martes, 29 de septiembre de 2020

LA ARQUITECTURA RELIGIOSA I.

SANTA CATALINA, Antigua Parroquia

Su construcción primitiva es del s. XV y está situada en la plaza homónima. Los Guzmanes, señores de Conil, autorizaron en 1411 la edificación de la iglesia, que al menos desde fines del siglo XV tenía vicario. Originariamente se levantó un templo mudéjar, hoy difícil de identificar, de tres naves separadas por arcos apuntados que apeaban sobre columnas pétreas. La cabecera debió cubrirse por bóveda y las naves lo harían mediante estructuras de madera. Santa Catalina fue desde su construcción y hasta comienzos del s. XX la Iglesia Mayor de Conil.

Iglesia Mayor de Santa Catalina, sobre 1919. Colección particular Juan Carlos Almazo
Conil en la Memoria, 2004.


Son muy pocos los elementos originales que podemos observar hoy, pues el edificio de la parroquia ha sufrido a lo largo de la historia importantes intervenciones. Según González Ureba, durante el primer tercio del s. XVII se realizaron en la Parroquia importantes obras que finalizaron en 1632, afectando a gran parte del edificio anterior: de esta época serían la Torre Campanario, la Sacristía, el Altar Mayor y su bóveda, el Arco del Cementerio, el Archivo, la dependencia del sacristán y el cuarto para enseres de la Hermandad del Rosario. Juan y Lorenzo Alonso de la Sierra hablan de importantes reformas en el s. XVIII: de esta época datarían la cúpula del presbiterio y algunos elementos del exterior, como la Torre Campanario y todo el lateral del lado de la epístola. Conjeturan que sería entonces cuando se ocultaron los soportes primitivos, embutidos hoy en pilares, sustituyéndose las cubiertas de madera por bóvedas encamonadas.

Plaza de Santa Catalina, hacia 1915. Un momento de la celebración del “Día del Árbol”. 
Colección particular José Sánchez. Conil en la Memoria, 2004.

En 1800 se construyó un cementerio junto a la iglesia.
La obra actual es en buena parte de fines del s. XIX. Entonces el padre Caro, recién nombrado párroco de Conil, volvió a acometer obras en el edificio, no sabemos si por su mal estado, para ampliar su cabida o por ambas razones. Al parecer, la obra fue diseñada en 1886 por el arquitecto Pascual de Olivares, que sin destruir lo preexistente lo ocultó, tanto interior como exteriormente. La obra fue continuada por el aparejador Cayetano Cano y el propio párroco, el padre Caro. El resultado fue una reforma radical de la iglesia, pues del edificio antiguo tan sólo quedó lo reseñado más arriba, siendo demolido todo lo demás salvo las seis columnas primitivas de piedra, que fueron engrosadas por ladrillos. La obra fue concluida en 1891, tras seis años de trabajos. En agradecimiento, Conil declaró al padre Caro hijo adoptivo y predilecto de la villa, dedicándole una calle inmediata al edificio parroquial.

Iglesia Santa Catalina, 1979. Imagen: Juan Bermúdez.

Pero la nueva obra presentó pronto problemas estructurales, dando lugar a reparaciones costosas que llevaron a cerrar el edificio al culto por ruinoso en 1930, año en que la parroquia se trasladó a la antigua iglesia del Convento, permaneciendo desde entonces en lamentable estado de abandono. Sus bienes muebles se encuentran hoy repartidos por ésta y otras iglesias de la población. La iglesia actual consta de nave principal y dos naves laterales, con tres capillas por cada lado. La nave principal se cubre con bóveda de cañón de cinco tramos, divididos por arcos fajones que descargan el peso de la bóveda sobre pilares, estructura reforzada en el lado del cementerio por potentes contrafuertes. En cada tramo se abren huecos de iluminación de forma lobulada mediante lunetos laterales en la bóveda. Las naves laterales son de inferior altura y están resueltas con bóvedas de aristas en cada tramo. El ábside se cubre con cúpula semiesférica sobre pechinas y tiene adosadas dos capillas como continuación de las naves laterales. Al fondo, en una de las esquinas del ábside se ubica la torre-campanario, con alto fuste de sección cuadrada y dos cuerpos de campanas en los que se abren vanos rematados en medio punto flanqueados por fajas pareadas a modo de pilastras. Las fachadas que dan a la plaza de Santa Catalina responden al diseño de Pascual Olivares, con contrafuertes avitolados entre los que se abren arcos de medio punto peraltados que albergan vanos del mismo perfil o circulares. En general, la decoración presenta ciertas libertades que anuncian tímidamente las nuevas corrientes del modernismo.

Arco calle Columela. Imagen: Scard Bermos.

La iglesia está declarada BIC. Hasta fechas recientes, el estado de conservación de la antigua parroquia era muy malo, amenazando derrumbe, debido sobre todo al abandono del edificio. En 1993, por permuta entre el Ayuntamiento y el Obispado de Cádiz, la iglesia pasó a ser propiedad municipal.
Recientemente, el arquitecto D. Juan Jiménez Mata ha realizado en la iglesia obras de consolidación de su estructura y de limpieza de su cubierta, hasta entonces invadida por árboles y arbustos. Las obras están teniendo continuidad y el edificio está siendo restaurado. Existe la idea de destinarlo a equipamiento cultural, como sala de exposiciones, conferencias y conciertos.

Fuente: “PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor: ANTONIO SANTOS GARCÍA; Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE; Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.

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