domingo, 14 de marzo de 2021

GASTOS EN ARMAR LA ALMADRABA DE CONIL (1993).

Nuevamente, aprovechando el excelente trabajo de Miguel Angel Ladero Quesada, que se referencia al final, para una posible ampliación de información, entresacamos algunos datos económicos del calado de la almadraba de Conil en algunos años concretos.


  Almadraba de Conil”. Grabado de Joris Hoefnagel (1542-1600).

“… Desde luego, el gasto que exigía armar la almadraba era considerable: en el libro de cuentas ducales de 1513 se anotan 769116 maravedíes y 730 fanegas de trigo, que se gastaron en el almadraba de Conil así de lo que se pagó a la gente que en ella sirvieron como en los gastos que en ella se hicieron de sal e barriles que se compraron y en otras cosas.


La sal era imprescindible para la conservación de las piezas de atún. Detalle del grabado de Joris Hoefnagel (1542-1600).

<<En 1528, escribe A. Franco y A. Moreno, en las almadrabas de Conil se hallaban 128 hombres que tiraban de la cuerda, 40 caladores y recueros de la mar, 12 recueros de tierra, 12 hombres que servían en el toldo, 7 proeles, almocadenes, 2 atalayas, 6 armadores, las guardas de Cabo de Roche (pues siempre era posible un ataque de corsarios musulmanes), un carpintero y un calafete, un clérigo, un encargado de los trabajadores, un ama y un gobernador. En total 225 personas más o menos fijas … en el trabajo de la salazón, en desangrar y cortar los atunes, el duque empleaba a sus esclavos, uno de los cuales recibió 324 maravedíes por 13 días de trabajo>>.


Los barrileros, encargados de llenar estos recipientes ideales para el transporte y conservación. Detalle del grabado de Joris Hoefnagel (1542-1600).

A todo lo anterior hay que añadir la necesidad de fabricar miles de barriles y barriletes de diversos tamaños, los más frecuentes eran de cuatro quintales, y de un quintal (46 kg) o incluso de menos: una arroba (11,5 kg) o dos, que debían estar a punto en abril de cada año … Y tampoco hay que olvidar el intenso consumo de sal que se hacía en las almadrabas, ni el trabajo de los esparteros que fabricaban el cordaje necesario para ellas.


Los “cuchillos”, hoy ronqueadores, descuartizaban a los atunes, después de desangrados; y las “cuchillas”, que cortaban en trozos más pequeños, para un mejor embalaje. Detalle del grabado de Joris Hoefnagel (1542-1600).

Las mejores descripciones sobre el funcionamiento de las almadrabas se pueden leer en los cronistas de los duques de Medina Sidonia, hacia 1550, Alonso Barrantes Maldonado y Pedro de Medina, referidas a Conil y Zahara, aunque sus esteimaciones de producción y renta son, en verdad, imprecisas, pues oscilan entre los 40000 atunes por año y 20 ducados de renta (Barrantes) y los 100000 atunes y 40000 ducados (Medina). Hay atúnañade este último – que ha menester diez hombres para sacarlo del agua arrastrándolo a tierra … Tienen estos atunes comúnmente ocho a diez pies de longura (de 2,4 a 3 m.) y más y menos y hay atún algunas veces tan grande cuanto una carreta pueda llevar.


Barco tipo candray, muy corriente en el golfo de Cádiz. Facebook Jaime Ruiz, 25 junio 2020

Como no tenemos datos de épocas anteriores, es difícil saber si las cifras que dan los cronistas son exactas y si muestran un crecimiento de la producción: ya en torno a 1525 era normal que el duque empleara de dos a seis barcos, normalmente cuatro, para exportar su atún hacia diversos puertos mediterráneos, y que embarcara al menos 600 barriles, acaso 2400 quintales de atún blanco y badán, pero es seguro también que diversos mercaderes, marinos y pescadores compararían otras partidas en origen.”

Fuente: “Boletín de la Real Academia de la Historia”, Tomo CXC. Número III, año 1993. Las almadrabas de Andalucía siglos XIII y XVI. Miguel Angel Ladero Quesada.


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