Este
año, que fue muy malo para los cultivos de cereales de secano, se
compensó con unas buenas producciones en las huertas de “La
Oliva”, de Barbate (entonces, de Franco), y unas “extraordinarias”
cotizaciones; por ejemplo, los pimientos se vendieron a 0,004
€/docena, que para hacernos una idea, el hortelano tendría que
vender 250 docenas (3000 unidades) de pimientos para percibir un euro
por la venta. En CONIL, la
situación sería análoga, pero la noticia estuvo en la “señora
sandía” que produjo uno de sus vecinos, con un peso de 21,600 Kgs,
y que vendió por 23 céntimos de euro (es decir, 0,001 €/Kg). Hoy
nos quejamos de las diferencias entre el precio que percibe el
campero, y el precio de
costo
al consumidor en la tienda; la historia permanece invariable.
Fuente:
“ABC”, del miércoles 31 de agosto de 1955.
Transcripción:
“Buena
recolección hortícola.
Barbate
de Franco (Cádiz) 30. Como compensación a la escasez de la cosecha
de trigo, los productos hortícolas abundan más que de costumbre. La
recolección de pimientos y tomates ha superado en un cien por cien a
la de años anteriores, así como las berenjenas y sandías. Los
pimientos se han cotizado a 0,70 pesetas la docena, y las sandías,
que comenzaron a buenos precios, han descendido hasta el punto de ser
el postre más económico que se consume. Lo mismo ocurre con los
melones.
En
la fértil huerta de CONIL se ha recolectado una sandía que dió un
peso de 21 kilos y 600 gramos, y fué vendida en esta localidad en 38
pesetas.
Los
labradores afirman que la horticultura ha sido la recompensa a las
pérdidas sufridas en casi todos los cereales.- CIFRA.”
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