En
este recorte de prensa, se narra con algo de más detalle, el choque
entre el Alcalde de CONIL y el Capitán de Carabineros de esta
villa. Hay que esforzarse bastante para poder leer con nitidez todo
el texto, por lo visto las rotativas de este periódico, o la calidad
de la tinta, no eran suficientemente buenas. Se hace una
transcripción literal para evitar es esfuerzo al posible lector.
Fuente:
“Eco del Comercio”, núm. 2562, del jueves 6 de mayo de 1841.
TRANSCRIPCIÓN
LITERAL:
“IDEM
28.- En una nota que publica ayer “El Globo” se dice que en Conil
han ocurrido últimamente sucesos escandalosos. El público creerá
que estos sucesos tienen un carácter político; pero desde ahora le
aseguramos nosotros que no es así. Hay en aquella villa un alcalde y
un capitán de carabineros que no están en buena armonía, y tanto
que porque el primero mandó salir de la población a cierta persona
que no debía residir en ella, el segundo le contestó que esa misma
persona estaba empleada por él en el resguardo para cosas
importantes del servicio, y no podía por ello cumplimentar la orden
del alcalde.
Después
aconteció que el capitán de carabineros trató de registrar todas
las casas de la villa, y el alcalde le contestó que designase cuáles
eran esas casas (con la reserva conveniente) para que no se
atropellasen las de los aforados ni las de aquellos individuos que no
estuviesen reputados como contrabandistas. El capitán repuso que
registraría las que tuviera por conveniente, y que estaba resuelto a
hacerlo con el permiso ó sin el permiso del alcalde; resolución
que, séase dicho de paso, os ha escandalizado hasta lo infinito.
En
estas contestaciones estaban el alcalde y el capitán, cuando el 19
del corriente parece que los carabineros se situaron en el camino de
Chiclana y se decidieron (sus órdenes tendrían para hacerlo) á
registrar cuantas personas por él pasaran. Hiciéronlo con una a
quien hallaron nueve cigarros puros de mala procedencia y le llevaron
á la población para que comprase, según está dispuesto, cuarenta
y tantos puros en el estanco. Según dicen los carabineros, este
hombre pidió protección al alcalde, quien no solo se ciñó á
dársela, sino que hizo lo dejasen en libertad; amenazó a los
carabineros y luego se puso un hijo suyo al frente de un grupo
considerable de paisanos, á los que decía era menester echar de la
población á los del resguardo porque eran unos pillos y ladrones.
Esta
es la relación de los hechos tal cual la hacen los que defienden al
alcalde y los que abogan por el capitán de carabineros: hasta que se
sepa positivamente quién tiene la justicia de su parte, quién
relata la verdad, el público, y las autoridades que ya en ello
entienden, no podrán formar su juicio.”
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