domingo, 15 de agosto de 2021

CONIL Y SU ADUANA DE MAR (1840).

Dentro del Proyecto de Ley para la ejecución de los aranceles, en su artículo 38, se incluye a CONIL como de cuarta clase de las aduanas marítimas en la provincia de Cádiz, estando para el comercio de exportación y cabotaje. Cabe destacar que la sitúan al mismo nivel que los puertos de Algeciras, Ceuta, El Puerto de Santa María y San Fernando, todas poblaciones de muchos más habitantes. Como curiosidad, también figura Jerez, ciudad de interior, pero es que el río Guadalete, entonces era navegable hasta allí, aunque para pequeñas embarcaciones o de poco calado.


Fuente: “Eco del Comercio”, núm. 2298, del sábado 15 de agosto de 1840.

Todavía a mediados del siglo XIX la diferencia entre puertos y abrigos o fondeaderos no era del todo clara. Las infraestructuras eran escasas en general y los navíos solían embarcar o desembarcar las mercancías anclados y sólo raramente atracados. Las aduanas estaban clasificadas según sus funciones: las de 1ª clase estaban habilitadas para el comercio universal de importación, exportación, cabotaje y administración de manufacturas de algodón; las de 2ª para el comercio general de exportación, importación y cabotaje, exceptuando el despacho de géneros de algodón; las de 3ª para el cabotaje, exportación al extranjero y para importar determinados artículos de esta procedencia; y las de 4ª clase sólo para el cabotaje y exportación al extranjero. (Fuente: “Puertos y navegación siglo XIX”. Atlas de Historia Económica de Andalucía, ss. XIX-XX. IECA Consejería de Economía y Conocimiento).


Vista parcial de Conil, hacia 1925. Colección particular Dolores Marín. Conil en la Memoria II, p. 20, 2007. 

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