Nuevo
título que adopta, a partir del diez de enero de 1822, el periódico
que había empezado a publicar exactamente un año antes ManuelHurtado de Mendoza (1873-1849), al querer darle una mayor atención a
los contenidos clínicos y terapéuticos en sus páginas y dejar
aparte los referidos a farmacia, que había introducido a partir de
abril de 1821, para lo que había también modificado el título
original.
Las
entregas seguirán apareciendo, estampadas en la Imprenta “que fue”
de Fuentenebro, los días 10, 20 y 30 de cada mes, en torno al medio
centenar de páginas cada una, con foliación continuada en cada
trimestre o tomo, incluyendo al final del fascículo último de cada
uno de estos el correspondiente índice de materias.
En
1822 se publican los tomos cinco, sexto, séptimo y octavo. A partir
de 1823 comienza una nueva serie, perteneciendo a este año los tomos
nueve y diez completos. Al final de la última entrega del tomo diez
(30 de junio de 1823) el editor señala que suspende el envío de
ejemplares fuera de Madrid, así como que dejará de aparecer con la
periodicidad acostumbrada, hasta que no fueran restablecidas las
comunicaciones y el correo en la península.
A
1823 pertenecen también las primeras siete entregas del tomo once,
pero debido a los acontecimientos políticos de finales de 1823, que
darán fin al Trienio Liberal (1820-1823) e iniciarán la DécadaOminosa (1823-1833), los fascículos ocho y nueve de ese tomo, con el
formato duplicado (pasa de 8º a 4º) y menor número de páginas,
estarán fechados en 1824.
Como
consecuencia de la restricción a la libertad de imprenta y la
censura impuesta por la restauración absolutista fernandina, el
periódico estuvo sujeto a un largo proceso por parte de una
constituida Junta Superior Gubernativa de Medicina, presidida,
precisamente, por un antibrusista, que logrará la suspensión no
sólo del periódico de Hurtado de Mendoza, un afrancesado exiliado
que había regresado en 1818 a España, sino que le prohibirá
incluso la publicación de cualquier obra.
Reaparecerá,
continuando la serie, el diez de enero de 1827 y seguirá
publicándose, cada diez días, hasta su desaparición definitiva con
su último fascículo del 30 de diciembre de 1828, pero ahora
estampado en la imprenta madrileña de Fermín Villalpando, excepto
el último tomo, que lo fue en la de Ortega y Compañía.
A
este segundo periodo corresponden los tomos que van del décimo
segundo al vigésimo, y a partir del primero de estos ya aparece
indicado en su portada el nombre de Manuel Hurtado de Mendoza, como
redactor principal, en la que se señala que es doctor en las dos
facultades de Medicina y de Cirugía, además de miembro de
corporaciones médicas españolas y extranjeras.
También
en esta segunda época aumenta el número de colaboradores de un
periódico desde donde se transfirieron a España los conocimientos
desarrollados en Europa en aquélla época, promoviendo
principalmente las teorías de la medicina fisiológica de FrançoisBroussais (1872-1838).
Véase
en esta misma colección los títulos Décadas médico-quirúrgicas y
Décadas médico-quirúrgicas y farmacéuticas, que había adoptado
previamente este periódico, en donde aparecen también sus
correspondientes descripciones y aparato bibliográfico.
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