jueves, 5 de octubre de 2023

“UN ITINERARIO GEOLÓGICO POR LAS PLAYAS DE BATELES, FONTANILLA Y FUENTE DEL GALLO”, 1 de 5. LUIS F. GIL CORRAL Y LOLA YLLESCAS ORTIZ, geólogos.

Por su interés, sin pesar los años pasados desde su publicación (2006), se transcribe en varias entradas esta importante información sobre uno de nuestros más valiosos bienes naturales: las playas.

Nota: Todo el texto escrito en letra cursivaitálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo. 

El presente artículo pretende ser una especie de <Guía de la Geología de las playas de Bateles, Fontanilla y Fuente del Gallo>, que el lector lleve bajo el brazo en uno de sus paseos por esas playas y pueda observar, in situ, los comentarios que aquí se le hacen. Pensado para ser leído por el turista o por el conileño de a pie que, sin conocimientos previos en la disciplina, desee conocer más profundamente el entorno que lo envuelve, la intención última del artículo es, a través del conocimiento, estrechar la relación afectiva del lector con nuestras playas de cara a suscitar una actitud más activa en su defensa. 

Introducción a la geología de nuestro litoral.

En un plano muy general, el litoral de Cádiz está constituido por dos tipos de materiales: materiales PREOROGÉNICOS, depositados con anterioridad a la OROGENIA (1) alpina y afectados por ésta; y materiales POSTOROGÉNICOS, cuya sedimentación se efectuó a partir del Mioceno Superior (2) y que, no habiendo sido deformados, han permanecido prácticamente horizontales hasta la actualidad. En el litoral, el estuario del río Barbate marca el límite entre ambos materiales. Desde dicho estuario, hacia el norte, los materiales postorogénicos se implantan de forma generalizada, extendiéndose también por el sur de la provincia de Huelva. En este grupo se incluyen, pues, las rocas de nuestro itinerario, fundamentalmente ARCILLAS Y ARENAS, que clasificamos como ROCAS SEDIMENTARIAS DETRÍTICAS (3): sedimentarias por haberse formado por un proceso de acumulación, y detríticas por nutrirse de materiales procedentes de la erosión de rocas preexistentes, después de una transporte.

Un rasgo general de la geología del litoral atlántico de la península Ibérica (y en particular, del conileño) es su enorme DINAMISMO. Mientras que numerosos procesos geológicos se caracterizan por su exasperante lentitud, confundida históricamente con inmovilismo, los procesos litorales tienen lugar en la escala temporal humana: en estrechos márgenes de tiempo, de un día para otro incluso, pueden tener lugar cambios importantes. Ejemplos de este dinamismo son la DESEMBOCADURA DEL RÍO SALADO, las RIZADURAS (4) en la arena de la Fontanilla o los frecuentes DESPRENDIMIENTOS del acantilado de la Fuente del Gallo. 

La desembocadura del río Salado: ¿Delta o Estuario?

Lo primero que hay que decir es que la desembocadura actual del río Salado no es una desembocadura natural, ha sido modificada por lo que se consideró, en su tiempo, beneficioso para Conil (Fig. 1).

Fig. 1: Desembocadura del río Salado. 

Anteriormente el río, al llegar a las arenas de Los Bateles hacía una curva hacia el norte y continuaba su cauce PARALELO AL ACTUAL PASEO MARÍTIMO, para finalmente, casi en la Fontanilla, unirse al mar. Los conileños, hasta finales de los años sesenta, para bañarse en el mar se encontraban delante del pueblo con arenas, el río, nuevas arenas y el mar por fin. El río se salvaba en BARCAS o con un curioso PUENTE DE MADERA.

[No es del original] Estado reciente de la desembocadura del Salado, 1 noviembre 2020. Fotografía de Antonio Leal

[No es del original] Zona de Los Bateles mostrando las fases arena, río, arena y mar, sobre 1938. Detalle del puente que salvaba el río. Curiosidad, abajo izquierda, la desaparecida cruz humilladero del Postigo. Fotografía colección Juan Manuel el Mirlo. 

Otro hecho a tener en cuenta con el río Salado es su importante influencia mareal; cuando la marea está subiendo, el agua salada entra por el río de manera notoria, haciendo pensar a algunos que el CAUDAL DEL RÍO SE DIRIGE AL INTERIOR.

Así la desembocadura es CONFUSA. Si la marea está bajando el caudal que se dirige al mar es claro y podríamos pensar que estamos frente a un ESTUARIO (5), si además estamos en época de lluvias la cosa es más clara aún. Pero si la marea esta subiendo y el caudal que baja es escaso, la desembocadura aparece dividida en brazos que, en muchos casos, se pierden bajo las arenas y dibujan una desembocadura difusa y abierta que recordaría a un DELTA (6). En definitiva: a la pregunta de este epígrafe responderíamos con un depende de la hora y del tiempo o de las lluvias.

Un último detalle. Poco antes de entrar en el mar, el río presenta un sinuoso trazado: son los MEANDROS (7).

Fig. 2: Formas y orilla de un meandro

Aquí se puede observar con nitidez la dinámica de los mismos. En un meandro, la velocidad del agua es mayor en la orilla cóncava, lo cual favorece la erosión y la formación de un pequeño escarpe vertical. En la orilla convexa, la menor velocidad del agua favorece el depósito de aluviones, en forma de media luna.

(1) Orogenia: episodio geológico de intensa deformación durante el cual se forman cordilleras por el pliegue de sedimentos depositados en los márgenes continentales.

(2) [No es del original] Mioceno Superior: periodo geológico que precede al Plioceno, que se inició hace 11,62 millones de años y terminó hace unos 5,33 millones de años (Wikipedia, la enciclopedia libre).

(3) Detrítica: tipo de roca sedimentaria formada por restos de otras preexistentes cuyo transporte se ha realizado en estado sólido y no en disolución (en cuyo caso serían rocas sedimentarias de precipitación química).

(4) Rizadura: pequeñas ondulaciones superficiales causadas por un fluido en movimiento (río, mar o viento).

(5) Estuario: desembocadura abierta, en forma de embudo, carente de sedimentación fluvial por lo que no hay un límite claro entre el río y el mar.

(6) Delta: desembocaduras donde se produce una amplia acumulación de sedimentos de origen fluvial, que dificultan el paso del río y le obligan a dividirse en varios brazos. Marcan un límite claro entre el río y el mar.

(7) Meandro: curvas que describe el cauce de un río cuando transcurre por un terreno de escasa pendiente. 

Fuente: Boletín “LA LAJA” (Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil), núm. 6, pp. 06-16marzo 2006

[CONTINUARÁ el próximo 20 de octubre]  

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