaré a señalar que aunque estos cuentos son corrientes en Andalucía han sido muy poco recogidos, y que varios de estos episodios incluso permanecían inéditos hasta ahora. Sí existen versiones publicadas en Asturias, Castilla-León, Extremadura, etc. También en Hispanoamérica y Portugal. Tenemos otras versiones.

Fuente: Suplemento de Cultura de “DIARIO DE CÁDIZ”, del 3 de noviembre de 1991; JUAN ANTONIO DEL RÍO CABRERA, colaboración MELCHOR PÉREZ, dibujos de ZOCAR.

 

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