EL REPARTIMIENTO DE CONIL DE LA FRONTERA (1288-1293).

Primera Parte.

Hay que tener en cuenta que, para estos efectos, Conil pertenecía a Vejer, con lo que mientras no se diga lo contrario, lo que se apunte sobre Vejer, también afecta a Conil.

Esta dependencia durará tres siglos, del XIII al XV. Se parte de la conquista de Sevilla, en 1248, por el rey Fernando III (1217-1252)¹: “ … desde que el rey don Fernando ovo ganado Sevilla et la ovo poblada …, ganó después. Xerez, Medina, Alcalá, Beier et santa María del Puerto” … “todo lo ganó, dello por combatimiento, et dello por pleytesias quel traxieron”.³

Fernando III, el Santo, según una miniatura de el “Tumbo A” o “Índice de los Privilegios reales de Santiago de Compostela”. Wikipedia, la enciclopedia libre.

En 1262, Alfonso X (1252-1284)¹, hijo de Fernando III, rompió la entente hasta entonces imperante, no respetando los pactos con los mudéjares de la frontera, a los que consideraba un peligro, empujando a aquellos a su expulsión y asentando población cristiana en su lugar. Esa política dio lugar a una revuelta mudéjar, apoyada por el emir de Granada y tropas de Marruecos. En 1265, toda la parte recuperada a los musulmanes por los cristianos recibió la denominación de frontera, que hasta hoy acompañan a los nombres de numerosas poblaciones de nuestro alrededor. La historia árabe lo describe así: “Este año 665 [octubre 1266 a septiembre 1267] pactó treguas el emir … con el rey de los cristianos, Alfonso … Se dice que se pactó entre ellos por una cuarenta localidades amuralladas del país musulmán. Dios las devuelva al Islam. La mayor parte de ellas estaban al Oeste del Andalus. Entre ellas figuraban Jerez, Medina Sidonia, Alcalá, Vejer y otras.” ³

Alfonso X, el Sabio, en una miniatura medieval del “Libro de los juegos”. Wikipedia, la enciclopedia libre.

En 1274, desembarcan los benimerines del norte de África que, junto a las tropas del emir de Granada, inician una larga guerra por dominar el estrecho, que duraría setenta y cinco años. Lógicamente esto motivó que la fase de repoblación se detuviera y toda la amplia zona fronteriza, con Vejer incluida, estuviera constantemente sometida a los vaivenes de las luchas. La crónica de Ibn Abi Zar, en Rawd âl-Quirtas, dice: “No pasaron junto a un árbol que no talasen, ni junto a una aldea que no robasen, ni por mieses que no incendiasen, matando a los hombres que encontraron, cautivando a niños y mujeres”.² El mismo cronista, en 1284, cuenta: “Los benimerines y alárabes que habían quedado sobre Vejer y sus distritos, después de haber talado y destruido en los días que allí estuvieron los sembrados, las huertas, viñedos y arbolados de Vejer y su campiña … fueron sobre Medina, e hicieron otro tanto, matando y cautivando sus moradores”.²

En 1285, el nuevo rey de Castilla, Sancho IV (1284-1295), pacta una tregua de un lustro con los benimerines y aprovecha para reiniciar la complicada repoblación de toda la zona fronteriza. Para ello otorga un privilegio rodado a la Orden Militar de Santiago, cuya redacción es la siguiente: “Dámosles en almosna por remisión de nuestros pecados los nuestros castiellos de Bejer e de Medina e de Alcalá, e damosgelos con los pobladores que agora son y e serán de aquí adelante, con términos, con montes, con fuentes, con ríos, con pastos, con portadgos, con montadgos, con molinos, con fornos, e con los derechos que Nos avemos en las eglesias, e con las almadravas de los atunes, e con los derechos del puerto de la mar, e con entradas e con salidas e con todos los otros derechos e con todas las pertenencias que Nos avemos en estos logares e devemos aver.” ²

Sancho IV, el Bravo, en una miniatura medieval, s. XIII. Wikipedia, la enciclopedia libre.

Estas continuas razias, en ambos sentidos, junto al ataque de los corsarios, con su estela de secuestros y pillajes, hicieron que las aldeas y pequeños núcleos poblacionales quedaran abandonados, ya que eran muchos los inconvenientes para su colonización cristiana.

(1) Inicio y final de su reinado.

(2) “Los pueblos de la provincia de Cádiz: Conil de la Frontera”. Antonio Santos y Francisco Velázquez-Gaztelu. Diputación Provincial de Cádiz, 1988.

(3) “Juan Relinque, de síndico procurador a defensor del pueblo”. Antonio Morillo Crespo y Antonio Muñoz Rodríguez. Defensor del Pueblo Andaluz/Diputación de Cádiz, 2017.

PRÓXIMAS ENTRADAS:

Segunda Parte: 25 de enero de 2021

Tercera Parte: 5 de febrero de 2021