SANTA
CATALINA, Antigua Parroquia
Su
construcción primitiva es del s. XV y está situada en la plaza
homónima. Los Guzmanes, señores de Conil, autorizaron en 1411 la
edificación de la iglesia, que al menos desde fines del siglo XV
tenía vicario. Originariamente se levantó un templo mudéjar, hoy
difícil de identificar, de tres naves separadas por arcos apuntados
que apeaban sobre columnas pétreas. La cabecera debió cubrirse por
bóveda y las naves lo harían mediante estructuras de madera. Santa
Catalina fue desde su construcción y hasta comienzos del s. XX la
Iglesia Mayor de Conil.
Iglesia
Mayor de Santa Catalina, sobre 1919. Colección particular Juan
Carlos Almazo.
Conil en la Memoria, 2004.
Son
muy pocos los elementos originales que podemos observar hoy, pues el
edificio de la parroquia ha sufrido a lo largo de la historia
importantes intervenciones. Según González Ureba, durante el
primer tercio del s. XVII se realizaron en la Parroquia importantes
obras que finalizaron en 1632, afectando a gran parte del edificio
anterior: de esta época serían la Torre Campanario, la Sacristía,
el Altar Mayor y su bóveda, el Arco del Cementerio, el Archivo, la
dependencia del sacristán y el cuarto para enseres de la Hermandad
del Rosario. Juan y Lorenzo Alonso de la Sierra hablan
de importantes reformas en el s. XVIII: de esta época datarían la
cúpula del presbiterio y algunos elementos del exterior, como la
Torre Campanario y todo el lateral del lado de la epístola.
Conjeturan que sería entonces cuando se ocultaron los soportes
primitivos, embutidos hoy en pilares, sustituyéndose las cubiertas
de madera por bóvedas encamonadas.
Plaza
de Santa Catalina, hacia 1915. Un momento de la celebración del “Día
del Árbol”.
Colección particular José Sánchez. Conil en
la Memoria, 2004.
En
1800 se construyó un cementerio junto a la iglesia.
La
obra actual es en buena parte de fines del s. XIX. Entonces el padre
Caro, recién nombrado párroco de Conil, volvió a acometer
obras en el edificio, no sabemos si por su mal estado, para ampliar
su cabida o por ambas razones. Al parecer, la obra fue diseñada en
1886 por el arquitecto Pascual de Olivares, que sin destruir
lo preexistente lo ocultó, tanto interior como exteriormente. La
obra fue continuada por el aparejador Cayetano Cano y el
propio párroco, el padre Caro. El resultado fue una
reforma radical de la iglesia, pues del edificio antiguo tan sólo
quedó lo reseñado más arriba, siendo demolido todo lo demás salvo
las seis columnas primitivas de piedra, que fueron engrosadas por
ladrillos. La obra fue concluida en 1891, tras seis años de
trabajos. En agradecimiento, Conil declaró al padre Caro hijo
adoptivo y predilecto de la villa, dedicándole una calle inmediata
al edificio parroquial.
Iglesia
Santa Catalina, 1979. Imagen: Juan Bermúdez.
Pero
la nueva obra presentó pronto problemas estructurales, dando lugar a
reparaciones costosas que llevaron a cerrar el edificio al culto por
ruinoso en 1930, año en que la parroquia se trasladó a la antigua
iglesia del Convento, permaneciendo desde entonces en lamentable
estado de abandono. Sus bienes muebles se encuentran hoy repartidos
por ésta y otras iglesias de la población. La iglesia actual consta
de nave principal y dos naves laterales, con tres capillas por cada
lado. La nave principal se cubre con bóveda de cañón de cinco
tramos, divididos por arcos fajones que descargan el peso de la
bóveda sobre pilares, estructura reforzada en el lado del cementerio
por potentes contrafuertes. En cada tramo se abren huecos de
iluminación de forma lobulada mediante lunetos laterales en la
bóveda. Las naves laterales son de inferior altura y están
resueltas con bóvedas de aristas en cada tramo. El ábside se cubre
con cúpula semiesférica sobre pechinas y tiene adosadas dos
capillas como continuación de las naves laterales. Al fondo, en una
de las esquinas del ábside se ubica la torre-campanario, con alto
fuste de sección cuadrada y dos cuerpos de campanas en los que se
abren vanos rematados en medio punto flanqueados por fajas pareadas a
modo de pilastras. Las fachadas que dan a la plaza de Santa Catalina
responden al diseño de Pascual Olivares, con contrafuertes
avitolados entre los que se abren arcos de medio punto peraltados que
albergan vanos del mismo perfil o circulares. En general, la
decoración presenta ciertas libertades que anuncian tímidamente las
nuevas corrientes del modernismo.
Arco
calle Columela. Imagen: Scard Bermos.
La
iglesia está declarada BIC. Hasta fechas recientes, el estado de
conservación de la antigua parroquia era muy malo, amenazando
derrumbe, debido sobre todo al abandono del edificio. En 1993, por
permuta entre el Ayuntamiento y el Obispado de Cádiz, la iglesia
pasó a ser propiedad municipal.
Recientemente,
el arquitecto D. Juan Jiménez Mata ha realizado en la iglesia
obras de consolidación de su estructura y de limpieza de su
cubierta, hasta entonces invadida por árboles y arbustos. Las obras
están teniendo continuidad y el edificio está siendo restaurado.
Existe la idea de destinarlo a equipamiento cultural, como sala de
exposiciones, conferencias y conciertos.
Fuente:
“PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor:
ANTONIO SANTOS GARCÍA;
Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO
MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE;
Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario