Nota: Todo el texto escrito en letra cursiva, itálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo. Las imágenes de ambientación que han sido seleccionadas por el transcriptor, estarán indicadas como tales, así como su fuente y autoría siempre que éstas hayan sido posible conocer.
[VIENE del 8 noviembre 2024]
Continuación de: Anexo I. EL TRATADO DE ALMADRABA Y SU TRANSCRIPCIÓN.
Y, discurso hecho por Joseph/ Salvador López de Messa/
Sobre otro nuevo armamento/para pescar atunes./
Es preciso para este armamento el que tenga/ DIEZ, o DOCE CARRETAS para «carrettear» los atunes/ desde la orilla del mar a la chanca, asegurándoles/ en ella debajo de «ENRAMADAS», LIBRÁNDOLOS DE LOS/ RAYOS DEL SOL para que no les perjudique./ Las soldadas y mantenimientos de las personas/ que han de servir el armamento, podrán seguir/ la regla antigua establecida en las almadrabas/ de TIRO. Y si esta no fuere provechosa, quedando como/ queda explicado en su tratado, se podrá reconocer/ para su reforma, y si necesitare darle otro nuevo/ instituto, se le regulará por mí, gustando Vuestra Excelencia de/ que lo haga./ Ha de tener este armamento preciso y necesario/ UN CAPITÁN, UN ADMINISTRADOR DE CHANCA, UN CONTA/ DOR, UN TESORERO, UN VEEDOR DE MAR, DOS AYUDANTES,/ UN ADMINISTRADOR DEL SALERO, UN BASTIMENTERO, y UN/ MAYORDOMO DE CHANCA, que cada uno ha de ayudar/ a su ocupación y ministerio, tratando de lo que son obliga/ dos, y todos sujetos al mando del capitán, sin// (r) que otro ningún ministro tenga mayor intervención,/ porque de tenerla se tocan por instantes y numerables da/ ños, que no se pueden decir, ni reparar, y siendo tan verídico/ deberá Vuestra Excelencia, darle todo ascenso para mandar lo que fuere/ de su servicio./
[Fotografía no incluida en el artículo original] Almadraba del atún 2. Ayamonte, 40x45 cm. Rodrigo de Santos. Fuente: “arteymetal punto com”.
Mediante las circunstancias que han de concurrir/ en este nuevo armamento, tendrá la TORRE DE LA ATA/ LAYA reformación de plazas, por no necesitarse de este tra/ bajo, y «desuelo», ni ser necesario tenerle para encerrar y en/ carcelar atunes, pues éstos han de venir guiados de su natural/ a entrarse donde no puedan salir, encontrando sólo con/ su precipicio. Y así tiene mi cortedad por conveniente se/ ahorre de este gasto, y que sólo se pongan dos para que/ éstos ocurran a lo que fuere conveniente, y que las/ barcas de segunda puedan ser avisadas al tiempo que/ se pretenda despescar el armamento de los atunes/ que tiene encerrados y están detenidos./ Tengo explicado, Señor Excelentísimo, cuanto necesita el ar/ mamento de mi nuevo discurso, y para dejarle en toda per/ fección haré juicio de la forma de su pesquería, explicándola/ mi insuficiencia, que si no fuere con voces correspondientes/ a la formalidad que el arte demanda, y método del in// (v) teligente, a lo meno (s) lo haré arrebatando del deseo que he tenido/ para lograrlo, dejando lo manipulante de su perfección/ para lo científico de un armador mayor, que tantas mu/ estras ha dado de su profesión, cuyo trabajo creo desempe/ ñará mi confianza, para acrecentar a la hacienda/ de Vuestra Excelencia, muchos intereses con lo que se logrará mi fin./
El modo de la formación del armamento, ha discu/ rrido mi ruda y limitada suficiencia, que se deberá compo/ ner estableciéndose, primero y ante todas cosas, un/ cerco a modo de «attasadizo» que le ciña una de las redes/ de esparto, formada de Jiscales, que nazca de la cabeza/ desde el sitio en que se pone la dará, dándole más/ abierta hacia la parte de él, entre el sur y sudueste,/ dejándola calada en la de tierra en la reventazón/ de las olas, procurando que ésta tenga el largo compe/ tente para que entre la tierra y el mar haya/ capacidad bastante dentro de su circunvalación,/ y se puedan calar otras redes de los sedales, cercar/ los atunes, y asegurarlos con las de cinta, procurando/ que la mencionada red, que ha de quedar tendida,/ lo esté con arte, para que las mareas no le perjudiquen,// (r) ni sus corrientes les estorben, y que siempre estén es/ tables, firmes y seguras, y no dispuestas a tener/ «disbarato», procurando que los ANCLOTES, que la han/ de sujetar, queden calados así en el mar, como en tierra,/ en sitios que no estorben a las demás redes que han/ de servir de matar los atunes que se encerraren/ en el expresado cerco. Usando esta misma diligencia/ con las demás PORTALAS que se le pusieren, que una vez que/ se dejaren en el mar con estas circunstancias, a pocos y limita/ dos trabajos, se mantendrá la temporada, y nos dará mu/ chos y repetidos lances./
[Fotografía no incluida en el artículo original] Montaje almadraba de Conil, 30 abril 2020. Fuente: facebook J.M. Bermúdez, alcalde.
Para que se introduzcan los atunes dentro/ de esta red, que ha quedado tendida hacia la parte/ del (sudueste digo), «sueste y lestte», hasta llegar a tierra,/ ha de salir otra desde la misma cabeza, tendiéndola/ hacia el sudueste, saliendo para fuera cuanto pudiere/ alargarse, tapando la salida a los atunes por el golfo,/ ciñéndolos y estrechándolos a que topando en la red/ la costeen, reduciéndoles a la entrada de la boca/ que se les ha de formar al cerco, o a lo menos, se inclinen/ a la parte de tierra, para que revueltos prosigan su curso,/ encaminándose al natural de su paraje, que entonces,// (v) llevando su carrera se introducirán en las redes/ que les cierra el paso, y quedarán dentro de ellas,/ y en las aguas como centro de su «avistazón»,/ juntándose en porciones crecidas. Y habiendo de/ declararse otras circunstancias de este nuevo ar/ bitrio, llevando adelante mi discurso,/ ceso en éste./
Desde la misma causa del lance, y desde donde/ doy por asentado se han de tender (otra que mire a la),/ digo, las redes a la parte del «sueste, lestte, y su/ dueste», que son las que dejo referidas, se han de tender/ otra que mira a la del «norte y norueste», de forma/ que esta ciña el mar por la parte de la tierra, to/ mando altura competente para guardarla, estre/ chando al atún a que siga su carrera, buscando/ la boca que ha de quedar hecha con esta red, y la/ que se ha tendido hacia el «sudueste», las que compondrán una manga, por cuyo conducto entrarán los atu/ nes y se hallarán detenidos en el cerco. Todas estas/ redes han de quedar afianzadas en el mar, según/ se ha explicado, y regladas a que las corrientes/ de las aguas y mareas no les perjudiquen, ni que las// (r) tormentas las muevan, sino que se mantengan/ de firme para lo cual se tendrá cuidado, acudien/ do a su reparo./ La boca que ha de quedar establecida, que/ franquee la entrada de los atunes al cerco, ha de ser competente y artificiosa, para que nunca/ puedan volver a salir por ella, practicándose, cuan/ do se manipule, quede red sin plomada, ni corcho/ que este entre aguada y defienda y embarace la dicha/ salida, y habiéndose ya reconocido, y visto la que le que/ dó al buche cuando se formó, podrá ser en la misma/ positura y circunstancias./
[Fotografía no incluida en el artículo original] Uso del cloque para embarcar el atún. Pinterest.
Esta pesquería es repetida y continuada en/ todas horas del día y de la noche, mientras hay pa/ saje, y se van encerrando en el cerco como van en/ trando, sin que le pueda perjudicar el que se junten/ repetidos golpes. Porque mi fin no va reducido a otro/ anhelo, sino el verlos juntos, que para matarlos y/ despescarlos, se darán reglas que estas aseguren su/ mejor suceso, sin dejar de un día para otro de/ evacuar el cerco, asegurando lo que Dios ha enviado.// (v) Las tormentas que con recios temporales/ puede alterar el mar y la costa, no puede perjudicar/ el armamento planteado, ni, me temo, que le/ desbarate, y menos el que deje de encerrar con ellas/ atunes en el cerco, y cuando ocurra alguna cir/ cunstancia que perjudique al establecimiento que tuvieren/ las redes, se enmendarán con mucha facilidad, pues están/ do éstas como están, caladas con arte y perfiladas,/ no encontrándose en ellas resistencia, no quedan mantenidas/ sin experimentarse desbarato, como acaeció con el/ Buche, por estar situado al «resistidero» de todos los em/ bates de las corrientes y mares de leva./
Tengo puesto a la vista, la idea de encerrar/ y recoger atunes, y hace falta hacer presente a su/ Excelencia y sus ministros el modo de despescarlos y ma/ tarlos, y, sin embargo, de que pudiera omitirlo/ mediante, por tenerlo explicado, mi rudeza en la/ narrativa manifestada, en lo que pertenece el ar/ mamento de tiro, por haber de ser éste el norte/ de mi guía. Poniendo fin a la carrera del destino,/ a que ha de quedar reducido mi deseo, será la razón no/ dejar en las oscuridades del silencio las circunstancias// (r ) que por ahora tengo prevenidas, para que explicadas/ y reconocidas gobierne lo directivo de nuestro armador./ Prudente cuanto convenga./ Ha de estar prevenido cuanto tengo explicado/ al principio de mi discurso esta nueva planta,/ pronto y alistado para empezar la pesquería desde el/ día de la Invención de la Santa Cruz, y luego que lo esté/ se ha de establecer en el mar el cerco y mangas, que se han/ referido en la misma «positura» y circunstancias, como/ se ha declarado, y las demás que ocurran, y sean con/ venientes, dejándolas perfecta para que se empiece/ a ver el efecto de su destino./
Fuente: Liliane M.ª Dahlmann, Directora-Conservadora del Archivo General Fundación Casa Medina Sidonia, y, Eugenio Chicano, Obra gráfica. Cuadernos del Rebalaje, N.º 50 / Enero-marzo 2022; publicado por la asociación cultural Amigos de la Barca de Jábega, ABJ, de Málaga.
[CONTINUARÁ el próximo 22 noviembre 2024]