sábado, 5 de febrero de 2022

EN UNO DE LOS RINCONES DEL ARCHIVO PARROQUIAL DE CONIL: EL PADRE CARO Y SU RETRATO (1902).

Cuadro del retrato del Padre Caro, pintado por Juan Cabral Bejarano (Sevilla, 1834- ?). Imagen cedida por Juan Pérez González.

RECUERDO PARA LOS VENIDEROS:

En el día de la fecha [19 abril 1902], fue colocado en este Archivo Parroquial por mandato del Sr. Obispo de la Diócesis [José María Rancés y Villanueva], el retrato del Presbítero Don Francisco de Paula Fernández-Caro y Pareja, Arcipreste y Cura que fue de ésta y restaurador del EDIFICIO PARROQUIAL (*) [se refiere a la antigua Parroquia de Santa Catalina, actual Centro Cultural Santa Catalina].

Fachada principal de la antigua iglesia de Santa Catalina. Fuente: “andaluciarustica punto com”.

La historia del retrato es como sigue: « A la conclusión de las obras, cuya duración fue de SEIS AÑOS, a costa de inmensos sacrificios, penalidades y sufrimientos por la absoluta carencia de recursos, como recuerdo, le fue ofrecido este RETRATO por varios amigos, para que fuese colocado en el edificio, haciéndosele un lugar en la sacristía. Trasladado a la ciudad de Vejer, trató de llevarse el retrato, pero a súplicas del sucesor accedió, dejándolo donde estaba. Al poco tiempo fue quitado de su sitio y después de varias vicisitudes vino a caer en el campanario, de donde lo recogió el Padre Caro, llevándoselo a Vejer. Estando en dicho pueblo el Sr. Obispo haciendo la Santa Visita, lo vio y enterado de la historia, MANDÓ al cura que suscribe el siguiente oficio que se encuentra en el Libro de Mandatos

Detalle del cuadro referenciado donde aparece, enrollado, un plano del proyecto de rehabilitación de la Iglesia de Santa Catalina, al que dedicó tanto esfuerzo. Imagen cedida por Juan Pérez Gonzaléz.

«Luego que reciba V. la presente, se pondrá en comunicación con el Presbítero Don Francisco Fernández-Caro, Cura y Arcipreste de Vejer, y de mi Orden le manifestará que he dispuesto que su retrato, COSTEADO POR EL MUNICIPIO Y PUEBLO DE CONIL, con ocasión de la obra de reconstrucción de esa iglesia parroquial, retrato con dedicatoria que fue voluntad de los donantes, SE CONSERVASE EN EL EDIFICIO DE LA MISMA PARROQUIA, VUELVA ALLí, en donde una vez recogido de acuerdo con el Señor Cura citado por V. LO COLOCARÁ EN EL LOCAL DEL ARCHIVO PARROQUIAL, DE DONDE NO DEBERÁ SER RETIRADO EN LO SUCESIVO. Del cumplimiento de estas mis Disposiciones, se servirá V. darme cuenta a la mayor brevedad posible, así como unir al presente oficio al Libro de Mandatos de esta Visita Pastoral, en Chiclana a diez y nueve de abril de mil novecientos dos. José Maria Obispo de Cádiz.» En cumplimiento de esto, puesto en comunicación con el Cura de Vejer me envió el retrato, que fue colocado, según mandato superior en el Archivo el primero de mayo de mil novecientos dos. Don Antonio Ortega, Párroco. ».”

(*) Tras una demolición casi completa, se levantó una iglesia dotada de una fachada de aire historicista, con una mezcla de elementos neo románicos y neo mudéjares, muy típicos de la época. La decoración interior, de aspecto clásico sencillo, contrasta con un exterior en el que destaca un orden de dentículos que recorre toda la cornisa. La torres de planta rectangular, sin embargo presenta una ornamentación clásica, compuesta de pilastras y cornisas. Esta remodelación terminada en 1891 [1981 en original], dio paso a una serie de problemas estructurales que motivaron el cierre de Santa Catalina en 1930. Hasta ese momento siempre fue una iglesia abierta al culto. Tras su clausura y abandono, se utilizó como almacén municipal algunas de sus dependencias (Fuente: “andaluciarustica punto com”).

El Obispo José María Rancés. Foto Archivo “Diario de Cádiz”, al cumplirse los 100 años de su fallecimiento, 14 junio 2017

Fuente: Archivo Parroquial de Conil, 19 de abril de 1902; transcripción libre de Antonio Martínez Cordero, localizada en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimientos: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina; y Juan Pérez González, por la cesión de la fotografía del Padre Caro.

Huella dejada en el lienzo, a consecuencia de una pedrada, recibida cuando se encontraba el cuadro en la “abandonada” torre de la iglesia una vez declarada en ruina. Imagen cedida por Juan Pérez Gonzaléz.

NOTA FINAL:

En el blog “todoconil”, se publicó el 1 de julio de 2021 una conmovedora anécdota, teniendo como protagonistas al Padre Caro y a un humilde agricultor conileño, pinchando AQUÍ se podrá acceder a ella. 

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