sábado, 5 de septiembre de 2020

MAREMOTO DE CONIL, segunda parte (1983).

Continuamos con el mismo tema de la entrada de ayer, pero esta vez recogemos la crónica de la misma fecha publicada en el “ABC”; complementada con la reproducción literal de un artículo de JOSÉ ÁNGEL BERMEJO, de "EL PAÍS".


Fuente: “ABC”, del domingo 4 de septiembre de 1983.

ALARMA DE MAREMOTO (1983).

Alarma en el litoral de Cádiz por falsas noticias sobre la llegada de un maremoto
JOSÉ ÁNGEL BERMEJO (“EL PAÍS”).
Cádiz  4 SEP 1983
La difusión pública de un falso rumor sobre la posibilidad de que las costas del litoral atlántico gaditano fueran azotadas en la mañana de ayer por un maremoto sembró la inquietud entre la población de las localidades afectadas, principalmente de Barbate, que en la madrugada del sábado salieron de sus casas buscando refugio en las zonas altas próximas a dicha población.
La noticia del maremoto, que incluso llegó a ser difundida por algunas emisoras de radio, fue desmentida a mediodía de ayer por el Gobierno Civil de Cádiz, desde donde se indicó que el rumor carecía de veracidad y la situación en las costas gaditanas era de total normalidad. El rumor sobre la posibilidad de que se produjera un maremoto derivó de una notificación recibida de las autoridades marroquíes en la Comandancia de Marina de Cádiz en la noche del viernes, tramitada inmediatamente al Gobierno Civil de la provincia. La información indicaba que durante la jornada del sábado se produciría una fuerte marejada, con olas de cinco metros, que afectaría a la costa norte de Marruecos y muy posiblemente al litoral atlántico de la provincia de Cádiz.
Ante esta información, las autoridades civiles españolas montaron un dispositivo de alerta, a cargo de Protección Civil, que en Cádiz dirige Joaquín Calero Muñoz. Este dispositivo comprendía la alerta de la Guardia Civil, Cruz Roja y de las autoridades municipales de las localidades costeras afectadas. En la madrugada del sábado, las noticias de las emisoras costeras recibidas en Barbate, ordenando el regreso a sus puertos de base de los pesqueros de bajura que se hallaban faenando en la zona, sembraron la inquietud entre los habitantes de esta población gaditana, muchos de los cuales huyeron de sus casas buscando la protección de las alturas en los montes próximos.
Según las informaciones recogidas por este periódico, parece ser que en Barbate se produjeron algunas escenas de pánico, que obligaron al alcalde, Serafín Núñez, a salir a la calle megáfono en mano pidiendo tranquilidad a sus convecinos. Escenas similares se reprodujeron en la localidad vecina de Zahara de los Atunes.
Hasta la mañana de ayer el Instituto Hidrográfico de la Marina, ante las informaciones emitidas por las emisoras de radio, no confirmó al Gobierno Civil de Cádiz la falsedad del maremoto anunciado, señalando que lo previsto en la zona era una marejada de levante, que podría ocasionar olas de cinco metros.

Fuente: “EL PAÍS”, edición impresa del domingo, 4 de septiembre de 1983.


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