Esta
es la reproducción de la carta que un joven noble inglés, llamado
George Augustus Frederick Henry Briggerman, envía a su madre,
describiendo el viaje que realiza desde Cádiz a Gibraltar, pasando
por CONIL, Vejer y Tarifa, con la mala suerte de coincidir unos días
muy lluviosos, a lo que, al parecer, debía estar acostumbrado, y las
dificultades que tuvo que superar ante unos caminos que, además de
embarrados, no eran tales, sino simples sendas de herradura. Para la
traducción he contado con la inestimable colaboración de Rafael E. Coca, dejando la literalidad del texto en beneficio de darle sentido.
CARTAS
DE PORTUGAL, ESPAÑA, SICILIA Y MALTA, EN 1812, 1813 y 1814.
por
G (George) A (Augustus) F (Frederick) H (Henry) B (Briggerman).
Londres:
Impresa en forma privada en Chiswick Press. (1)
1875.
Londres:
Impresa en forma privada en Chiswick Press. (1)
1875.
Retrato
del Conde de Bradford,
por sir George Hayter.
(1) El Chiswick Press fue fundada por Charles Whittingham I (1767-1840) en 1811. La gestión de la Prensa fue adquirida en 1840 por el sobrino del fundador Charles Whittingham II (1795-1876). El nombre se usó por primera vez en 1811, y la prensa continuó operando hasta 1962. C. Whittingham Gané notoriedad por sus clásicos de precio popular, pero la prensa Chiswick se hizo muy influyente en la impresión y la tipografía en inglés bajo C. Whittingham II quien, más notablemente , publicó algunos de los primeros diseños de William Morris. La prensa Chiswick merece un crédito notable por la reintroducción de la impresión de calidad en el comercio en Inglaterra cuando en 1844 produjo El diario de lady Willoughby.
[Copiado
de Wikipedia, la enciclopedia libre]
Gibraltar, 2 de Febrero de 1813
Mi
querida madre,
El
paquete saldrá por barco para Inglaterra mañana, así que te
escribiré lo poco que tengo que contar desde que dejé Cádiz. John
y yo fuimos a La Isla el lunes 25, pero Clive no pudo conseguir
nuestros pasaportes hasta el miércoles, día en el que nos los trajo
temprano por la mañana, y comenzamos la marcha atravesando la zona
de lo que fue la batalla de la Barrosa (2), todavía cubierto con restos
aquí y allá, hacia Vejer, un pueblo antiguo y pintoresco,
situado en la cima de una pronunciada y rocosa colina, a seis leguas
de
la Isla. John, que había traído una pistola a Cádiz, se quedó
rezagado jugueteando en las colinas de la Barrosa, mientras Clive y
yo marchábamos sin dilación. A cuatro leguas de La Isla llegamos al
pequeño pueblo de CONIL,
en unos acantilados sobre el mar.
(2) La
Batalla de Chiclana, o de la Barrosa, tuvo lugar el 5 de marzo de
1811.
Desde aquí la carretera
hacia Vejer, dos
leguas, es bastante impactante, carretera, en realidad, no se le
puede llamar, era tan sólo una traza de pasos a través del campo.
El suelo es de una arcilla pegajosa, en la que los animales se
hundían a cada paso hasta cerca de la rodilla; nos vimos obligados a
caminar, y era un emplastado de arcilla hasta la rodilla. Pasamos un
río, y poco después se hizo de noche. Seguimos así por un rato, y
finalmente alcanzamos a nuestros criados y mulas, estas últimas,
tres de ellas, cayeron, por no poder sostener sus patas en el fango.
Les sobrepasamos y poco después perdimos el camino, y nos metimos en
una zona pantanosa. Afortunadamente, en el silencio de la noche oímos
a los muleros hablando a las mulas, azuzándolas, y pronto nos unimos
a ellos. Una vez juntos, seguimos nuestro camino hasta Vejer, donde
llegamos a las 9 en punto; a las 12 nos cansamos de esperar al pobre
John y nos fuimos a la cama. Apareció al día siguiente a las 12, y nos
contó que había viajado media legua pasado CONIL en la noche
anterior, cuando tras perder el camino decidió volver a CONIL. Pasó
el rio con éxito, pero al otro lado, justo cuando iba a remontar la
colina (siendo de lo más afortunado por ir a pie), su pony se hundió
hasta el cuello en arenas movedizas. El intentó en vano ayudarlo,
y se fue al pueblo en busca de ayuda.
Habiendo reunido a dos hombres y dos muchachos, consiguieron con
dificultad sacar al pobre animal. John consiguió un poco de pan y
cama, y se reunió con nosotros, como ya dije, al día siguiente. Averiguamos que Tarifa estaba a 7 leguas de
Vejer, que no había donde parar a lo largo del camino, y nos
contaron que las carreteras estaban todavía peor que las que
habíamos pasado. Nos quedamos entonces en Vejer el jueves, y
recolocamos las herraduras que nuestras pobres bestias habían
perdido en el fango. El viernes, tan pronto como hubo luz, comenzamos
la marcha, y afortunadamente llegamos a Tarifa a las seis y media,
una hora después del anochecer. Encontramos que la carretera era
horrible en algunos lugares, pero no todo el camino; en conjunto me
parece que este es uno de los más extraordinarios días de viaje que
he realizado. Tarifa es un lugar pobre, y nada salvo el abominable
tiempo lluvioso lo podría haber salvado de los franceses. Estamos a cerca de 6 leguas desde que
salimos, y la carretera es horrorosa; estamos por tanto a sólo la
mitad de camino (a Algeciras) el día siguiente, a la que llegamos el
domingo, día 31, a las una en punto, siendo el séptimo día desde
que dejamos Cádiz. El paisaje desde Vejer a Gibraltar es precioso.
Las montañas rocosas, cubiertas con alcornoques magníficos, y
abundante en arroyos, impresionan.
Creo que olvidé contarte que el Comisario
Fraser nos había invitado a quedarnos con él cuando llegásemos a
Gibraltar. Así que aquí estamos, John y yo nos hemos acomodado
confortablemente en una de las casas de campo más bonita que jamás
hayas visto, y disfrutando de todos los lujos de Inglaterra en este
clima sureño. Clive está en casa del Vicegobernador, donde comemos
todos los días. Esta casa está situada a una milla al sur del
pueblo, bien alto en la Roca, y en medio de un encantador jardín
lleno de violetas y geranios; los árboles están ya todos
floreciendo, y pronto ofrecerán sombra. Estoy tan complacido con la
bahía de Gibraltar como estuve decepcionado con la de Cádiz. La de
Gibraltar está rodeada de bellas montañas, y la costa africana está
muy cercana. La Roca en sí misma es de lo más bella y pintoresca –
es 1000 pies de alta. He visto las galerías y otras cosas, pero
todavía me queda mucho por ver. Vamos a cruzar, en un día o dos,
hacia Ceuta y Tetuán. El capitán Godby, ayuda de campo del general
Campbell, que tiene perros, y conoce el terreno en Tetuán, irá con
nosotros, y, quizás el Comisario, en cuyo yate vamos a ir. Escribiré
de nuevo antes de salir de aquí hacia lo último de España.
Dios
le bendiga, etc. etc. (sustituyendo
la fórmula completa de cortesía: “con el mayor de los respetos de
……)
Con amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario