Nuevos
desarrollos del siglo XVIII.
Durante
el s. XVIII Conil continuó su crecimiento y la villa embelleció o
renovó su caserío. El movimiento constructivo cobra auge desde
mediados del siglo: numerosas fincas son derribadas en las mejores
plazas y calles por la burguesía local para construir nuevas casas,
en la Plazuela (actual Plaza de España), calles del Teniente (actual
c/ Velarde), Napolitano (actual c/ Gabino Aranda) o frente al Arco de
la Villa. El centro urbano se desplaza paulatinamente a esta zona,
debido a la creciente importancia de las actividades agropecuarias
frente a las pesqueras. Las nuevas viviendas que se construyen ahora,
de porte noble, contrastan con las más modestas viviendas de
labradores y, sobre todo, con los patios de vecinos, la vivienda
popular por excelencia. El desarrollo de la beneficencia propicia la
construcción del Hospicio Viejo (desaparecido, actual Hogar del
Pensionista) y de la Casa de La Misericordia, el mejor ejemplo de
arquitectura barroca de Conil. También surgen ahora, apoyados en los
caminos, los arrabales extramuros de El Espíritu Santo y El Molino
de Viento, al norte, La Chanquilla y La Carretería, en torno a la
Misericordia, lo que también se documenta con las peticiones de
solares al Ayuntamiento en dichos barrios, alcanzando la villa los
4.000 habitantes al finalizar la centuria.
Plaza
de España, 1946 (Colección
particular Ramón Iglesias,
Conil en la Memoria II, 2007).
Fuente:
“PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor:
ANTONIO SANTOS GARCÍA;
Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO
MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE;
Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.
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