A
lo largo de la travesía de este blog, tendremos muchas ocasiones de
hablar del azufre de CONIL, pero durante este año de 1896, las
noticias de este mineral desbordó las esperanzas de la villa, a la
vista de cómo la prensa narraba todo el operativo puesto en marcha
para la explotación de este recurso.
Del
tal opulento rico banquero D. Faustino Caro Piñar (1841-1913), hay
muchos datos en la red, sólo apuntar que era masón y accionista de
muchas minas y sociedades. Desconozco si las máquinas canadienses
llegaron a trabajar en CONIL, o en Grazalema, pero lo que sí es
cierto, fue el exagerado optimismo del cronista al referirse a “la
ocupación de muchos trabajadores” (el sempiterno problema obrero).
Buenas perspectivas habrían dado los sondeos y estudios iniciales
cuando se movilizó a varios ingenieros ingleses y a los propios de
minas de este distrito, así como la adquisición, seguramente a
cargo del Sr. Caro, de la maquinaria canadiense necesaria.
En
otra reseña, se resalta el importante capital de la sociedad
anglo-hispana y que la técnica estaría en manos de ingenieros
londinenses. No podía ser para menos, en CONIL, que el nombre de la
mina fuera “CATALINA”, aunque, más tarde, se anota que se
llamaría “ELLA”, a esta misma, o a otra. Se denota cierta
confusión en toda la información, pasando de hablar de minas de
“azufre y petróleo” a minas de “azufre y hierro”, también
denotado cuando se describe a una máquina capaz de perforar a más
de “mil metros cuadrados” de profundidad.
Fuente:
“EL GUADALETE”, núm. 12216, del sábado 4 de enero de 1896.
Fuente:
“EL ARALAR”, núm. 571, del miércoles 15 de enero de 1896.
Fuente:
“EL CORREO DE ESPAÑA”, núm. 88, del 2 de febrero de 1896.
Fuente:
“EL GUADALETE”, núm. 12304, del viernes 17 de abril de 1896.
Fuente:
“EL GUADALETE”, núm. 12362, del viernes 26 de junio de 1896.
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