lunes, 8 de febrero de 2021

CONIL EN LA “ACADÉMIE ROYALE DE MÉDECINE” SOBRE LA FIEBRE AMARILLA (1827).

En la Junta General de esta prestigiosa academia, celebrada el 5 de junio de 1827, se expone la experiencia del Dr. Aréjula sobre el ataque de fiebre amarilla en la provincia de Cádiz a principios del XIX. Se menciona a CONIL como ejemplo de pueblo a salvo, a pesar de tener municipios alrededor fuertemente infestados. La traducción del francés se ha realizado con la ayuda del translator de Google, con lo que se habrán deslizados algunas erratas, de cuya corrección ruego información, de lo que se agradecerá.

REAL ACADEMIA DE MEDICINA.
ACLARACIONES
EN LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA,
EN SU JUNTA GENERAL DEL 5 JUNIO 1827,
POR M. PARISET;
En respuesta a las denuncias registradas en el Informe precedente, contra la
 Comisión Médica enviada a Barcelona en 1821.
"... En términos de ataque, la primera impresión
aún tiene una gran ventaja.“
Respuesta de Volney al Dr. Priestley.
A eso respondo: En el libro del señor Aréjula,  páginas 244
y 245, se dice formalmente que Vejer y Conil, rodeados de
poblaciones enfermas, cortaron toda comunicación con ellas,
y fueron preservados: autoridad contra autoridad; pero, sigamos adelante. De
los hombres de Vejer contraen la enfermedad sin transmitirla; entonces ...
dudo en concluir. Si no la transmiten, no es contagiosa; 
pero si la cogen, sí lo es: hecho contra hecho. Aviso,
os ruego que todo contagio comienza con un hombre que la 
da sin haberla recibido, y que acaba con un hombre que la recibe 
sin darla; y además, lo admitiremos sin dificultad. De
al igual que en Barcelona, en 1821, vimos una sola casa 
mantenerse sana y entera en medio de todas las demás que la muerte
vaciaba, igualmente durante las grandes epidemias que vimos en el 
interior de España, entre diez, quince, veinte pueblos devastados,
pequeñas poblaciones que se han mantenido intactas. Donde el mal no esta ahí
viene, como en Alcalá cerca de Sevilla; o, si llegó, murió allí
como en Churriana, Algarinejo, Vejer, Conil, y, si 
se quiere, en los pueblos vecinos de Barcelona. "Sin embargo, exclama
en este punto, señor Aréjula, ¡tenga cuidado de no creer que la exención
sea absoluta y las precauciones innecesarias!". Y el señor Aréjula tiene razón.

En la misma Churriana, la esposa de un panadero recibió la maldad de aquellos

que la trajeron de Málaga: ella murió. En Conil, un marido se lo

pasó a su mujer. Sin embargo, transmisiones de esta naturaleza, en

localidades que parecen repeler la enfermedad, ¿no son

más demostrativas que las que tienen lugar en las grandes ciudades?

En Churriana, en el mismo Conil, ¿dónde está la infección? El mal viene de

fuera; primer punto. Se comunica; segundo punto. ¿Qué más se

necesita? y quién esperaría este razonamiento: "El mal se comunica; 

¿entonces no es contagioso? "

Fuente: “Éclaircissemens communiqués a L´Académie Royale de Médecine”, 5 juin 1827, p.p. 2-101-102, M. Pariset.


Vista de la sede de la denominada actualmente “Académie nationale de médecine”, París (Francia). Wikipedia, la enciclopedia libre.

Palabras clave:

Juan Manuel de Aréjula y Pruzet, Vejer, Barcelona, Alcalá, Churriana, Algarinejo, Málaga.

Otra biografía más completa del Dr. Aréjula: AQUÍ.


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