Este
músico y compositor nos deleitó una noche en la Peña Flamenca
“Salvador Periáñez”, donde, entonces, era corriente y en
función de los recursos económicos disponibles, siempre escasos,
contratar la actuación de algún artista relacionado con el
flamenco, desde cantaores hasta bailaoras, pasando por músicos, como
es en este caso. Eran los llamados “recitales”, que ocupaban
normalmente las noches de los sábados para la siempre buena afición
conileña.
“Diario
de Cádiz”, jueves 15 de mayo de 1980.
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